lunes, 1 de enero de 2018

¿CÓMO SE HICIERON MÁS RICOS LOS 6 MÁS RICOS DE MÉXICO? CONCESIONES DEL ESTADO LES INYECTAN FORTUNA


A través de concesiones del Estado y evasión en paraísos fiscales, seis empresarios mexicanos han seguido aumentando su fortuna este año en un país con casi la mitad de su población en pobreza y pobreza extrema.

Carlos Slim (América Móvil, antes Telmex), Sara Mota de Larrea (Grupo México), Alberto Baillères (Grupo Bal), Ricardo Salinas Pliego (TV Azteca antes Imevisión), Germán Mota Larrea (hijo de Sara/Grupo México) y David Martínez (Fintech Advisory) volvieron a figurar en la lista de Bloomberg de los 500 multimillonarios del mundo del 2017.

Grupo Bal aumentó 10 veces su valor en cinco décadas gracias a los beneficios que el empresario recibió del gobierno, reveló un estudio de la organización Poder. Dentro de su aglomerado está Peñoles, una de las grandes compañías mineras mexicanas junto con Grupo México de Larrea, heredada por su padre Jorge Larrea y concesionada en el salinismo. Ambas son responsables de desastres ambientales.

Ciudad de México, 1 de enero (SinEmbargo).– Mientras en el municipio Santos Reyes Yucuná, Oaxaca, el 99.9 por ciento de su población vive en pobreza, los empresarios mexicanos Carlos Slim Helú (7), Sara Mota de Larrea (122), Alberto Baillères (126), Ricardo Salinas (197), Germán Mota Velasco (425) y David Martínez (462) figuran en la lista de Bloomberg de los 500 multimillonarios del mundo cuya riqueza en conjunto aumentó este año un billón de dólares, un 23 por ciento más.

Al menos tres de ellos, Slim, Baillères y Salinas Pliego, maximizaron sus fortunas en paraísos fiscales, de acuerdo con una extensa investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) denominada Paradise Papers.

“La debilidad de los sistemas fiscales nacionales ha hecho que el peso tributario se haya trasladado de las empresas a las personas, aunado a la reducción del presupuesto para servicios públicos, lo que ha exacerbado aún más la desigualdad económica y social”, expuso el economista especializado en desigualdad, Carlos Brown Solá.

Además, los negocios de los seis multimillonarios corresponden a sectores como telecomunicaciones y minería que fueron privatizados o están regulados por el Estado, lo que indica que “o han sido otorgados en condiciones muy benévolas o regulados de manera muy laxa”, consideró el economista Gerardo Esquivel cuando presentó su estudio “Desigualdad extrema en México”.

Durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, Slim obtuvo la empresa estatal Telmex en 1990, Jorge Larrea (esposo y padre de Sara y Germán) compró unas mineras que se convirtieron en Grupo México y Ricardo Salinas Pliego recibió la concesión de Imevisión en 1993, cuando ya poseía las tiendas Elektra, fundadas por su padre Benjamín Salinas. En la década de los 60 fue Raúl Baillères, padre de Alberto Baillères, quien recibió la concesión minera para formar Peñoles.

En el país viven 53 millones de personas en pobreza, casi la mitad de la población, y 9 millones en pobreza extrema. A nivel municipal, 190 municipios concentran porcentajes mayores al 95 por ciento de mexicanos en situación de pobreza, una realidad desconocida para ellos, los hombres y mujeres de negocios.

A pesar de que la tasa de desempleo de 4 por ciento promedio es baja, más de la mitad de los trabajadores laboran en la informalidad sin acceso a seguridad social y, con un salario mínimo de 88.36 pesos, 50 millones de mexicanos tienen un ingreso por debajo de la línea de bienestar, es decir, canasta alimentaria y servicios básicos, de acuerdo con datos oficiales.

Para dimensionar la riqueza de los multimillonarios en México, el economista Carlos Brown ejemplificó que si se pone en los bancos la riqueza total de Carlos Slim (América Móvil), Germán Larrea (Grupo México y Cinemex), Alberto Baillères (Palacio de Hierro) y Ricardo Salinas Pliego (TV Azteca), cuatro de las personas más ricas de este país, la tasa de interés de referencia de esas fortunas bastaría para darle un salario mínimo a 2 millones de personas durante un año.

¿#SLIMPARAPRESIDENTE?

