domingo, 8 de febrero de 2015

“LEVANTA” COMANDO ARMADO A 19 PERSONAS EN COCULA


Levantan a 19 personas en la carretera Cocula-Nuevo Balsas; se los llevan hombres armados vestidos de militar

*Entre los secuestrados hay trabajadores de la minera canadiense Media Luna; según una versión son 12 de ellos. También está una mujer. Fuerzas del Ejército, Policía Federal y Gendarmería, así como la Policía Comunitaria del lugar, los buscan desde la noche del viernes. Vecinos de Nuevo Balsas pararon los trabajos de la mina para exigir al gobierno federal seguridad para esa comunidad y la fundición, real de limón, Azcala, San Nicolás y Las Mesas

Iguala.- Hombres armados, encapuchados y con vestimenta tipo militar, levantaron la noche del viernes a 19 personas, entre ellos una mujer y trabajadores de la empresa minera Media Luna, a los cuales interceptaron en la carretera Cocula-Nuevo Balsas en la comunidad de Alcalmantlila y los bajaron de una Urvan del servicio público y de otros vehículos particulares, informó un vecino de Balsas.

Ayer, efectivos de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) de la Procuraduría General de la República (PGR), agentes del Ministerio Público federal, y efectivos del del Ejército y de la Gendarmería Nacional realizaron operaciones de búsqueda de las personas plagiadas en patrullas y a pie, así como por aire con el apoyo de un helicóptero.

Asimismo policías comunitarios de Nuevo Balsas instalaron retenes de vigilancia en las entradas y salidas del poblado armados con escopetas y machetes.

En la noche se informó que pobladores de Nuevo Balsas pararon los trabajos de la mina Media Luna para exigir seguridad al gobierno federal para las comunidades de Nuevo Balsas, La Fundición, Real de Limón, Azcala, San Nicolás y Las Mesas.

Un poblador de Nuevo Balsas consultado vía telefónica al término de la asamblea realizada la mañana de ayer en la comisaría del pueblo, encabezada por el comisario municipal Juan Salgado Delgado, confirmó que 19 personas fueron levantadas la tarde del viernes en la carretera estatal Cocula-Nuevo Balsas cerca de las 7 de la noche frente a la comunidad de Alcalmantlila, ubicada a unos 30 minutos de la cabecera municipal de Cocula y a mitad del camino para llegar a Balsas.

Dijo que un comando de hombres encapuchados y con ropa tipo militar interceptó la camioneta Urvan del servicio público en la que viajaban, así como otros vehículos particulares que transitaban por la carretera.

La fuente consultada informó que entre los 19 levantados hay gente del pueblo y trabajadores de la minera de filial canadiense Media Luna, y que hasta la tarde de ayer no habían pedido algún rescate por su liberación.

Indicó que las personas viajaban en la última camioneta de servicio público que sale de Iguala a Nuevo Balsas, pasando por la cabecera municipal de Cocula, y los encapuchados se llevaron a algunos pasajeros, así como a personas de automóviles particulares que pasaron por ese punto cerca de las 7 de la noche del viernes.

Hasta la tarde de ayer, no se habían dado a conocer los nombres de las personas y dijo que se desconocía el número de trabajadores de la minera.

LAS VERSIONES DE LAS AUTORIDADES

Por separado, en declaraciones por la tarde vía telefónica, el alcalde priista de Cocula César Miguel Peñaloza Santana, quien ya fue citado a declarar en dos ocasiones por la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) por el caso Ayotzinapa, informó que en una plática telefónica que tuvo con el gerente de Media Luna, José Luis Peralta, éste le dijo que no tenía conocimiento del plagio de sus trabajadores.

Señaló que la noche del viernes hubo una  operación de efectivos de la Gendarmería Nacional ante la denuncia del plagio de personas y mencionó que para la media noche del viernes los efectivos federales le informaron que había sido una “falsa alarma”.

Un reporte hecho llegar al número de emergencia 066 de manera anónima y al cual este corresponsal tuvo acceso, indica que a las 6:00 de la tarde del viernes se informó que varios hombres armados, encapuchados con vestimenta tipo militar habían interceptado una Urvan del servicio público de la ruta Iguala-Nuevo Balsas.

El reporte indicó que de la Urvan los pistoleros bajaron a una mujer y cinco hombres a los cuales se llevaron en camionetas con rótulos de la minera Media Luna, que habrían sido robadas momentos antes a trabajadores de la empresa, de los cuales 12 habían sido “secuestrados”.

Otra versión que se dio a conocer a las 8:40 de la noche del viernes a través de un mando de la Gendarmería Nacional de apellido Rodríguez, confirmó que 15 personas, cuatro de ellas originarias de Nuevo Balsas y 11 de otras comunidades de Cocula, entre ellos una mujer, habían sido privadas de su libertad por hombres armados, encapuchados con vestimenta tipo militar.

Este informe del policía tercero Rodríguez indica que los plagiados iban en una Urvan con dirección a Nuevo Balsas, y sólo dejaron libres al chofer y a un menor de edad, y que este último dio la información a las autoridades. Los plagiarios se llevaron al resto de los pasajeros.

Cerca del mediodía de ayer, unos 200 pobladores de Nuevo Balsas retuvieron una camioneta de efectivos de la SEIDO en la entrada a la comunidad a quienes les exigieron mayor seguridad para la comunidad que ha sido azotada desde hace un año por grupos de la delincuencia organizada que secuestran, levantan, extorsionan y asesinan a la gente.

En un video publicado en Facebook, se observa que los pobladores reclaman a un grupo de unos seis efectivos federales, y una mujer mayor, quien se identifica como tía de una mujer levantada el viernes, les grita a los agentes: “no nos dejen desprotegidos señor, todo el pueblo tenemos miedo”.

Un uniformado, que se identifica ante los pobladores como agente del Ministerio Público federal –sin dar su nombre–, informa que la PGR, Ejército, Policía Federal y Gendarmería ya realizaban operaciones de búsqueda de las personas levantadas, así como de los plagiarios por aire y tierra.

Pidió a los pobladores que les dieran de forma anónima cualquier información relacionada con la ubicación de los plagiarios, “dennos un voto de confianza”, decía.

Un hombre pidió a los federales mayor seguridad y reclamó el abandono de las autoridades durante más de un año, periodo en el que dijo la delincuencia los ha afectado severamente “y ustedes no han hecho nada para resolverlo”.

