Con
información de la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos, un grupo de agentes
de Baja California y elementos del Ejército, se encargaron de la localización,
seguimiento, aprehensión y custodia de Fernando Sánchez Arellano “El
Ingeniero”. Lo detuvieron en el Carl’s Jr. de Bulevar Agua Caliente y Calle
Once, y él los llevó a la casa donde tenía los 100 mil dólares, pero que no era
su residencia. Temeroso, declaró poco, y confirmó que a su tío Rafael Arellano
Félix lo mandó matar “El Mayo” Zambada, por rencillas personales
Cuando tres agentes
vestidos de civil rodearon a Fernando Sánchez Arellano “El Ingeniero” en el
estacionamiento del restaurante Carl’s Jr. de Calle 11 y Bulevar Agua Caliente,
el buscado narcotraficante se puso a temblar.
Primero les dijo que
él era Fernando Canalles Villanueva y que nada debía. Ante el silencio de los
agentes que procedieron a detenerlo, cambió de táctica: “Está bien, son tres,
podemos llegar a un arreglo”.
Uno de los oficiales
de Baja California le dijo en seco: “Compa, ya te agarraron; ya acéptalo”.
Entonces el sobrino
de Benjamín y Ramón Arellano Félix, y hasta ese momento líder del Cártel
Arellano Félix (CAF), dejó de oponer resistencia física o verbal. Lo habían
detenido. Finalmente, después de doce años en la actividad delictiva, había
caído.
Asesino de policías
municipales en la narcoguerra que se vivió en Tijuana entre 2007 y 2010, a
Sánchez Arellano le seguían la pista desde hace un año. El operativo para
detenerlo inició hace meses en los Estados Unidos. Al final, una vez ubicados
sus pasos y controlados sus movimientos, investigadores de la Agencia
Antidrogas de los Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) tomaron su
información y solicitaron a corporaciones locales en Tijuana, ejecutar el plan
de aprehensión.
La revelación del
trabajo de inteligencia de la DEA y el operativo coordinado de Tijuana, fue
hecha a ZETA por miembros del Consejo Estatal de Seguridad Pública de Baja
California.
En efecto, el último
Arellano conocido en el hampa fue detenido por oficiales locales, custodiado y
trasladado por elementos del Ejército Mexicano, con información y análisis de
la DEA.
TERMINADO EL PARTIDO, SALIERON A SU APREHENSIÓN
Fernando Sánchez
Arellano “El Ingeniero” rompió su cerco
de seguridad y lo ubicaron.
El operativo para detenerlo
el lunes 23 de junio de 2014, inició a las cinco de la mañana de ese día.
Autoridades de los Estados Unidos proveyeron la información a un reducido pero
confiable grupo de policías locales. La información se manejó prácticamente en
secreto. Ni el gobernador ni el alcalde sabían a quién iban a detener.
Los agentes
encargados de aplicar la información obtenida en el mapa tijuanense para
detener a Sánchez Arellano, coordinaron cinco grupos tácticos en igual número
de zonas de la ciudad. En alguna de ellas estaría, o pasaría en tránsito,
Sánchez Arellano.
La primera
información fue que el traficante de 42 años, heredero del cártel de sus tíos,
disfrutaría del juego donde la selección mexicana de futbol jugaría ante
Croacia su pase a octavos de final dentro del Mundial Brasil 2014.
El capo estaría en
un punto no especificado de la Zona Río en Tijuana, pero esa información no se
compartió previo a la captura. Los cinco equipos de hombres en autos y atuendos
de civil, sin chalecos ni armas largas, solo una pequeña pistola fajada a la
espalda, fueron asignados al seguimiento. Tampoco los oficiales sabían a qué
iban, y menos por quién. Fueron despojados de aparatos de comunicación
particulares, recibían instrucciones de movimiento solo a través de los radios
Matra.
Tres personas en
Baja California conocían que objetivo era “El Ingeniero”, y de ellas, solo una
participó en el seguimiento de calle. Los equipos circularon por ocho horas
entre la Zona Río, sus colindancias con la delegación La Mesa y la delegación
Centro.
Lo buscaron en bares
A la 1:00 pm empezó
el partido mundialista y, 10 minutos después, la comunicación entre los
uniformados se activó. Durante las siguientes dos horas que duró el juego, los
equipos de captura se movilizaron constantemente; uno de los cinco grupos a la
cabeza del operativo, los otros como respaldo y vigilancia. La secrecía con que
se realizó la operación impidió que un ciudadano cualquiera lo alertara.