En alguna ocasión, el hombre más rico de México, Carlos Slim Helú, vio la tasa de impuesto que pagaba su secretaria, y descubrió que era más alta de la que él pagaba, relató Diego de la Mora, investigador de Fundar.

El propietario del mayor operador de telefonía móvil de Latinoamérica, América Móvil, obtuvo 12 mil 500 millones de dólares más este año hasta llegar a 62 mil 700 millones de dólares, lo que lo colocó en el séptimo lugar a nivel global. Esto equivale a un millón 62 mil 403 veces el ingreso familiar promedio de los Estados Unidos, comparó Bloomberg.

“El empleo es el único modo para resolver la pobreza [no los programas sociales]”, dijo Slim en una conferencia en la XV Cumbre de Negocios en octubre.

Sus millones los ha generado a través de las telecomunicaciones, bancos, tiendas departamentales, museos, fútbol, medios de comunicación, construcción e hidrocarburos mediante América Móvil (Telcel, UnoTV), Grupo Carso (Sanborns, Sears, Condumex y Carso Energy), banco Inbursa, constructora IDEAL y Minera Frisco.

Pero parte de la fortuna y su imperio internacional de telecomunicaciones, el más importante de sus negocios, se gestó desde el paraíso fiscal de Bermudas, sede del despacho de servicios “offshore” Appleby, un aliado para ahorrarse el pago de impuestos.

De acuerdo con la investigación Paradise Papers, en el 2000 América Móvil cofundó la sociedad Telecom Americas junto con las firmas Bell Canada International y SBC Communications, clave para extender su negocio en Sudamérica. En febrero de 2001, Telecom Americas compró 950 millones de dólares de acciones del gigante Tess, que posteriormente se renombró Claro Brasil, y en julio del año siguiente América Móvil compró las participaciones de Bell y SBC en Telecom Americas, y se quedó sola al frente.

La privatización de Telmex lo favoreció en la década de los 90 al monopolizar la telefonía en México hasta que la Reforma de Telecomunicaciones permitió en 2014 la llegada de la competencia de AT&T y Telefónica, a quienes Slim criticó por no invertir en su propia infraestructura. Sin embargo, pese a la poca penetración que han logrado, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) determinó en noviembre que estas nuevas empresas deben pagar tarifas por conectarse a redes ajenas al Agente Económico Preponderante (AEP) del mercado, es decir, Telcel.

Además, América Móvil obtuvo los derechos de transmisión para 17 países de América Latina de los Juegos Olímpicos de 2018 a 2024, así como de los Juegos Olímpicos de la Juventud que transcurrirán en el mismo período.

Lo único que ha rozado a sus empresas, de acuerdo con sus reportes financieros, es el Presidente Donald Trump.

Sus firmas han estado alertas por la incertidumbre que han sembrado las propuestas comerciales del republicano. En la mañana siguiente a los resultados de las elecciones de Estados Unidos, el nueve de noviembre, Slim perdió 5 mil 100 millones de dólares, el 9.2 por ciento de su dinero, por la depreciación del 12 por ciento del peso frente al dólar, reportó Bloomberg.

Una parte de los ingresos del magnate están denominados en dólares, lo cual ha rodeado la competitividad de las exportaciones, los costos de producción por las importaciones de materias primas más elevadas y las deudas.

Después de la tormenta electoral estadounidense, el ingeniero Slim inició el año con 49 mil 900 millones de dólares, registró Bloomberg. En la última semana de enero ofreció una inédita conferencia de prensa sobre la llegada de Trump a la Presidencia, quien lo había señalado de atacarlo a través del periódico New York Times, del que en ese entonces era el mayor accionista (este mes vendió 250 millones de dólares de sus acciones reduciéndolas al 8 por ciento). Luego los magnates limaron asperezas en una reunión en Florida.

Frente a periodistas rechazó postularse a la Presidencia (en Twitter lo pidieron), llamó a la unidad nacional y expuso la necesidad de “volcarnos al desarrollo de la economía interna” y “generar las oportunidades de empleos que no se han generado y que desde hace 30 años obligan a la gente a salir del país”.

EVASIÓN FISCAL: BAILLÈRES Y SALINAS PLIEGO

La investigación internacional de Paradise Papers reveló que Alberto Baillères, dueño de Grupo Bal, y Ricardo Salinas Pliego, cabeza de Grupo Salinas, también se encuentran en la lista de clientes de Appleby que les permite evadir impuestos.