Responsabilizó a las corporaciones policiacas y el Ejército de la desaparición de las personas “por no haber actuado en tiempo”.

Entre la multitud se veían camionetas con rótulos de la minera Media Luna y trabajadores de esa empresa.

INFORMAN DEL SECUESTRO EN CHILPANCINGO

A medio día en Chilpancingo, el interlocutor de la Policía Comunitaria y de la minera Media Luna en Cocula, Juan Zúñiga Méndez, confirmó la desaparición de 10 a 15  personas, entre los que se encuentran mineros, policías comunitarios y habitantes de las comunidades Nuevo Balsas, Real del Limón y La Fundición municipio de Cocula, Guerrero.

En conferencia de prensa en un restaurante de la capital del estado, estuvieron presentes el presidente del Consejo Coordinador Empresarial Guerreros Comprometidos por el Bienestar, Fernando Jesús Meléndez Cortés, y Juan Zúñiga Méndez.

Juan Zúñiga informó que desde hace tres años trabaja en las comunidades donde está asentada la minera Media Luna, aclaró que no representa a la empresa, sólo es un agente para dar el servicio agropecuario a los pescadores, agricultores y ganaderos de la zona.

Explicó que la madruga del sábado recibió una llamada del comandante de la Policía Comunitaria de la comunidad de Nuevo Balsas, Marcos Valentín Ramírez, quien le comunicó su preocupación debido a que sobre la carretera que comunica Cocula y el Nuevo Balsas –probablemente a 300 metros de la minera Media Luna– levantaron a varios comunitarios, empleados de la minera y a habitantes de la región, quienes viajaban a bordo de una Urvan de servicio particular.

De acuerdo con la información que le proporcionó Valentín Ramírez, son de 10 a 15 personas y algunos empleados de la minera. “El saber que secuestraron personas de la empresa es más preocupante” porque es el primer caso que ocurre, y nunca habían tenido problemas de ese índole en la zona.

Comentó que el comandante de la Policía Comunitaria le pidió que reportara públicamente la desaparición de las personas, y posteriormente salir a denunciar ante las autoridades, ya que consideró que  “los medios de comunicación son el vínculo para llegar hasta lo más recóndito de la población”, enfatizó Zúñiga Méndez.

Además denunció que durante los últimos meses otros casos que se han suscitado en la zona es el secuestro de 15 a 20 personas que se dedicaban al comercio, quienes desaparecieron de la región presuntamente a manos del crimen organizado.

Reveló: “hay mucha gente que ha salido de sus localidades, el clima de inseguridad en la región, ha provocado que en los últimos tres años unas 100 familias han sido desplazadas”.

La única zona que está resguardada por la Gendarmería es la cabecera municipal que es Cocula. Añadió que a raíz de los hechos ocurridos entre el 26 y 27 de septiembre en Iguala, donde fueron desaparecidos 43 estudiantes, la situación de la inseguridad se había tranquilizado.

Recriminó que después de este hecho –el secuestro de las personas–  ya no haya condiciones de seguridad en la región.

Relató que desde junio del año pasado se integró la Policía Comunitaria, la cual está avalada por las autoridades municipales, y ha estado trabajando coordinadamente con las fuerzas federales. Pero recriminó que están aislados a pesar de todo, puesto que no hay el refuerzo permanente para erradicar totalmente la delincuencia.

Por su parte, Méndez Cortés añadió que la empresa en la zona es muy importante, porque creará varios empleos directos e indirectos.

“Es una empresa que viene a dejar una derrama económica importante para todo el estado”, dijo, y exigió que las autoridades hagan su trabajo, “para que brinden seguridad, si no la inversión que genere dicha empresa se irá del estado”, destacó.


(EL SUR DE ACAPULCO/ / ALEJANDRO GUERRERO/ FEB 8, 2015)

ALCALDESA PIDE AUXILIO A CHONG


MATAMOROS, Tamps.-  Ante los acontecimientos de violencia que se han sufrido en los últimos días en el municipio de Matamoros, Tamaulipas, la alcaldesa Norma Leticia Salazar Vázquez, solicitó el apoyo de la Secretaría de Gobernación y de la Procuraduría General de la República para atender la ola de violencia.

Mediante un comunicado, la presidenta municipal de extracción panista dio a conocer que solicitó el apoyo del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y de Jesús Murillo Karam, procurador general de la República, para atender los hechos.

El trabajo coordinado que hemos mantenido con las fuerzas federales nos permite informarles que la situación compleja que se presentó anoche con enfrentamientos entre la delincuencia organizada y las corporaciones federales nos ha dejado un panorama de tensión, por lo que se mantendrán patrullajes terrestres y aéreos para salvaguardar la integridad de las familias de Matamoros”, se indicó en la postura oficial.

Por ello, señaló, como gobierno y conscientes de la responsabilidad que tenemos con nuestra gente hemos informado de manera oficial de lo acontecido al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y al procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, pidiendo su intervención para reforzar la seguridad en Matamoros.

Se da a conocer que Salazar Vázquez mantuvo conversación con Osorio Chong para pedirle apoyo en el tema de seguridad, por lo que se espera una respuesta positiva en breve.

Nos mantendremos trabajando de la mano con las fuerzas federales de manera permanente para lograr la paz y la tranquilidad que necesitamos todos”, concluye el comunicado.

Esta medida luego de la serie de enfrentamientos y bloqueos la tarde del 3 de febrero en Reynosa, Valle Hermoso y Matamoros, entre personal de fuerzas federales y civiles armados, que ha dejado al menos 15 muertos.

El gobierno municipal de Matamoros en Tamaulipas decidió posponer el 4 de febrero el evento semanal denominado Miércoles Ciudadano, como consecuencia de la situación de violencia registrado ayer martes.

Mediante un aviso, la administración encabezada por la alcaldesa, Norma Leticia Salazar Vázquez informó a los ciudadanos matamorenses sobre la decisión para resguardar la integridad de las personas.

El documento emitido señaló que “el programa Miércoles Ciudadano no se llevará a cabo este 4 de febrero de 2015, sino hasta nuevo aviso”.


(NOTIVER/ REDACCION/ 08 February, 2015 09:40:00)

TRACA TRACA EN VERACRUZ


* Esto se dio en las calles de Isabel La Católica y Diego de Ordaz en el fraccionamiento

En calles del fraccionamiento Reforma de Veracruz, un grupo de la Policía Federal, especializado en antisecuestros, realizaba investigación de algunas privaciones de la libertad, cometidos en la zona conurbada, cuando se toparon un vehículo con características similares a los boletinados, generándose un intercambio de disparos.  

