A
casi dos años de su anuncio, ¿qué pasó con el Plan Nacional de Infraestructura
para modernizar a México? Expertos exigen que el gobierno explique en qué quedó,
tras la crisis financiera y escándalos de corrupción.
El
Plan Nacional de Infraestructura fue planeado bajo condiciones muy diferentes a
las que ahora se viven. Foto: Cuartoscuro
El
Plan Nacional de Infraestructura fue planeado bajo condiciones muy diferentes a
las que ahora se viven en el país, pero de origen no tenía congruencia, dicen
analistas del sector. Foto: Cuartoscuro
Ciudad
de México, 28 de septiembre (SinEmbargo).– En la presentación del Plan Nacional
de Infraestructura, el Presidente Enrique Peña Nieto afirmó: “a mayor y mejor
infraestructura, hay más oportunidades de atraer inversiones, generar empleo y
mejorar el ingreso de las familias”, y añadió que la zona sur-sureste sería la
que tendría la mayor prioridad del Plan Nacional de Infraestructura (PNI), por
ser la región “que más lo necesita”.
Se
plantearon entonces la construcción de trenes de pasajeros, acceso a Internet
de alta velocidad, pozos petroleros de aguas profundas, infraestructura para la
extracción de gas shale, plantas hidroeléctricas que aseguraran el agua
destinada a consumo humano y riego, así como protección contra inundaciones,
gasoductos, infraestructura en salud, y viviendas. Esto es, 743 programas y
proyectos de inversión, en el que seis de cada 10 pesos los pondría el Estado,
el resto sería de inversión privada.
Para
el doctor Marcelo Delajara, director de Crecimiento Económico y Mercado Laboral
del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), el actuar del Gobierno federal
demuestra poca congruencia con lo que anunció “con mucha fanfarria”: su Plan
Nacional de Infraestructura 2014-2018, “que preveía inversiones
multimillonarias durante ese periodo de tiempo, en el que incluso estaban las
obras detalladas una por una, pero que, por lo que se observó con la cancelación del Tren a
Querétaro es que ese Plan venía, de origen, con fundamentos débiles”.
Sin
duda, continua Delajara, hay poca congruencia en el tiempo de un mismo gobierno
en términos de lo que promete y lo que hace. Y si bien es cierto que la caída
en los precios del petróleo fue inesperada, el PNI está muy en entredicho, y
mínimo debería haber un pronunciamiento del gobierno en el que informe en qué
quedó.
En
esto coincide Edna Jaime, directora de México Evalúa, quien destaca que hoy la
confianza en el país está erosionada porque cada licitación se acompaña de
escándalos por conflictos de interés, al grado que la nueva Ley de Obras
Públicas, que está ahora en discusión en el Senado de la República, es llamada
ya “Ley casa blanca”.
La
inversión en infraestructura es también un motor de desarrollo social, al ser
una fuente importante en la generación de empleo. Como lo indicó en entrevista
para SinEmbargo el investigador Julio Boltvinik Kalinka, una política de
crecimiento económico es una política para mejorar e incluye la forma en cómo
se puede combatir la pobreza. Sin embargo, en este caso y de acuerdo con la
apreciación de la doctora María Fonseca Paredes, la infraestructura no coincide
con ese argumento: se ha frenado por la baja producción de las empresas y esto
se traduce también en menos empleos y salarios más bajos.
El
Gobierno federal estimó que de 2014 a 2018, el crecimiento económico se
ubicaría entre 3.5 y 3.8 por ciento anuales, pero con la implementación de las
reformas y del PNI se ubicaría en 4, 4.8, 5.1, 5.4 y 5.5 por ciento, también
para cada año. La realidad es que el pasado agosto, la Junta de Gobierno del
Banco de México (Banxico) estimó que la economía crecerá este año entre 1.7 y
2.5 por ciento, la cuarta reducción a la baja que hace en 2015. En tanto,
mantuvo la previsión para 2016 a un rango de 2.5 a 3.5 por ciento.
Analistas
de la calificadora Moody’s también se han pronunciado al respecto y sitúan un
crecimiento para el país de 2.3 por ciento para la economía mexicana para este
año y entre 2.5 a 3 por ciento para 2016. Incluso sostienen que, a este ritmo,
un crecimiento de 3 por ciento podría alcanzarse hasta finales de la década.