Vigilaron los
movimientos en bares y restaurantes donde se proyectó el juego de futbol. Lo
hicieron en la Zona del Río y el Bulevar Agua Caliente.
Primero a la
Glorieta de Lincoln. Lo buscaron en Diego Rivera número 2479, Zona Urbana Río
Tijuana, 22010 Tijuana, Baja California. De manera discreta, quien traía la
información para identificar a Sánchez Arellano lo buscó entre los aficionados
que atestiguaban la goliza de México a Croacia en La Cantina de Los Remedios.
Nada. Fueron a otros locales de entretenimiento cercanos a ese lugar, pero nada
de la presencia del narcotraficante.
Con la misma
discreción, los del operativo se trasladaron a Paseo de los Héroes número 9551. Rastrearon a “El Ingeniero” en
el bar Red Lion, también en Shots, en La Revancha, pero no se encontraba en
alguno de éstos.
Guiados por la
información estadounidense, los oficiales no perdieron el ánimo. Estaban seguros
de que “El Ingeniero” saldría por la justa deportiva. Entonces se trasladaron a
bares del Bulevar Agua Caliente, entre las colonias Revolución y Cacho, hasta
llegar a Fundadores.
México había ganado
3 goles a 1 a la selección de Croacia. Ya los vehículos festejaban en caravana
por Bulevar Agua Caliente y Paseo de los Héroes. Entonces les dieron la
información: sin lugar a dudas “El Ingeniero” había sido visto festejando el
triunfo en un vehículo que transitaba por Bulevar Agua Caliente.
FESTEJABA EN UNA CAMIONETA VERDE
A la altura de la
Avenida Jalisco, el equipo que encabezaba los trabajos visualizó una Pathfinder
color verde en circulación. El vehículo de modelo no reciente era manejado por
Fernando Sánchez Arellano. En el asiento del copiloto una mujer, su esposa.
El equipo táctico
sigue la unidad por varias cuadras; al llegar a la altura del Carl’s Jr.
Fundadores, ubicado en el número 2055 de la Avenida Francisco I. Madero, Zona
Centro en Tijuana, el conductor de la camioneta, sin darse cuenta que lo
vigilan -para entonces el líder del grupo de vigilancia ya lo había
identificado-, entra al estacionamiento del restaurante de hamburguesas y
después al drive-thru para comprar comida sin bajarse del auto.
Sus perseguidores
entran detrás de él a una distancia prudente, Fernando Sánchez y su familia
cambian de idea, se van de largo para acomodar el carro en uno de los
estacionamientos frente a la zona de juegos, en un área escondida de las
cámaras de vigilancia externa.
La mujer que lo
acompaña baja del carro e ingresa a la hamburguesería aproximadamente a las
cuatro de la tarde. Minutos después, “El Ingeniero” desciende de la camioneta y
es abordado por sus captores, para entonces los otros cuatro equipos ya
resguardan las calles aledañas.
Le piden documentos,
identificándose como Fernando Canalles
Villanueva. Los hombres que rodean al detenido aún no saben a quién tienen;
quien encabeza el operativo le levanta la camisa verde marca Aéropostale y observa
en el vientre del detenido las evidencias de dos cirugías.
Según los
antecedentes, entre 2006 y 2008, en dos ocasiones le colocaron bypass gástrico;
era obeso y debía bajar de peso. Por esas cirugías su cuello luce alargado y su
cuerpo flácido, sin embargo, los hombros, brazos y piernas muestran músculos y
prueban que en algún tiempo hizo mucho ejercicio.
“Eres tú”, dice
quien encabezó la búsqueda y confirma. Se trata de Fernando Sánchez Arrellano
“El Ingeniero”. El capo empieza a temblar al sentirse descubierto, el nerviosismo le dura poco, el resto de sus
captores también están sorprendidos.
Al narcotraficante
se le ve pálido, explica que la razón es que se la pasa encerrado, e insiste en
negar su identidad, después de todo, la Procuraduría General de la República
(PGR) tenía la documentación. Mostró la licencia de conducir 70695, otorgada el
9 de mayo de 1998, cuando Sánchez tenía 26 años, una tarjeta de Sam’s Club que
lo acredita como socio desde 2004, y el pasaporte mexicano 1401371870, con
vigencia de 1992 a 1998, con una foto de él a los 21 años.
En una segunda fase,
el detenido decide pedir el apoyo de sus captores para que lo dejen ir, pero
éstos les hacen ver que no tiene posibilidades.