 En el intercambio de disparos un automóvil resultó afectado,  quedando adentro del mismo una persona fallecida. Un elemento de la PF también resultó herido. 

La persona finada se desconoce si se trató de un secuestrador o un civil que fue alcanzado por alguna bala.
Esto se dio en las calles de Isabela La Católica y Diego de Ordaz en el citado fraccionamiento.

Los Policía Federal iban en un carro particular, haciendo labores de investigación cuando se toparon un carros sospechosos, al parecer con características similares a los boletinados para cometer ilícitos, por lo que les marcaron el alto, pero fueron agredidos a disparos por los civiles que viajaban en ellos.

Los federales repelieron la agresión, pidiendo apoyo de otras corporaciones policiacas. Los agresores se dieron a la fuga con rumbo desconocido.

Al lugar llegaron  patrullas de la SSP, Policía Naval, SEMAR  y SEDENA. La zona fue asegurada, mientras que el oficial herido fue trasladado a una clínica para su atención, reportado como fuera de peligro.

En el sitio fueron asegurados dos carros, y un uno de ellos estaba una persona del sexo masculino fallecido.

Los elementos de Servicios Periciales, Policía Ministerial, y la agente segunda del Ministerio Público realizaron las diligencias del levantamiento del cuerpo, casquillos y vehículos. El cuerpo del civil fallecido fue enviado al Forense para la autopsia de ley.

La persona finada se desconoce si se trató de un supuesto secuestrador o un civil que fue alcanzado por alguna bala. Hasta el momento se desconoce a detalle, ya que la autoridad oficial no ha revelado dato alguno por secrecía de la investigación.

Para a completar la tensión del asunto que estaba llevándose en ese fraccionamiento, la agente segundo Ministerio Público se puso muy prepotente, ya que llegó tarde a la escena del crimen y echó del sitio a los elementos de la Secretaria de la Defensa Nacional y a los representes de los medios de información.


(NOTIVER/REDACCION/ 08 FEBRUARY, 2015 07:30:00)

KIM KARDASHIAN VUELVE A MOSTRAR EL TRASERO EN REVISTA



La esposa del rapero Kanye West aparece en una sesión fotográfica para 'Love' 'como Dios la trajo al mundo', y aparentemente sin retoques

CIUDAD DE MÉXICO, 7 de febrero.- La socialité Kim Kardashian vuelve a mostrar sus curvas, esta vez para la revista Love.

La esposa del rapero Kanye West aparece completamente desnuda, y aparentemente sin retoques en la sesión fotográfica.

Con el título Nothing butt Prada, las imágenes tomadas por el fotógrafo Steven Klein muestran a la socialité de 34 años burlándose de las producciones de alta moda, con accesorios y ropa de la famosa casa de alta costura.

Las fotos dejan al descubierto como nunca su cuerpo, y en especial su famoso trasero, que durante mucho tiempo no quiso exponer.

Ahora que volvió a estar en forma, Kim Kardashian perdió el miedo a desnudarse, y es más que seguro que estas no serán las últimas fotos que realice.


(EXCELSIOR/ Redacción / Fotos: Love/ 07/02/2015 19:21)

VIDEO: LEÓN ATACA A ENTRENADORA DURANTE UNA FUNCIÓN CIRCENSE


Faten El-Helw bailaba frente a la concurrencia cuando un león se le fue encima durante una función de circo en Tanta, Egipto

EL CAIRO, 7 de febrero.- Un video muestra el momento en que un león ataca a su entrenadora durante una función de circo en Egipto.

En el video, subido a YouTube ayer viernes, se observa a la entrenadora Faten El-Helw bailando enfrente de una concurrida audiencia en la ciudad de Tanta, antes de que el felino la ataque.

Se pueden escuchar gritos mientras otro león es llevado a un túnel de seguridad por otro entrenador.

La entrenadora que fue atacada resultó con lesiones y fue llevada a un hospital.

Su esposo, Ibrahim El-Hewl, quien también era entrenador, murió atacado por uno de sus animales en 2004.


(EXCELSIOR/ Redacción/  07/02/2015 21:55) 

ESTUDIANTE QUE APARECIÓ EN VIDEO PORNO HABLA TRAS ESCÁNDALO



La chica confesó al NY Daily News que el día que realizó el video porno en la biblioteca hizo más de 700 dólares en la página web para adultos MyFreeCams

SALEM, 6 de febrero.- Kendra Sunderland dio sus primeras impresione, en exclusiva para el diario NY Daily News, sobre el escándalo que desató a nivel mundial en redes sociales por el video porno que grabó en la biblioteca de la Universidad de Oregon en enero pasado.

La joven dijo al diario neoyorquino que desde niña soñó con posar para Playboy y que su meta es convertirse en modelo profesional. En la entrevista, la chica reveló que el video difundido es sólo uno de varios que grabó para el portal MyFreeCams, un sitio para adultos en donde miles de usuarios realizan actos sexuales en vivo.
 
Sunderland dijo que antes de dedicarse a hacer videos eróticos pidió trabajo en varias cafeterías y restaurantes, pero no la aceptaron en ninguna, por lo que decidió empezar a trabajar en MyFreeCams, en donde en su mejor día (el día de enero en el que se grabó tocándose y masturbándose en la biblioteca escolar, a petición de un usuario) hizo más de 700 dólares.

Yo no soy como otras chicas que se sienten inseguras con su cuerpo, yo siempre he sido de las que no tiene miedo de enseñar, así que no me sentí rara al respecto”, añadió la joven ex estudiante.

Sobre cómo lo tomaron sus padres, la chica dijo que su mamá estaba sorprendida porque amigos y familiares le decían que algo le había pasado, por lo que imaginó lo peor. Al enterarse de lo que realmente se trataba sólo le retiraron la ayuda escolar que le daban, pero la joven asegura que “no están enojados”.

La chica de 19 años declaró que no sabe quién ni por qué subieron el video de la sesión porno al sitio de adultos PornHub.
 
Sunderland fue despedida de MyFreeCams por haber violado los códigos del sitio, no hacer pornografía en sitios públicos, pero eso no intimida a la joven, pues ahora es más popular que nunca.

La joven publicó, el lunes pasado, una sensual imagen en lencería a través de su cuenta de Twitter, @Meowmeows18, en donde el número de seguidores se ha multiplicado en varios miles.