Salinas Pliego es el presidente y fundador de Grupo Salinas, que agrupa Elektra, Banco Azteca, Seguros Azteca, entre otros servicios financieros, y TV Azteca, la televisora que surgió luego de la concesión de Imevisión en 1993. Ahora, cerró este año con 8 mil millones de dólares, 109 por ciento más que el año pasado.

Baillères, luego de la herencia de su padre Raúl Baillères, controla Industrias Peñoles, un productor de metal que opera en Chile, México y Perú, y es propietario de Grupo Palacio de Hierro y de Grupo Nacional Provincial (GNP Seguros). Además ayuda a financiar al Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), su alma máter fundada por su padre y del que egresaron algunos funcionarios públicos del gobierno federal.

A pesar de que el sector de la extracción ha estado a la baja, en la lista de Bloomberg se encuentra en el puesto 126 al poseer 11 mil 600 millones de dólares, un 7.5 por ciento más que el año pasado.

El hombre de 86 años, fanático de la tauromaquia, recibió en 2015 la Medalla Belisario Domínguez, máximo galardón del Senado otorgado a personajes considerados un modelo para la Nación. Ese año, la organización PODER reveló que Grupo Bal aumentó diez veces su valor en cinco décadas, gracias a los beneficios que el empresario recibió del Gobierno federal.

“Baillères ha demostrado habilidad para explotar y administrar la riqueza en las más de dos millones de hectáreas en concesiones, sobre todo de oro y plata, que desde los años 60 le ha concedido el gobierno”, acusó.

En mayo de 2015 una mina de Penmont, explotada por empresas de Baillères, derramó cianuro en Caborca, Sonora y diez años antes la minera Sabinas de Industrias Peñoles derramó  sustancias con metales pesados y químicos al arroyo El Canutillo en el municipio de Sombrerete, Zacatecas y en Ascención, Chihuahua, campesinos y ejidatarios acusaron a la Minera Bismark -subsidiaria de Peñoles- de sobreexplotar los mantos freáticos y contaminar los pozos que abastecen a las comunidades aledañas.



Germán Larrea y el Presidente Enrique Peña Nieto, en una reunión de septiembre de 2014. Foto: Presidencia.

Por su parte, Germán Larrea ha apostado por la minería con Grupo México –herencia de su padre a él y a su esposa Sara Lara (11 mil 800 millones de dólares)– así como una línea ferrocarrilera, Cinemex y la construcción. Posee 4 mil 650 millones de dólares.
El padre de Germán, Jorge Larrea Ortega, adquirió parte de las propiedades de American Smelting and Refining Company y la mina de cobre La Caridad, ubicada en Nacozari, Sonora. En el sexenio de Carlos Salinas de Gortari la compañía minera se convirtió en Grupo México.

A tres años del “desastre ambiental más grande en la historia de la minería en México”, el Río Sonora sigue contaminado a pesar de que lo niegue el gobierno estatal y la empresa responsable del derrame de 40 millones de litros de tóxicos, Buenavista del Cobre, filial de Grupo México, aseguró el abogado del caso, Luis Miguel Cano.

(SIN EMBARGO/ DULCE OLVERA/ ENERO 1, 2018, 12:00 PM)



LA MARIGUANA DEJARÍA AL PAÍS 11 MIL MILLONES DE DÓLARES AL AÑO. HOY SÓLO SE COSECHAN MUERTOS, DOLOR


El tamaño de la industria de la mariguana en México podría ser hasta tres veces mayor que el mercado negro actual, con la inclusión de aplicaciones médicas y recreativas, así como del aprovechamiento de los productos derivados del cáñamo.

Las cifras oficiales hablan de un mercado que en la actualidad, como mínimo, alcanza los cuatro mil millones de dólares anuales. Las tendencias y proyecciones de especialistas y hombres de negocios asimismo apuntan que, en un muy buen escenario, podría crecer incluso hasta los 11 mil millones de dólares si se legaliza la hierba en el país.
Sin embargo, resta que México pueda superar los candados a la producción y el consumo de la mariguana que datan de principios del siglo XX, que a ojos de los analistas internacionales, han transformado a nuestra nación en un importante productor, exportador y punto de transbordo para diversas drogas ilícitas.