Su mujer sale del
restaurante, se pone agresiva -sin llegar a los golpes- y exige que liberen a su pareja, negando que
sea un hombre buscado por las autoridades.
Pero ya no había
vuelta. Un vehículo militar apareció en escena. La orden es identificar y
detener al objetivo para que sea trasladado a la Ciudad de México, apartan a la
mujer y suben a Fernando Sánchez Arellano al auto castrense. En el traslado se
le toma la foto que envían a México para su identificación, la misma que el
martes 24 de junio, presentó en
conferencia de prensa el comisionado de Seguridad en la Ciudad de México, Monte
Alejandro Rubido.
UNA CASA DE SEGURIDAD, NO DE RESIDENCIA
Antes de ingresarlo
a las instalaciones militares, “El Ingeniero” llevó a sus captores a la casa ubicada en el número 100 de la calle
Dolores del fraccionamiento La Mesa, también en Tijuana. Dijo que era su
domicilio, pero los uniformados sabían que mentía.
Aparte que no había
señales de que alguien residiera de manera permanente en esa dirección, no
había indicios de la presencia de menores. Ni siquiera tenía conectado el
servicio de energía eléctrica.
Pero había una razón
que Sánchez Arellano llevara ahí a sus captores. Les ubicó una pared, y en
ésta, un cajón de doble fondo donde había 100 mil dólares. La cantidad le fue
decomisa.
No hubo tiempo de
interrogarlo. Quienes participaron en el operativo con información de la DEA,
solo tenían una consigna: detenerlo y enviarlo a la Ciudad de México para ser
presentado y declarado en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de
Delincuencia Organizada (SEIDO).
De hecho la esposa
de “El Ingeniero” y su familia, no fue molestada. No se le detuvo ni en calidad
de presentada. La camioneta Pathfinder se le dejó para su traslado adonde sea
que se ubique la residencia donde sí vivía Sánchez Arellano.
Fernando Sánchez
Arellano estuvo resguardado en las instalaciones de la II Zona Militar que
comanda el General Gabriel García Rincón, hasta pasadas las 4:30 am del
siguiente día, martes 24 de agosto de 2014, cuando a bordo una avioneta que los
trasladó a la Ciudad de México, arribó aproximadamente a las s 6:00 am. En el
camino estaba tan tranquilo que se iba durmiendo.
A su tío lo mató “El
Mayo”, dijo “El Ingeniero”
El hijo de María
Alicia Arellano Félix se reconoció como sobrino de los Arellano Félix. También,
que su tía es Enedina. Pero se negó hablar de cada uno de los miembros de su
familia.
Ante sus custodios,
confirmó que a su tío Rafael Arellano Félix lo mandó matar Ismael “El Mayo”
Zambada por “rencillas personales”, el 18 de octubre de 2013 en Los Cabos, Baja
California Sur, cuando Arellano festejaba sus 60 años de vida.
La familia tomó la
ejecución del mayor de los hermanos, ordenada por José Rodrigo Aréchiga Gamboa
“El Chino Ántrax”, como advertencia del Cártel de Sinaloa hacia la
familia.
LO QUE QUEDA DEL CAF
Una vez en la SEIDO,
Sánchez Arellano no opuso resistencia, lo interrogaron y habló sin problemas,
reconoció la pugna y los asesinatos que conllevaron al enfrentamiento con
Eduardo García Simental entre 2008 y 2010, pleito de sangre que no concluyó con
la captura de “El Teo”.
Los muertos que
actualmente se han presentado en Tijuana y Rosarito, explicó, son parte del
mismo enfrentamiento, pero con distintos protagonistas.
Del lado del CAF y
bajo sus órdenes, entre otros, estaban Benjamín Gutiérrez Quiroz “El Quecho”,
hermano de Melvin Gutiérrez, detenido en marzo de 2013; Manuel Ivanovich
Zambrano, liberado en febrero de 2014; Manuel Núñez López “Don Balas”, puesto
en libertad en 2013; además del hijo de este último, Manuel Núñez, identificado
como “El Balitas”.
Las autoridades
suponen la posible adición de Javier Adrián Beltrán Cabrera “El Javi”, quien
antes de traficar y pelearse con la célula de Los Uriarte, delinquió con el CAF
y tiene contactos para el tráfico del lado americano.
De acuerdo a las
áreas de inteligencia bajacaliforniana, a la lista de cómplices de Sánchez
Arellano deben sumarse en labores criminales administrativas: José Mellado “El
Mesien”, supuesto cuñado de “El Ingeniero”; Luis Fernando Meza Gracia “El
Focu”; Roberto Parnass, Édgar Ruiz “El Chore” y Esteban Nides.