Pasaría
lo mismo con la Reforma Energética, de la que se verían resultados en mediano
plazo; es decir, más o menos a finales del sexenio actual.
Alertaron
que la posible caída de los convenios y otras transferencias, comúnmente
utilizadas para financiar proyectos de infraestructura, que están programadas
para disminuir 23.58 por ciento respecto al monto aprobado en 2015, puede
llevar a un aumento en el endeudamiento, dado que los estados pudieran optar
por financiar proyectos de infraestructura planeados a través de deuda.
LA CORRUPCIÓN, UN LASTRE
El
principal objetivo del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, de acuerdo con l
Tercer Informe de Gobierno, es llevar a México a su máximo potencial, es
convertirlo en una nación más próspera y equitativa.
“Con
la puesta en acción de las seis Reformas Transformadoras en materia económica,
el país cuenta con mejores condiciones estructurales para alcanzar un
crecimiento más elevado, sostenido, sustentable e incluyente, que facilite el
desarrollo y el bienestar de la población”, asegura el documento.
Y
así lo afirmó también el Presidente durante su mensaje a la Nación, en el que
se debe perseverar en la implementación de la reformas –que seguirán siendo
prioridad– para beneficiar a las familias mexicanas.
Dijo
que concluirán las grandes obras de infraestructura que tienen proyectas o que
ya están en construcción y “continuaremos edificando sobre las bases que hemos
cimentado en la primera mitad de esta administración” transformando las
instituciones y las políticas, así como cambiando las situaciones cotidianas de
inseguridad, injusticia y corrupción.
Para
organizaciones civiles, el escenario con menos obra pública, aunado a débiles
mecanismos de transparencia, puede profundizar la percepción de corrupción que
rodea al Gobierno federal.
“La
confianza está erosionada porque cada obra pública importante está acompañada
de un escándalo”, destacó Edna Jaime, directora de México Evalúa, al respecto
de la Ley de Obras Públicas que está por votarse en el Senado de la República,
y que especialistas han bautizado como “Ley casa blanca” o “Ley OHL”.
En
el mismo sentido, Eduardo Bohorquez, director de Transparencia Mexicana, alertó
que dado que el gasto público se irá reduciendo, las condiciones de competencia
al rededor de los contratos podrían ser también más delicadas.
“No
habrá más competencia, necesariamente, pero sí puede haber una competencia
desleal que siempre incorpora a la corrupción. Menos recursos significan menos
proyectos, y más jugadores que buscarán atajos para obtenerlos. Preocupa que el
próximo año se tenga un presupuesto acotado y que quienes quieran encontrar la
ruta fácil de la corrupción logren hacerlo de manera legal. La corrupción puede
legalizarse en México a través de instrumentos como éste”, expuso.
En
abril de 2014, Peña Nieto sostuvo que la infraestructura actual era
insuficiente; 2015 fue un año de recortes presupuestales y de perspectivas de
crecimiento corregidas continuamente a la baja. Para 2016, estas tendencias
continúan y las principales reformas parecen no avanzar.
LO QUE SERÍA EL PNI
-Sector energía
El
Presidente, en uno de los gasoductos de Salina Cruz, Oaxaca. Foto: Cuartoscuro
Según
el Statistical Review of World Energy, en 2013, México ocupó el lugar 6 a nivel
mundial en producción de petróleo crudo y el 14 en producción de gas natural.
El objetivo del PNI en este ámbito, era el de asegurar el desarrollo óptimo de
la infraestructura para contar con energía suficiente, con calidad y a precios
competitivos.
Para
este sector se planearon 93 proyectos como centrales eólicas, gasoductos,
subestaciones eléctricas, redes y líneas de transmisión, construcción y
remodelación de plantas, terminales de almacenamiento, ductos, etcétera.
El
financiamiento sería a través de la instrumentación de la reforma energética
“será posible atraer inversiones complementarias que permitirán mantener el
superávit energético”.
“El
aumento en la inversión estará logrado tanto al incremento del PIB generado por
el efecto combinado de las distintas reformas estructurales en proceso de
instrumentación y por las oportunidades
de negocios que se abren bajo el nuevo marco legal y regulatorio del sector
energético en nuestro país”, puede leerse en el documento que desglosa el PNI.