(EXCELSIOR/ Redacción / Foto: Twitter/ 06/02/2015 15:24) 

LA REINA DEL PACÍFICO: “CALDERÓN SE CREYÓ LA LEY”


 “En la cárcel la palabra ‘no’ está prohibida. Aquí sólo cuenta el ‘sí’, ‘sí’, ‘sí’. Libre, gritaría ‘no’ todos los días”, le dijo Sandra Ávila a Julio Scherer García cuando le platicaba su vida y su desgracia, como quedó plasmado en el libro La Reina del Pacífico: es la hora de contar (2008), del fundador de Proceso. Y Ávila dijo muchas cosas más: “…el día de mi captura, Felipe Calderón se lanzó en mi contra. Olvidó que es presidente y me acusó sin pruebas. Dijo que soy enlace con los cárteles de Colombia. Se creyó la ley. El poder no es para eso”.

MÉXICO, D.F. (Proceso).- Yo no oculto mi vida. Digo lo que soy. Pero el gobierno sí la oculta. Dice lo que no soy. Todavía le sirvo para su propaganda. La Reina del Pacífico, personaje a lo Pérez-Reverte, en una cárcel mexicana, nada menos. Un gol, como diría Felipe Calderón, expresión que lastima, frívola en la dolorosa realidad cotidiana. La tragedia, la lista de muertos que crece todos los días, no es asunto del futbol. Pero mi imagen pública se irá gastando hasta agotarse. El gobierno no podrá probar que soy delincuente porque no lo soy. Entonces enfrentará su propia disyuntiva: la cárcel, la infamia que no podrá ocultar o mi libertad.

–He leído que en ningún sitio se piensa más en la libertad como en la cárcel. Encerrada, ¿qué piensa usted de la libertad?

–Pienso más en la injusticia que en la libertad.

–Pero. ¿qué piensa de la libertad?

–La pienso como un sueño, amar con alegría y saberme dueña de mis decisiones. En la cárcel la palabra “no” está prohibida. Aquí sólo cuenta el “sí”, “sí”, “sí”. Libre, gritaría “no” todos los días.

Sandra Ávila sigue la información que se ocupa del narco y todo lo que le atañe. No les cree a los medios, menos que a ninguno a los noticieros de la televisión. “Su manipulación la he sufrido, me consta”, dice. Pero la noticia “sin rollo” la atrapa y así sean unos minutos puede escapar del síndrome carcelario, la depresión.

Cuenta:

–Anoche vi al presidente en la tele. Dijo que la guerra contra el crimen organizado será cruenta y larga, pero sin duda la ganará el gobierno y ya la va ganando. Yo no creo que así vayan a darse las cosas.

–¿Por qué? –acudo a la pregunta lineal.

–El narcotráfico y la corrupción forman parte de un mismo problema. Se alimentan.

–Causa y efecto, efecto y causa, causa y efecto, efecto y causa, hasta que acaban siendo lo mismo –interrumpo.

–Sí, creo que sí. No hay manera de combatir el crimen organizado sin combatir la corrupción del gobierno. La guerra es una sola y no habrá manera de ganar media guerra.

En el diálogo también preguntan los ojos, las manos, el comportamiento del cuerpo. Escucho, en el silencio de las palabras un “¿usted qué opina?”.

Pienso que la corrupción está en el origen de los males que agravian a una nación que alguna vez soñó que podría acercarse a la equidad. La corrupción genera corrupción y en México ha sido imparable. Ha crecido, me parece, en proporciones geométricas.

Y digo a Sandra Ávila:

–Largo tiempo debió transcurrir para que el país descendiera a los niveles de corrupción en los que ahora se encuentra y muchos años habrán de transcurrir para que pueda limpiarse la costra dura que impide la salida de la sangre envenenada.

Callo. Para qué más.

Sandra Ávila:

–Yo pienso que el gobierno de Calderón se entendió con el gobierno de Fox, juntos al final de cuentas. Vicente Fox y Marta Sahagún vivieron como quisieron y robaron como les dio la gana. Ahora, ni quien se meta con ellos.

–¿Habla usted con rencor?

–No podría evitarlo. Me aprehendieron hace 10 meses y aquí estoy. Ni culpable ni inocente, de un lado para el otro. Llevo ya 300 días en la cárcel, 300 pequeños infiernos de un infierno grande. Pero no hablo con odio. Querría que se acabaran esas matanzas que van a durar y durar. Pesa el rencor. Han destruido mi vida y contra eso tendré que luchar. Me marcaron. Me tengo que limpiar.

Con una voz que raspa, dice:

–El día de mi captura, Felipe Calderón se lanzó en mi contra. Olvidó que es presidente y me acusó sin pruebas. Dijo que soy enlace con los cárteles de Colombia. Se creyó la ley. El poder no es para eso.

“En mi caso, sus palabras las sentí como una avalancha que se me venía encima. Llegó a decir que soy una de las delincuentes más peligrosas de América Latina y en su ignorancia me llamó la Reina del Pacífico o del Sur, así, literalmente, una u otra. Cualquiera sabe que la Reina del Sur es un personaje de ficción del escritor Pérez-Reverte y yo de ficción nada tengo, que de carne y hueso soy. En términos parecidos, Felipe Calderón se lanzó contra Juan Diego Espinosa.

“¿Qué derecho le asistía para abusar del poder como lo hizo? Además, poco sabe de esos asuntos. ¿Tiene idea de que a los capos los resguardaban decenas, centenares de guardaespaldas y que en mi caso no hubo quien me protegiera, un solo hombre, una sola escolta, siendo, como dijo, una de las figuras más importantes del narcotráfico en América Latina? ¿Tuvo en cuenta que, peligrosísima como soy, fui aprehendida en el Vips de San Jerónimo, sin un solo jaloneo? Calderón me citó con mi nombre y mi nombre lo infama. Yo siempre podré decir: me marcó. Y él no podrá negarlo. Con él, el abuso del poder se da con todas las ventajas. Un presidente, nada menos, que condena desde sus alturas inaccesibles.”

–Usted es leyenda y, le guste o no le guste, se le conoce como la Reina del Pacífico. ¿De dónde parte la historia, un capítulo de su vida?