Según las primeras
declaraciones de uno de sus principales cabecillas de célula, Juan Sillas
-capturado en noviembre de 2011-, están otros ocho grupos del CAF encabezados
por: “Pelioni”, “El Mostro”, “El Kieto”, “Chikaka Zárate”, Mario Montes de Oca,
Iván “El Turbo” y “El Bibi”.
Como su contraparte
criminal, Fernando Sánchez Arellano reconoció tres cabezas en los grupos que
deseaban desarticular, hombres a los que querían matar:
* “El Negro”, operador que fingía fidelidad, pero
también operaba para el grupo de Los Uriarte y pasaba información.
* Alfonso Lira “El Atlante”, por considerar que
también lo traicionó.
* José Luis Mendoza Uriarte “El Güero Chompas”, quien
desde la captura de “El Muletas” en 2010, hizo mancuerna con su hermano y/o
primo Francisco Javier Mendoza Uriarte “El Chapito”. En una primera etapa, el
primero ejecutaba y el segundo ordenaba los asesinatos. Francisco Javier huyó a
Sinaloa un tiempo para evitar ser capturado, y a su regreso, se dio el segundo
momento, cuando “El Güero Chompas”, que había tomado el mando, se negó a
devolverlo.
Existen versiones no
oficiales de que lo pelaron a balazos, “El Chapito” resultó con cicatrices de
las balas en sus extremidades y Luis Mendoza quedó a cargo.
Según el ex
procurador contra la Delincuencia Organizada, Abel Galván Gallardo, entre enero
y junio de 2013, este hombre había sido responsable del 50 por ciento de los
homicidios dolosos ocurridos en Tijuana y, como no lo han reaprehendido, sigue
asesinando libremente.
Conforme a las áreas
de inteligencia, los actuales cabecillas de células de “El Güero Chompas” en
pleito con “El Ingeniero” son: en delegación Sánchez Taboada, “El Niño”; en Los
Pinos, “El Gordo” y “Los Rojos”; y en La Presa, “El Pájaro”, “El Pichón” y el
más violento de todos: “El Chapito” Trejo.
Otros Uriarte
integrados a la vida criminal son: “El Lucas”, “El Flaco”, “El Moncho”,
“Chuyón”, “El Tacua”, “Cabezón” o “Chiquil”, quienes se han unido a otras
familias que residen en la delegación Cerro Colorado, de apellidos Machado,
Villaseñor, López, Ureña, Angulo, Zamora, Félix, Alvarado y Valdez.
Además de seguir
peleando por algunos territorios de trasiego y venta de droga al menudeo que
colindan con la franja fronteriza, la pugna es también por las ganancias que se
generan por las extorsiones a comerciantes, secuestros, tráfico de personas,
cobros de piso a tianguis y mercados fijos, y comerciantes ambulantes que
venden fayuca, además de cobros a delincuentes menores, como tarjeteros.
EXHIBIDO Y “BUSCADO”
En 2009, a través
del acuerdo A/123/09, la PGR ofreció 30 millones de pesos por
información que llevara a la captura de Fernando Sánchez Arellano. Sin embargo,
según lo declarado por el comisionado de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, en
la conferencia del 24 de junio de 2014,
el Gobierno Federal sabía de su integración al CAF desde 2002.
Antes de eso, el
único antecedente judicial público que acreditaba la presencia de “El
Ingeniero” en el CAF, eran las declaraciones de líderes del cártel convertidos
en testigos protegidos, vertidas entre
2008 y 2010, mayormente con la intención de procesar a policías y ministeriales
corruptos.
Pedro Ignacio
Zazueta “El Pit” declaró en calidad de testigo protegido: “… sin recordar la
fecha exacta, al parecer fue en el año de dos mil cuatro (2004), Javier
Arellano Félix me presenta a Fernando Arellano Félix y/o Fernando Eduardo
Arellano Félix alias ‘El Ingeniero’ y/o ‘El Alineador’ y/o ‘El Ajustador’ y/o
‘Fernandillo’”, dicho plasmado en una averiguación
previa que data de agosto de 2008.
Pero su nombre salió
a la luz pública a partir de agosto de 2006, tras la captura de su tío Javier
Arellano Félix “El Tigrillo” y Arturo Villarreal Heredia “El Nalgón”.