Se
preveían entonces hasta 20 mil millones de dólares anuales de 2015 a 2018 a
partir de la Reforma.
Sin
embargo, la realidad ha sido diferente. La energética, en la que más se han
invertido esfuerzos, tuvo un primer descalabro el pasado 15 de julio, al
adjudicar solo 2 de los 14 bloques de exploración y extracción de
hidrocarburos. La empresa que los ganó, el consorcio integrado por Sierra Oil
& Gas S. De R.L. de C.V., Talos Energy LLC y Premier Oil PLC, fue creada
apenas en 2014, “es la primera empresa mexicana independiente de petróleo y
gas”– según la descripción de su página de Internet– y recibió recursos por 75
millones de dólares de Infraestructura Institucional, entonces propiedad de
Jerónimo Gerard Rivero, cuñado del ex Presidente mexicano Carlos Salinas de
Gortari.
La
Ronda Uno fue, o es, el primer paso histórico para abrir los hidrocarburos al
capital privado, luego de décadas de férreo control estatal. Representa,
además, la consolidación de la Reforma Energética, parte del paquete de
“cambios estructurales” promovidos por el Presidente Enrique Peña Nieto.
-COMUNICACIONES Y TRANSPORTES
En
el Índice de Competitividad Global de 2012 del Foro Económico Mundial, México
ocupa el lugar 50 en carreteras, 60 en ferrocarriles, 64 en puertos y 64 en
aeropuertos de un total de 144 países. Asimismo, ocupa el lugar 81 de 142
países en infraestructura de telecomunicaciones y contenido digital conforme al
índice de conectividad.
En
el discurso, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), presidida por
Gerardo Ruiz Esparza, se ha enfatizado en la importancia de fomentar la
construcción de nueva infraestructura de transporte, sobre todo, al
ferroviario, al que se le han destinado en dos años, 15 mil 878 millones 400
mil pesos.
Gerardo
Ruiz Esparza ha sido un de los personajes relacionados en la presunta red de
corrupción de OHL. Foto: SCT
Entre
los proyectos ferroviarios propuestos en el PNI están el Tren de Alta Velocidad
México-Querétaro, el Tren Interurbano México-Toluca, el Tren Transpeninsular,
la Ampliación del Sistema del Tren Eléctrico Urbano en la zona metropolitana de
Guadalajara, la implementación de Transporte masivo en el Oriente del Estado de
México, la Línea 3 y 4, y Ecovía en Monterrey, la modernización del transporte
público de la región Lagunera y Sistema de Transporte Articulado en Tijuana.
En
lo que respecta a Telecomunicaciones, entre los principales proyectos están la
Red Compartida, que tiene un costo de 130 mil millones de pesos; Proyecto
México Conectado, que busca dotar de Internet todas plazas públicas del país,
para el que se destinaron 18 mil 600 millones de pesos; y el Sistema Satelital
Mexsat, con el que se haría el despliegue de tres satélites de vanguardia
tecnológica y alta capacidad.
Otros
como agilizar el despliegue de redes a través de la reutilización infraestructura,
la Transición Digital Terrestre y la puesta en marcha el Programa Nacional de
Espectro Radioeléctrico (que incluiría las bandas de 700 MHz y 2.5 GHz).
Sin
embargo, analistas han señalado que estas políticas públicas, que tienen como
principal objetivo el acercamiento de contenidos audiovisuales de mejor calidad
y alcanzar una mayor cobertura de telefonía e Internet, al quedar en manos de
la SCT, han fallado en su implementación, además de que por su alto costo, el
entorno económico también pone en la cuerda floja una puesta en marcha
satisfactoria.
Ernesto
Piedras, director General del Competitive Inteligence Unit, consultoría
especializada en regulación de telecomunicaciones, considera que los objetivos
de la reforma son ambiciones muy altas que se buscan implementar con mecanismos
aceleradores.
“Se
pone la fecha y se intenta forzar al sistema para llegar al objetivo. Eso lleva
al fracaso de Tijuana –en la primera edición del apagón la red analógica–, que
poco tiempo después se encendió de nuevo porque no estaban listas las
condiciones”, dice el experto.