–Yo era conocida por mi manera de ser, sociable y amiguera. También por mis parejas. Alternaba con los hombres y me consentían. El día de mi consignación por la Procuraduría de la República todo cambió. Mi casa de Guadalajara fue allanada. También la de mi mamá. Se me involucró con un barco, denunciado por la DEA, que transportaba droga; y el escritor Arturo Pérez-Reverte tuvo éxito internacional con La Reina del Sur. La heroína de su libro, Teresa Montoya, es de Culiacán, y yo había vivido en Culiacán, y soy de Tijuana, pero también soy de Culiacán. Mi asunto, la captura escandalosa y simple en un Vips, llegó a la procuraduría y se habló de mí. Me cuenta Ricardo Sodi, mi abogado, que precisamente en la Procu se habló del seudónimo.

“En 2004 se escuchaba un corrido a la Reina del Pacífico. El corrido se llama ‘Fiesta en la Sierra’. Los Tucanes de Tijuana no estuvieron ahí, pero alguien tuvo que contarles, narrarles exactamente cómo fue la fiesta, porque en verdad la letra estuvo muy apegada a lo que ocurrió. Más tarde, para halagarme, algunos amigos me regalaron ese corrido en bonita letra escrita.”

–¿Por qué no lo canta? Cántelo, señora.

Su silencio es para ella.

El corrido completo, cantado por Los Tucanes, subraya la convivencia entre narcotraficantes y federales.

Sandra Ávila fue detenida el 28 de septiembre de 2007. El 29 de septiembre de 2007, el Ministerio Público de la Federación adscrito a la Subprocuraduría de Investigaciones Especiales en Delincuencia Organizada (SIEDO­), informó del ejercicio de la acción penal en contra de la Reina del Pacífico, quien fue recluida en el Centro de Readaptación Social Femenil Santa Martha Acatitla,­ por su probable comisión de los delitos de delincuencia organizada, contra la salud en la modalidad de fomento para posibilitar la ejecución de dicho ilícito y operaciones con recursos de procedencia ilícita.

–La víspera de mi captura dormí mal. A las 9:30 de la mañana recordé un pendiente. Unos amigos me esperaban en Vips de San Jerónimo. Al llegar al desayuno, estacioné mi camioneta BMW, miré alrededor, temerosa de las personas y de las sombras. Ya sabía sin saber lo que me esperaba.

“El desayuno duró un par de horas. Mientras platicábamos, una señora me alteró. De pie, mirándome, hizo una llamada por teléfono y después fue a su carro.

“Pedimos la cuenta y aún tardamos un rato platicando en el estacionamiento. Ahí pude observar un vehículo lleno de gente. Les digo a mis amigos: ‘No me gustan ésos’. Me contestaron: son gente del senador Bartlett, que está adentro, en el área de las revistas. Nerviosa, quise platicar como si nada. Nos besamos todos en la mejilla. Nos despedimos, y al tiempo que abría la portezuela de mi camioneta y me disponía a abordarla, se me vinieron encima esas sombras a las que tanto temía y de las que ya sabía, porque las había soñado, sombras horribles.

“Yo ignoraba de quiénes se trataba, si policías, secuestradores o enemigos encubiertos. Les pedí que se identificaran y me enseñaron una credencial. Me jaloneaban. Eran monólogos autoritarios, en el tono de un tú despreciativo:

“‘Identifícate, identifícate’. ‘Bájate, acompáñanos.’ ‘Identifícate’. ‘A ver, a ver, déjame verla bien’. Tuve ante la cara, casi pegadas, las credenciales, una, dos, tres. Me sentí un poquito mejor. A lo mejor hasta eran policías y, de serlo, por lo pronto no me matarían.”

–¿Eran policías?

–Era la PGR. En el trayecto, uno sacó un oficio al tiempo que me preguntaba: “¿Usted es Sandra Ávila Beltrán?”. “Sí”. Tuve entre las manos una hoja que llevaba mi nombre y escuché: “Es una orden de presentación con fines de extradición”. Me calmé un poco. Había una causa: mi detención. En fin, no era la fatalidad del secuestro o el crimen o lo que fuera.

“Enseguida, me preguntaron por Juan Diego. Respondí que de él, nada sabía. Me amenazaron. Me llevaron supuestamente a las oficinas de la SIEDO. Después me entero de que no es la SIEDO la que me detiene sino la Policía Federal Preventiva (PFP). Vuelve la angustia: los policías también secuestran y matan.

“En la SIEDO me ofrecieron comida, evitaron los separos y me tuvieron en las oficinas. Cuando ya me iban a sacar para trasladarme aquí, a Santa Martha, en la noche, como a las 11:30, me di cuenta de que también tenían a Juan Diego.”

–¿Cómo se da cuenta?

–Cuando me van sacando, alcanzo a ver que a Juan Diego le están tomando fotos.

–¿Y hablan ustedes?

–No.

–¿Cómo siguen las horas?

–No me toman declaración. Me hacen muchas preguntas, me toman varias fotografías. Y me muestran otras. Señalando a un sujeto, preguntan: “¿Lo conoces?”. Se trata de una fotografía donde estamos él, mi esposo y yo. Contesto que no. “¿Cómo se llama?”, insisten. “No sé”. “Sí sabes. ¿Cómo se llama? Dinos cómo se llama”. “No sé su nombre”. Siguen insistiendo, cuatro o cinco veces. Entonces, uno me dice: “Es el Mayo Zambada”. A lo que respondo: “Entonces para qué me estás preguntando, si tú sabes. Han de ser hasta amigos”. Y nada más se me quedan mirando, así como con rabia, con ganas de muchas cosas. Les dije: “A ustedes es a quienes debían detener, no a mí. Ustedes son los que protegen a la delincuencia”. “¿Nos has visto alguna vez?”. “Sí –les dije–, a todos ustedes, en fiestas siempre, aquí no entra nada ni nadie si no es por ustedes”.

Me mostraron varias fotografías de mi esposo, mías, de otras personas. Unas fotos de mi boda con gente que de veras asistió, pero que yo no conozco o no recuerdo. “¿Éste quién es?”. “Pues no sé, invitados de mi esposo”. Imagínense, eran fotos de hace 20 años. Esas mismas personas habrán cambiado. Al Mayo Zambada no lo reconocería después de 20 años de haber conversado con él. “La foto puede ser una prueba, pero por ahora es un indicio serio. Aténgase”, escuchaba.

–¿Qué sigue, señora? –le pregunto.

–Me trajeron aquí, a Santa Martha. Me internaron a la media noche. Me sentía helada. Estábamos a finales de septiembre. Yo traía un abrigo de mink por el frío de la mañana, era un abrigo corto. Me lo quitaron.