En febrero de 2010,
Estados Unidos publicó la primera foto de “El Ingeniero” en un cartel de “se
busca”. Estaba al centro como cabeza de una organización, y como sus
lugartenientes, los ahora detenidos Armando Villarreal, Isaac Godoy, Eduardo
García Simental, Raydel López Uriarte,
Jose Filiberto Parra y Melvin Gutiérrez Quiroz.
También el recién
liberado Manuel, Ivanovich, y los aún libres y sin cargos, Raymundo
Corona-Bartolomé y Fernando Ávila Valenzuela.
Sin embargo, la
fiscalía californiana reconoce que en ese momento no tenían ni orden de aprehensión, ni un caso abierto en
contra del capo.
Los delitos de “El
Ingeniero”
En conferencia de
prensa, Monte Alejandro Rubido aseguró que existen “diversas averiguaciones
previas en su contra”, y esa era la razón de que la PGR ofreciera la recompensa
de 30 millones de pesos. También aseguró que “… elementos de la Secretaría de
la Defensa nacional y de la Procuraduría General de la República, lograron
ejecutar una orden de aprehensión en su contra…”.
En su visita a Baja
California para atestiguar la aprobación de 578 custodios de la Secretaría de
Seguridad Pública que titula Daniel de la Rosa Anaya, como Policía Acreditable,
Rubido dijo que sobre “El Ingeniero” pesan dos órdenes de aprehensión
concedidas por jueces federales, a petición de la Procuraduría General de la
República.
Las investigaciones
de origen de esas órdenes, se supone están radicadas en la SEIDO.
En Baja California
sí existe una orden de aprehensión contra Fernando Sánchez Arellano. Está en la
delegación de la PGR, y data del 14 de octubre de 2009, proceso 294, número de
control 19278, y es del Ministerio Público federal.
Esto es dentro de la
causa penal 103/2010, que también incluye a Eduardo Teodoro García Simental y
otro criminales dentro de la averiguación previa AP/PGR/TIJ/122/09-M-XII, por
su probable responsabilidad en los
delitos de violación a la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada,
secuestro y fomento, posesión de droga con fines de venta.
Como ZETA lo publicó
en octubre de 2010, algunos señalamientos y acusaciones en contra de Sánchez
Arellano están contenidos en las averiguaciones en contra de policías de
Tijuana y Rosarito -causa penal 37/2010-VII- que fueron detenidos, y en su
mayoría liberados dentro de las averiguaciones previas.
Quienes declaran
contra Sánchez son: Luis Ernesto Ramírez Vázquez “El Güero Camarón”, Rubén Ríos Estrada y/o Pedro Ignacio Zazueta
y/o Ignacio Lorenzo Zazueta, Marcos
Assemat Hernández, y Luis Gilberto
Sánchez Guerrero.
También
dentro de las averiguaciones previas AP/PGR/BC/TIJ/2022/06-MVIII; PGR/SIEDO/UEIDCS/143/2007;
PGR/SIEDO/UEIDCS/217/2008; PGR/SIEDO/UEIDCS/521/2009; PGR/SIEDO/UEIDCS/342/2009;
y PGR/SIEDO/UEIDCS/135/2010.
Asimismo, en los
oficios del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el
Combate a la Delincuencia C1/C4/ZP/11820/08 y C1/C4/ZP/11822/08; la
averiguación previa número 54/04/201, del 15 de marzo de 2004, por el delito de
homicidio; y la causa penal 92/2009-II en contra de Teodoro García Simental.
En los expedientes
contra policías corruptos, los sicarios con nombres de testigos protegidos
declaran que eran miembros del CAF, que Fernando Sánchez era su jefe, quien les ordenó matar a determinados
enemigos criminales, y que tenía controlada la Procuraduría, donde “… mandaba
detener la investigación o darla por concluida, por falta de evidencias…”.
El Consejo Estatal
de Seguridad de Baja California, lo ubica también como el principal responsable
de los asesinatos de policías entre 2008 y 2010. En el mencionado expediente,
los criminales aseguran que “El Ingeniero” ordenó, en nombre de sus tíos,
los homicidios de
uniformados en el restaurante Mi Chante, en septiembre de 2006; en julio de
2007, matar a Alberto Navarrete y Urbina López, policías estatales preventivos;
y la incursión de hombres armados en el Hospital General de Tijuana el 18 de
abril de 2007; así como el asesinato del agente Eduardo Reyes, en la Unidad
Mixta de Atención a Narcomenudeo ubicada en el fraccionamiento 70-76, el 3 de
mayo de 2006.