Ciudad de México, 31 de diciembre (SinEmbargo).- La industria de elaboración de productos a base de cannabis, por sí sola, tiene un valor potencial cercano a los dos mil millones de dólares para los próximos 10 años, refieren datos de la consultora KPMG. En la actualidad, según cifras del fondo Privateer Holdings, el valor del mercado mexicano de la mariguana para uso recreativo asciende a mil millones de dólares. Y si a este negocio le sumamos las potenciales aplicaciones médicas del cannabis, el mercado prácticamente se duplicaría, coincide.

El tamaño de este negocio, no obstante, acaso supone la mitad del mercado ilegal de la mariguana en México, según cifras del Gobierno federal. Una droga que se mantiene como el estupefaciente más consumido en el mundo con al menos 183 millones de usuarios a nivel mundial, refiere el World Drug Report de 2017.

Nuestro país, en la actualidad, es uno de los principales productores de cannabis del mundo, con un producción anual estimada de entre 15 mil y 27 mil toneladas, de acuerdo con el Departamento de Estado de Estados Unidos y la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

“Esos niveles significarían dos veces el consumo mundial anual [estimación baja-low], o el 50 por ciento del consumo mundial [estimación alta-high]; o el 200 por ciento del consumo anual de toda América [estimación alta-high]”, explica el Gobierno federal en un documento realizado por Miguel Molina, en 2016.

Según las estimaciones oficiales, México produce entre siete y ocho mil toneladas anuales de mariguana, donde el consumo -incluyendo el del turismo- “probablemente no rebasa las 400 toneladas anuales [alrededor del cinco por ciento de la producción nacional]”.

Los estados identificados como productores de mariguana son Chihuahua, Durango, Guerrero, jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Sonora y Sinaloa. Y la mano de obra empleada para su cultivo y seca, refiere el documento de Molina, asciende a 17 mil 200 jefes de hogar por año, “lo que significa alrededor de 75 mil personas dependientes del cultivo” cada año.

Esta producción, a un precio mínimo de venta -12 pesos por gramo, según datos del gobierno- implicaría un mercado ilegal de al menos 4.2 mil millones de dólares al año. Sin embargo, en Estados Unidos, la mariguana mexicana se vende hasta en 10 dólares el gramo.

A estos más de cuatro mil millones de dólares, con la llegada de la industria médica, tocaría una expansión del negocio de entre mil -según Privateer Holdings- y dos mil millones como mínimo -según KPMG-. Aún, el crecimiento de este mercado sería más amplio si el cannabis se legalizara. Una tendencia a nivel global, al menos desde la década de los noventa -en 1995, el Ministerio de Sanidad de Israel impulsó el uso medicinal del cannabis-.



Marcha en México en favor de la legalización de la mariguana. Foto: Cuartoscuro

Para Pablo Girault, fundador de la Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante (SMART), la cuestión no es si México debiera subirse al barco del mercado del cannabis -algo que ya existe porque la gente fuma- sino que lo regule y no permita que caiga en manos de privados -lo que ya sucede de manera clandestina, generando violencia e inexistentes controles de calidad-.

“Nosotros en SMART, no proponemos que haya un mercado privado sino que sea un mercado controlado […], porque nos parece que con una sustancia que hace daño [como la mariguana], dejar que los privados compitan para atraer mercados, no va acorde con la salud pública. Nosotros proponemos que se pueda plantar, que haya clubes canábicos y que si se vendiese en farmacias, lo vendieran a través de un consorcio controlado y muy regulado, sin publicidad en los mercados”, dijo en entrevista con SinEmbargo.

Debido a la creciente liberalización de la mariguana en diferentes países como Brasil, Canadá, Croacia, Dinamarca, Estados Unidos, Inglaterra, Jamaica, Portugal, Puerto Rico, República Checa, Uruguay, además de México, entre otros, la firma especializada en el mercado del cannabis, Brightfield Group, considera que el mercado global de la mariguana legal crece a una tasa anual de 60 por ciento.

Sin embargo, como señala un artículo periodístico de la revista Business Week de 1987, escrito por Gary Becker, Premio Nobel de Economía en 1992, “la legalización de las drogas reduciría su precio en más de 90 por ciento”, aunque sin duda, “aumentaría el consumo de drogas si fueran legalizadas”.