–¿Reclamó el abrigo?

–Sí, pero no me lo devolvieron. Son unos rateros. Aquí me metieron en una celda, sola, y no me dieron ni una cobija para taparme. Pasé toda la noche tiritando, agachada, metiendo mi cabeza entre las piernas para calentarme un poquito. Me echaban las luces y me gritaban: “Duérmete”. Callada, nada más los miraba y volvía a agachar la cabeza y al rato venían y me echaban las luces.

“Pensé que se trataba de un proceso, y que éste tarde o temprano tendría que suceder. Sería mejor aclararlo todo y demostrar la verdad. Mis amigas me platicarían, entre otras cosas, que también se decía que alguien me quería matar.”


(PROCESO / JULIO SCHERER GARCÍA/ 7 DE FEBRERO DE 2015 / REPORTAJE ESPECIAL)

LA TRAGEDIA DE SER HIJO DE UN CAPO


En unas horas Juan Pablo Escobar Henao pasó de ser el hijo bien amado del capo más poderoso del continente a perder a su papá y su fortuna y ser sentenciado a muerte por la mafia. Tuvo que huir y rehacer su vida en Argentina casi desde cero. Ahora –a más de 20 años del asesinato del jefe del Cártel de Medellín– Sebastián Marroquín Santos, como se rebautizó durante su exilio en Buenos Aires, ofrece un relato de su vida en el libro Pablo Escobar, mi padre, que en parte refleja los problemas de Colombia durante y después del reinado del narcotraficante.

BOGOTÁ (Proceso).- Juan Pablo Escobar Henao fue un niño que creció aislado del mundo y con pocos amigos. Sus compañeros de juego eran algunos de los mayores asesinos de Colombia, a quienes recuerda por sus alias del mundo criminal: Arete, Otto, Mugre, Pinina, Chopo, Misterio y Agonías, entre otros.

Con ellos jugaba futbol y Nintendo, pues los padres de familia del colegio al que asistía les prohibían a sus hijos relacionarse con él.

Eran finales de los ochenta y el padre de Juan Pablo, Pablo Escobar Gaviria, jefe del Cártel de Medellín, era considerado por la revista Forbes el hombre más rico de Colombia, con una fortuna de 3 mil millones de dólares.

También era el asesino más implacable del país. Ya había mandado matar al ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla; al director del diario El Espectador, Guillermo Cano; al líder liberal Luis Carlos Galán, y a 107 pasajeros de un avión de Avianca al que ordenó ponerle una bomba. Integrantes de la elite hacían negocios con él, pero no lo aceptaban como amigo. El Club Campestre de Medellín lo rechazó como socio.

Juan Pablo –primogénito y único hijo varón de Pablo– fue un niño mimado y feliz. A los cuatro años su papá le compró su primera motocicleta, una Suzuki amarilla con rueditas laterales para no caerse. Al cumplir 11 años ya tenía una colección de 30 motos. Entre sus regalos de infancia recuerda la espada original del libertador Simón Bolívar y un departamento de soltero con enormes alcobas, bar y una alfombra de piel de cebra en la sala. Los chocolates de su primera comunión fueron traídos desde Suiza en el jet privado del Patrón, como llamaban a su padre los sicarios a su servicio.

Además de las excentricidades, Juan Pablo recuerda a un papá cariñoso y cercano que aun en sus largas temporadas de clandestinidad se las arregló para mantener contacto con sus dos hijos –él y su hermana menor, Manuela– y con su esposa, María Victoria Henao, la madre de ambos. Lo hacía mediante cartas “con muy buenos consejos”, mensajes de audio grabados en casetes y visitas intempestivas a donde ellos estuvieran.

En medio de su guerra contra el Estado colombiano, el jefe del Cártel de Medellín solía contar cuentos infantiles a sus dos hijos. Era capaz de ordenar un asesinato por los radioteléfonos que utilizaba como sistema privado de comunicaciones y un minuto después portarse como un diligente padre y esposo. La familia era su debilidad y sus enemigos lo sabían demasiado bien. Tanto, que ese factor fue determinante en su muerte, ocurrida el 2 de diciembre de 1993.

Ese día, Escobar Gaviria –que desde su fuga de la cárcel La Catedral, 16 meses antes, había logrado eludir al Bloque de Búsqueda, una fuerza policiaca y militar de elite creada exprofeso para dar con su paradero– fue ubicado mediante un rastreo electrónico de la CIA en una casa en Medellín. Una llamada telefónica a Juan Pablo, quien estaba en un hotel bogotano con su madre y su hermana, permitió su localización. El narcotraficante fue abatido de tres disparos mientras intentaba huir por un tejado.

DOBLE IDENTIDAD

A partir de ese día Juan Pablo Escobar Henao –quien afirma que su padre en realidad se suicidó de un disparo en el oído derecho– supo que ya no podía vivir con ese nombre. Seis meses después se lo cambió en una notaría de Medellín por el de Sebastián Marroquín Santos. Más de la mitad de sus casi 38 años se ha llamado así.

Es un hombre con dos identidades, la del arquitecto y diseñador industrial que reside en Buenos Aires; y la del niño y adolescente que fue en Medellín. Una y otra tienen la marca ineludible de Pablo Escobar Gaviria.

“Yo siento el corazón y el alma partidos a la mitad. Por un lado tienes un enorme afecto por el padre, por ese ser querido y muy presente a nivel familiar, por sus detalles, no por la calidad de los regalos que me daba, sino por la calidad humana que sentía de él. Pero por otro está el Pablo Escobar que fuera de la casa no temía a nada ni a nadie y que con su poder económico, su poder militar, su poder corruptor y destructor, terminó avasallando un país. Y no puedo ser ajeno al dolor de las víctimas que él causó”, dice en entrevista.

Por primera vez en dos décadas Juan Pablo ha vuelto a utilizar su nombre de infancia. Lo hizo para presentar el libro Pablo Escobar, mi padre, que lanzó en Colombia, Argentina y Uruguay en noviembre pasado bajo el sello de Planeta y en el cual desarrolla “una investigación personal e íntima” del hombre al que la justicia colombiana vincula con unos 5 mil homicidios.