Sostuvo
que un factor que durante la discusión de la Reforma y sus leyes secundarias no
se previó fue el de las finanzas públicas y la situación de la economía
mexicana, y que ahora pueden dificultar la calendarización. “Esta
administración va en un buen cauce, pero se tiene un récord de postergación en
las fechas”, agregó.
En
este sector se ha advertido una especie de castigo en las inversiones, factor
que contribuyó a que México tenga el precio por megabit por segundo, de 1.69
dólares, el más caro de todos los países de la Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económicos (OCDE). Este precio es aproximadamente tres veces
más caro que el promedio entre los países miembros, aunado a los bajos niveles
de penetración de banda ancha fija y móvil, poco interés de servidores de
llegar a regiones marginadas, baja
calidad, baja cobertura y altos costos.
-SECTOR HIDRÁULICO
A
principios de 2013, el país contaba con infraestructura hidráulica relevante:
más de 5 mil presas y bordos para el almacenamiento de 138 mil millones de
metros cúbicos de agua para atender las necesidades de consumo humano e
industrial, generación de electricidad, uso agrícola y otros usos. En lo que
corresponde a las plantas potabilizadoras, se tienen registradas 699
instalaciones con una capacidad instalada total de procesamiento de 135 mil 135
litros por segundo.
El
objetivo para este sector, era el de incrementar la infraestructura hidráulica,
tanto para asegurar agua destinada al consumo humano y riego agrícola, como
para saneamiento y protección contra inundaciones.
Los
proyectos del PNI (en total 23), son canales, más acueductos, plantas de
tratamiento, túneles emisores y la construcción de la tercera línea del Sistema
Cutzamala. La fuente de financiamiento corre por parte de los Gobiernos
estatales, municipales e iniciativa privada. Según el documento, la Comisión
Nacional del Agua (Conagua) enfatizaría en esta última, para dar la oportunidad
de “potenciar” los recursos del gobierno.
Uno
de los principales era el de Monterrey VI Región Norte, con el que se pretendía
mejorar el abasto e incrementarlo, a través de un acueducto que tomará agua del
río Tampaón. La inversión era de 18 mil 283 millones de pesos.
El
proyecto está en manos de Concretos y Obras Civil del Pacífico, filial de Grupo
Higa, y también fue una de las promesas de Enrique Peña Nieto como candidato a
la Presidencia. Organizaciones civiles consideran que esta obra no es
necesaria, pues la licitación se hizo bajo la premisa de que la zona a la que
abastecerá enfrenta escasez de agua, cuando estudios técnicos comprueban que
sin el acueducto, la zona cuenta con el vital líquido suficiente hasta el año
2030.
-SECTOR SALUD
Según
la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), en 2011
México contaba con 1.7 camas por cada mil habitantes, mientras que el promedio
para los países miembros de la OCDE es de 4.8, por tal razón, se planeaba
fortalecer y optimizar la infraestructura interinstitucional en salud para
garantizar el acceso efectivo a servicios de salud con calidad.
Se
contemplaban nuevas torres de hospitalización, hospitales, fortalecimiento de
la infraestructura, nuevos institutos, producción de vacunas; 38 proyectos en
total.
Según
el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social
(Coneval), alrededor de 21.8 millones de personas viven con carencia en
servicios de salud; en dos años, la política sólo benefició a 3.5 millones de
personas, y acotó que un factor no evaluado era la calidad de los servicios.
Otro
factor a considerar es el del presupuesto que se prevé otorgar en 2016, que
estima una reducción de 5 mil 181 millones de pesos en comparación con lo
aprobado en 2015, lo que para el Centro de Investigación Económica y
Presupuestaria (CIEP), evidencia que el gasto que México destina a salud está
muy por debajo del promedio que los países mas desarrollados gastan en este
rubro.
-TURISMO
Este
sector que abona al crecimiento económico nacional, es puerta de entrada de
divisas y genera empleos. Si bien es un sector que camina conforme la buena
aplicación de otros también requiere de atención ya que, por ejemplo, algunas
zonas son las que más basura generan en el país.
Los
proyectos fueron: rescate de playas, rehabilitación de centros históricos,
programas de apoyos a pueblos mágicos, protección de patrimonios, construcción
de centros de convenciones, modernización de puertos, nuevos accesos
carreteros, destinos sustentables.
(SIN
EMBARGO.MX/ Daniela Barragán /septiembre 28, 2015 - 00:05h)