En marzo de este año, la firma Global Financial Integrity (GFI), en su reporte Transnational Crime and the Developing World, estimó que el mercado negro del cannabis, a nivel mundial, genera entre 183 y 287 mil millones de dólares al año -lo que representa el 43 por ciento del mercado de las drogas, valuado entre 426 y 652 mil millones de dólares-.

Sólo en Estados Unidos, entre 2016 y 2021, se espera que el negocio de la mariguana legal aumente 2.5 veces [al pasar de 4 mil millones de dólares en 2016, a 14 mil millones de dólares en 2021], refieren cifras de GFI. Si a ello se adiciona el impacto general de la industria del cannabis, el mercado de entre 16 y 18 mil millones de dólares en 2016, será de entre 48 y 68 mil millones de dólares en 2021. Es decir, el negocio se triplicará.

“Ahora el mercado se está dando en reversa [del exterior al interior de México] y estamos perdiendo el mercado de aquí y el de desarrollo de algo que pudiera ser exportado”, comentó Girault. Sin embargo, apunta, “el gobierno parece no querer entrar de frente al tema para acabar con los efectos negativos [de las drogas] y desarrollar efectos positivos en algo que ya está sucediendo”. Por eso, dijo, “como país nos urge una regulación”, que si bien implica la legalización de algo “potencialmente dañino”, podría acabar con la violencia del narcotráfico y la victimización de consumidores.

Legal o no, el consumo de mariguana en México es un fenómeno que va en escalada.  En los últimos 38 años, entre 1988 y 2016, el uso de mariguana de la población mexicana de entre 12 y 65 años aumentó en al menos 84.5 por ciento [pasó de 1.03 a 1.9-2.4 por ciento de la población], según cifras comparadas de la Secretaría de Salud. En el caso de “cualquier droga”, el incremento mínimo fue de 114 por ciento [pasó de 1.23 a 2.7-3.2].


El cáñamo y la mariguana provienen de una especie de cannabis pero son muy diferentes. Las aplicaciones industriales son enormes, y el mercado millonario. Foto: Galo Cañas, Agencia Cuartoscuro.

EL CÁÑAMO: LA OTRA CARA DEL NEGOCIO

El cannabis, más allá de ser una droga ilegal, puede llegar a ser un producto básico convencional para elaborar derivados tales como textiles, fibras, champú, alimentos (semillas), papel, plástico y materiales de construcción, además de aceites y ungüentos tópicos.

La diferencia básica entre la mariguana y el cáñamo, a pesar de que ambos son productos derivados del cannabis sativa L, radica en su contenido de Tetrahidrocannabinol, mejor conocido como “THC”, que es el compuesto psicoactivo, o bien, la sustancia que hace que el consumidor “vuele alto” o se ponga “high”.

Para que una planta de cannabis sea clasificada como “cáñamo”, debe de contener un máximo de 0.3 por ciento de THC, refieren datos de la Fundación Canna, especializada en fertilizantes y plantas. La mariguana de uso corriente, por ejemplo, tiene niveles de concentración de entre 10 y 30 por ciento -dependiendo de la cepa-. Esto es, al menos, 33 veces más concentración de THC que en el caso del cáñamo.

Para Stuart Titus, presidente de Medical Marijuana Inc., compañía que en 2016 obtuvo permiso del Gobierno mexicano para importar productos de cannabidol no psicoactivos -como en el caso del aceite de cáñamo-, el “mercado mexicano va a ser al menos del tamaño del de Colorado, que fue de casi mil millones de dólares el año pasado”, reveló el Daily Post. Sin embargo, apuntó, existe la posibilidad de que el mercado mexicano alcance las proporciones del estado de California: “alrededor de siete mil millones de dólares al año”, según calcula.

Entonces, ¿de qué tamaño sería la industria de la mariguana en México si le quitaran los candados?

Sumados los valores del mercado negro nacional [4.2 mil millones de dólares al año como mínimo] y del potencial de la industria legal del cannabis [entre mil y siete mil millones de dólares], tendríamos un negocio de entre 5.2 y 11.2 mil millones de dólares cada año.

Para ponerlo en perspectiva, el monto de remesas recibido por México en 2017, según las proyecciones del Banco Mundial, es de 30.5 mil millones de dólares -situación que nos coloca como el cuarto país que más remesas recibe en el mundo-. Esta cantidad es poco más del 2.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de México.