Sostiene que en el proceso de elaboración debió enfrentarse de nuevo a su padre, a quien ama “de manera profunda” pero a quien reprocha el daño causado a tantos colombianos: “A ese personaje violento yo lo cuestioné con ferocidad. Yo lo enfrentaba, porque nunca estuve de acuerdo con las bombas que ponía”, asegura.

–Eras un niño. ¿Te dabas cuenta de lo que hacía? –se le pregunta.

–Sí, por supuesto, y yo y mi madre activamente le recriminábamos por su violencia. Yo te diría, sin temor a equivocarme, que dentro de su entorno prácticamente mi madre y yo éramos las únicas personas que no le aplaudíamos su violencia, porque además sabíamos y éramos conscientes de que toda la violencia volvería contra nosotros. Y de hecho así ocurrió.

DIEZ MINUTOS DE IRA

A las 3 de la tarde del 2 de diciembre de 1993, Juan Pablo se enteró por la radio de que su padre había sido abatido por el Bloque de Búsqueda. Su primera reacción fue de incredulidad, pues siete minutos antes había hablado por teléfono con él, pero pronto la noticia adquirió rango de hecho consumado. Ofuscado, dijo vía telefónica a un noticiario de televisión que vengaría esa muerte:

“Al que lo mató, yo solo voy a matar a esos hijueputas, yo solo los mato a esos malparidos”, sentenció en declaraciones que dieron la vuelta al mundo. Tenía 16 años.

“El deseo de vengarme era muy grande y sí llegué a pensar cómo iba a hacer para cumplir mi amenaza, pero eso duró 10 minutos, porque ahí supe que la decisión que tomara era la definitiva en mi vida. O me convertía en un bandido peor que mi padre o dejaba de lado para siempre su mal ejemplo. Ahí pensé que no podía tomar el camino que tanto le criticaba y que tanto nos había hecho sufrir a todos como familia”, sostiene.

Esos 10 minutos de ira, sin embargo, le costaron caro, pues lo convirtieron en un objetivo militar del grupo Perseguidos por Pablo Escobar, los Pepes. Esa organización criminal, que congregó a la flor y nata de la mafia colombiana, estaba liderada por los capos del Cártel de Cali, Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, y los jefes paramilitares Fidel y Carlos Castaño.

Los Pepes tenían el propósito de dar de baja al jefe del Cártel de Medellín “sin importar a quién hubiera que torturar, matar y cortar en pedacitos”, dijo alguna vez Carlos Castaño.

Una vez que Escobar fue eliminado, los Pepes quedaron con el campo libre para cobrar el botín de guerra. María Victoria, la viuda del capo, fue convocada a Cali, donde los Rodríguez Orejuela, Carlos Castaño y una treintena de mafiosos más la sentaron en una mesa y le exigieron 120 millones de dólares para respetar la vida de ella, la familia y los hombres del capo muerto, aunque con una excepción.

“A su hijo se lo vamos a matar”, le dijo Miguel Rodríguez Orejuela.

Ella imploró por la vida de Juan Pablo. “Si quieren nos vamos de Colombia para siempre, pero les garantizo que él seguirá por el camino del bien”, aseguró a los jefes del crimen organizado del país.

Miguel le respondió que si Juan Pablo quedaba vivo y lleno de dinero algún día querría hacer realidad la promesa de vengar la muerte de su padre. “Por eso nuestra consigna es que sólo las mujeres queden con vida”, acotó.

La sentencia de muerte se anuló cuando Juan Pablo fue con su madre a Cali a prometer que nunca se involucraría en el negocio del narcotráfico y cuando la familia entregó a los vencedores de la guerra decenas de bienes: desde enormes lotes urbanos –donde hoy funcionan hoteles y centros comerciales en Medellín– hasta edificios, obras de arte, fincas de entre 10 mil y 100 mil hectáreas, aviones, helicópteros y vehículos de lujo.

Entre los acreedores de Escobar figuraba el narcotraficante Leonidas Vargas Don Leo, conocido por su bravura y sus nexos con los cárteles mexicanos. Era socio de Amado Carrillo Fuentes El Señor de los Cielos, jefe del Cártel de Juárez, y fue quien se encargó de conectar a este mafioso mexicano con el jefe del Cártel de Medellín.

“Mi padre y Leonidas (quien fue asesinado en Madrid hace seis años) hicieron muy exitosas las rutas por México con Amado Carrillo”, señala Juan Pablo.

Tan rentable era la ruta, que el hijo de Pablo Escobar recuerda que en una sola “vuelta en México”, en 1992, mientras se encontraba recluido en la cárcel La Catedral, su padre obtuvo una utilidad de 32 millones de dólares, según le dijo. De ese dinero pagó una deuda de 24 millones de dólares a sus socios Fernando Galeano y Gerardo Kiko Moncada, a quienes habría de asesinar en esa prisión aledaña a Medellín ese mismo año.

De acuerdo con Juan Pablo, en 1994, luego de la muerte de su padre, Don Leo, quien se encontraba preso en la cárcel La Picota de Bogotá, les hizo saber a él y a su madre que el extinto jefe del Cártel de Medellín le debía un millón de dólares y necesitaba que se lo pagaran. La deuda quedó saldada con un avión.

“Fuimos despojados de la totalidad de los bienes de mi padre. Lo que no nos quitó el gobierno por la vía legal nos lo quitaron nuestros enemigos a punta de pistola. Nos tocó volver a empezar la vida, reinventarnos. Yo había sido criado como hijo de un millonario y cuando llegué a Argentina me tocó empezar a trabajar y volver a empezar”, asegura Juan Pablo.

EXILIO

La familia de Pablo Escobar Gaviria llegó a Buenos Aires el 24 de diciembre de 1994 con nuevos nombres, adquiridos seis meses antes en Colombia mediante un procedimiento legal.

María Isabel Santos y sus hijos Sebastián y Juana Marroquín Santos decidieron instalarse en la capital argentina luego de una fallida estancia de tres días en Maputo, Mozambique, donde pensaban radicar hasta que se dieron cuenta de que ése era un país destruido por la guerra civil, donde no había supermercados ni universidades.

Eligieron Buenos Aires porque en Argentina no les pedían visa y en el viaje hacia Maputo hicieron una escala en esa ciudad y les agradó el esplendor del verano austral en sus calles. Sebastián, quien viajó al exilio con su novia Andrea, traía los bolsillos llenos de joyas.

“No llegamos a Argentina con las manos vacías, pero no llegamos con las manos llenas. Llegamos con lo básico para alquilar un apartamento, ni siquiera para comprar un vehículo. Yo llegué a estudiar, a prepararme y a trabajar inmediatamente porque no teníamos forma de mantenernos.”

Juan Pablo, Andrea, María Victoria y Manuela acordaron nunca más volverse a llamar entre ellos con esos nombres sino con los que adquirieron en una notaría de Medellín. Andrea eligió el de María Ángeles Sarmiento.

–Hablando en plata, Sebastián, a ustedes les debe haber quedado una fortuna –se le comenta.

–No. Los enemigos de mi padre nos dijeron: “Si esconden una moneda, ustedes están muertos”. Te imaginarás que con el nivel de violencia al que ya habíamos estado expuestos no íbamos a ser tan estúpidos de querer esconder nada. Y fuera de eso, terminamos con tan mala suerte que, con las traiciones familiares, lo poco que se iba a salvar terminó siendo robado por los hermanos de mi padre.

Según Sebastián, sus tíos Escobar Gaviria y su abuela Hermilda se lanzaron con voracidad sobre la herencia y se apropiaron de varias fincas del capo que estaban a nombre de terceros. “Nos robaron”. Sostiene que sus parientes incluso falsificaron documentos.

Dice que su tío Roberto, El Osito, subalterno de Pablo a lo largo de su carrera delictiva, se apropió de 3 millones de dólares en efectivo que su padre había dejado para ellos, mientras a su tía Alba Marina le pidieron recuperar varias cajas de dólares escondidas en dos caletas en una casa en Medellín, pero se quedó con el dinero.

Las migajas de la fortuna del capo del Cártel de Medellín terminaron de repartirse en 2014, cuando culminó un litigio judicial de 13 años promovido por Sebastián y su hermana contra sus tíos Alba Marina, Gloria, Argemiro y Roberto Escobar Gaviria.

Sebastián señala que él y Juana quedaron con la propiedad legal de los edificios Mónaco, Dallas y Ovni, en Medellín, y con la hacienda Nápoles, fortín al que Pablo nombró así porque en esa ciudad italiana nació Gabrielle Capone, padre del mafioso estadunidense Al Capone.

Sin embargo, abunda, esas propiedades están en manos del Estado colombiano mediante la figura de extinción de dominio. “Todas ellas han sido malvendidas a empresas privadas a través de actos de corrupción que sólo beneficiaron a la clase política colombiana y no a las víctimas”, indica.

–Ustedes llegaron a Argentina con joyas en los bolsillos, según cuentas en tu libro. ¿De qué han vivido estos años?

–Mi madre trabaja. Yo trabajo. Soy diseñador industrial, soy arquitecto, y rápidamente me pude incorporar a la vida laboral. Eso me dio estabilidad y pudimos salir delante de a poquito. También la ayuda de la familia de mi madre fue muy importante. Y otra de las formas con que nos ayudábamos era vendiéndoles archivos familiares de fotografías y videos a los medios.

Dice que su madre trabaja en la venta de bienes raíces y obras de arte. Este último negocio lo aprendió durante sus años de matrimonio con el capo, cuando llegó a acumular en su penthouse de mil 500 metros cuadrados, en el edificio Mónaco, una de las colecciones privadas de arte más importantes de América Latina, con obras de Botero, Rodin, Guayasamín y Dalí, entre otros.

Él y su madre fueron detenidos en 1999 en Argentina bajo cargos de lavado de dinero. Vivían en un departamento a nombre de ella, en Saavedra, un barrio de clase media alta en Buenos Aires. La policía reportó que tenían cuatro empleadas de servicio, dos de ellas colombianas. Sebastián permaneció cinco semanas en prisión y María Isabel, 20 meses. La Corte Suprema de Justicia argentina los absolvió tras un proceso de siete años. Sebastián sostiene que el único delito de los dos es ser hijo y viuda de Escobar Gaviria.

A lo largo de los 20 años que ha radicado en Argentina, expresa, ha vivido de sus trabajos como arquitecto, diseñador industrial y profesor universitario. También lanzó una línea de ropa con imágenes de su padre, lo cual le generó críticas de familiares de las víctimas. Un banco incluso canceló sus cuentas, y empresas textiles se negaron a hacer negocios con él por considerar que hacía apología de un criminal y asesino.

“Aprendimos a vivir en forma honrada y digna –dice–. Yo no ando en carros de lujo, vivo normal y tranquilo, sin ostentaciones, con mi esposa y mi hijo (de dos años). No me quejo. Muchos piensan que vivimos de la gran herencia de mi papá, pero no. No la he necesitado para tener felicidad, aprendí a vivir sin ella y estoy agradecido de que no la tengo.”


(PROCESO / REPORTAJE ESPECIAL/ RAFAEL CRODA/ 6 DE FEBRERO DE 2015) 

COMANDO IRRUMPE EN FIESTA Y ASESINA A CINCO PERSONAS EN JUÁREZ


MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Un grupo de sujetos armados llegó a una vivienda donde se celebraba una fiesta y asesinó a balazos a cinco personas, anoche en la colonia Felipe Ángeles en Ciudad Juárez, Chihuahua.

Según El Diario de Juárez, el ataque ocurrió a las 11:45 horas de este sábado en la calle Tabascos casi esquina con Norzagaray.

En el festejo había más de 30 personas, entre ellos varios niños.

Además de dejar cinco víctimas mortales y por lo menos cuatro heridos, el comando también prendió fuego con bombas molotov a dos vehículos marca Jeep Charger modificados, que quedaron con daños totales.

Los vecinos afirman que la esposa del dueño de la casa era la festejada y que él era propietario de una tortillería y de un negocio de toldos.

Los heridos fueron trasladados a recibir atención médica en un vehículo particular, en ambulancias y hasta en un camión de pasajeros, reportó el periódico.

Testigos aseguran que escucharon una gran cantidad de disparos de arma de fuego.

Los presuntos responsables de la agresión huyeron a bordo de una camioneta pick-up y un auto compacto, agregaron.

Tras el reporte, una fuerte movilización policiaca se registró en el sector.

La escena del crimen fue custodiada por elementos de la Policía Estatal y de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), mientras que los peritos de la Fiscalía iniciaron con las investigaciones.

Las autoridades policiales dieron a conocer que hasta el momento no hay personas detenidas por este hecho.

La identidad de las víctimas y el estado de salud de los heridos se mantienen bajo reserva.


(PROCESO/ LA REDACCIÓN/ 8 DE FEBRERO DE 2015)