EL ARDUO CAMINO A LA LEGALIZACIÓN

De 1920 a 2009, en nuestro país, la legislación comenzó a cambiar para prohibir el uso de drogas. No obstante, de 2015 a la fecha, la reglamentación mexicana ha sido modificada para permitir, en ciertos casos, la posesión de mariguana sin fines comerciales. Para el primer trimestre de 2018, la Ley permitirá que en México sean comercializados productos elaborados a base de cannabis.

En el caso específico de México, el camino a la legalización de la mariguana ha sido arduo. Por un lado, porque la mayor parte de la población desaprueba la medida: Hasta 2016, sólo el 29 por ciento estuvo de acuerdo con la despenalización del cannabis, refiere una encuesta realizada por Parametría. Sin embargo, en 2008, la aprobación era del siete por ciento -es decir que, con el paso del tiempo, el planteamiento es más aceptado-.

Por el otro lado, está nuestra relación con Estados Unidos: En 1940, el Presidente Lázaro Cárdenas del Río intentó legalizar el consumo de drogas en México. Seis meses después de haber emitido la enmienda legal que lo permitió, el gobierno del vecino del norte presionó para echarla atrás -y lo logró-. Esta situación, más que por cuestiones de salud, responde a un motivo meramente económico, refieren especialistas como María Mercedes Molina, historiadora de la Universidad de Caldas, en Colombia.

“Podría afirmarse que [en el siglo XX] el valor de uso [de las drogas] por cuestiones culturales o médicas, dio paso al valor de cambio por motivos económicos”, explica en su texto El cannabis en la historia: pasado y presente [2008].

Desde inicios del siglo XX, “Estados Unidos ha intervenido de manera clandestina y abierta para hacer cumplir la prohibición de drogas al sur de la frontera. A México no se le ha permitido desarrollar un enfoque independiente del uso de drogas dentro de sus fronteras ni a nivel internacional”, explica un análisis de la organización estadounidense International Socialist Review (ISR).

Como consecuencia, apunta ISR, “las políticas prohibicionistas de drogas han transformado a México en un importante cultivador, exportador y punto de transbordo para las drogas ilícitas que abastecen al mercado estadounidense”.

Según la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), se estima que México, hasta 2015, era el productor más grande de semillas de amapola con 28 mil hectáreas que producen -en potencia- 475 toneladas de opio crudo al año. A los ojos del Tío Sam, somos una “gran nación de producción y de tránsito de drogas”, por donde pasa el 95 por ciento de la cocaína que consume su pueblo.

El más reciente caso de presión en contra de la legalización, en apariencia de parte de Estados Unidos, tuvo lugar en Uruguay, que desde julio de este año, se convirtió en el primer país del mundo en regular el uso de mariguana con fines recreativos.

Dos meses después de la legalización, las farmacias uruguayas se enfrentaron a un imprevisto: bancos internacionales con filiales en el país sudamericano -Itaú, Santander, Scotiabank, entre otros- amenazaron con cerrar las cuentas de los expendios que distribuyeran mariguana.

¿Por qué razón? Estos bancos, a su vez, podrían sufrir represalias en Estados Unidos, donde a partir de 2001, luego de la aprobación del Acta Patriótica, quedó prohibido para las instituciones bancarias hacer negocios relacionados con sustancias ilegales a nivel federal -como en el caso de la mariguana-.

Esto contrasta con las proyecciones de Brightfield Group, según las cuales, el mercado de la mariguana en Estados Unidos acapara el 90 por ciento de las ventas globales legales de cannabis; es decir, un mercado valuado en 6.9 mil millones de dólares. Sin embargo, debido a la tendencia de legalización a nivel mundial, mientras el mercado internacional crecerá cuatro veces para 2021 [al pasar de 7.7 a 31.4 mil millones de dólares], el del vecino del norte decrecerá hasta perder un 57 por ciento de su valor [perderá, cuando menos, 3.9 mil millones de dólares].

La tendencia sería nociva para Estados Unidos, que según la corporación especialista en negocios Rand, es la nación que establece los precios de la mariguana. En el caso de México, la tesis de Rand propone que los productores y traficantes en nuestro país son “price takers” o “tomadores de precios” que impone el país vecino. Aquí, el cannabis mexicano cuesta entre 12 y 20 pesos el gramo. Allá son precios superiores a los 10 dólares.


(SIN EMBARGO/ EFRÉN FLORES/ DICIEMBRE 31, 2017, 7:30 PM)