La actividad
delictiva de Sánchez Arellano también está consignada en la causa penal
53/2009, que se sigue en contra de diez sicarios detenidos en marzo de 2009,
pertenecientes a la célula de uno de sus lugartenientes, Juan Sillas
Rocha.
En la Corte del Sur
de California, el capo está incluido dentro del caso 10CR3044-WQH, fechado en
enero de 2010 como el líder de la célula acusada de conspiración para traficar
droga, para distribuir sustancias controladas en Estados Unidos. Sin embargo,
no se ha hecho público si solicitarán su extradición.
DELEGACIÓN PGR, UNA
ORDEN DE APREHENSIÓN
La fiscalía estatal
que estuvo bajo la administración del ex procurador Rommel Moreno Manjarrez
(2006-2013), se comprometió públicamente a judicializar a “El Ingeniero” por
delitos del fuero común.
Mencionó que tenía
avances en cuatro expedientes por secuestro: uno del 4 de enero de 2010, la víctima,
un hombre de apellido Guadalupe; el secuestro -14 de febrero de 2010- de otro
individuo de apellido Rosales, ejecutados por células de Sillas Rocha,
detenidos el 2 de septiembre de 2010, quienes confesaron delinquir desde 2007.
El mismo grupo
secuestró y liberó a Diana López (hermana de Raydel López Uriarte “El Muletas”)
y asesinó a su novio, Tomás Alberto Rosales Cruz. También presumían su
implicación en el homicidio del policía municipal José Luis Torrijos.
Sin embargo, Moreno
Manjarrez concluyó su gestión y no se consignó ninguno de los expedientes ni
cargos en contra de Fernando Sánchez Arellano.
Recientemente, la
fiscal Perla Ibarra declaró que no había ninguna orden de captura contra “El
Ingeniero” en su Procuraduría.
Donde sí existe una
es en la delegación de la PGR en Baja California. Orden de aprehensión girada
el 14 de octubre de 2009, “vista la causa penal 294/2009, de la cual se
desprende la solicitud de libramiento de orden de aprehensión solicitada por el
Agente del Ministerio Público de la Federación, titular de la Mesa IX de
Averiguaciones Previas de esta ciudad (Tijuana), contra Fernando Sánchez
Arellano alias ‘El Ingeniero’, Teodoro García Simental alias ‘El Teo’, y
Armando Villarreal Heredia alias ‘El Gordo Villarreal’, como probables
responsables de la comisión de los delitos de violación a la Ley Federal contra
la Delincuencia Organizada…”.
LOS AMPAROS DE “EL INGENIERO”
Tras su detención en
Tijuana y su posterior traslado a la Subprocuraduría Especializada en
Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) en la Ciudad de México,
Fernando Sánchez Arellano “El Ingeniero” o “El Alineador”, ha promovido dos
juicios de amparo indirecto a través de su abogado, Luis Daniel Garay Munguía.
Primero, el martes
24 de junio se presentó una demanda de derechos fundamentales ante el Juzgado
Cuarto de Distrito de Amparo en Materia Penal del Distrito Federal, a favor del
sobrino de los hermanos Arellano Félix. El escrito denuncia presunta
incomunicación del indiciado en las instalaciones de la Unidad Especializada en
Investigación de Delitos Contra la Salud de la SEIDO. Enseguida se queja de su
detención, retención o “inminente solicitud de arraigo”.
El juzgador concedió
al quejoso la suspensión de plano, es decir, si existe incomunicación o algún
tipo de vejámenes en su contra, se ordena a las autoridades responsables, cesar
en la comisión de éstos. Personal adscrito al Tribunal de Amparo se trasladó
hasta las instalaciones de la SEIDO y dio fe de la integridad física del
detenido, quien ratificó la demanda de amparo promovida a su favor por su
defensor.
En el mismo juicio
de amparo, radicado bajo el expediente 586/2014, el juez desechó de plano
entrar al estudio de otra de las quejas de “El Ingeniero”, la cual consistía en
impedir que el Ministerio Público de la Federación le iniciara una averiguación
previa para determinar el posible ejercicio de la acción penal en su contra. El
reclamo del presunto narcotraficante fue calificado de improcedente, fijándole
como fecha para la celebración de la audiencia constitucional, el próximo 25 de
julio. En tanto, ante el Juzgado Sexto de Distrito de Amparo en Materia Penal
del Distrito Federal, se presentó una segunda demanda, radicada bajo el número
626/2014, a nombre de Luis Fernando Sánchez Arellano, y en contra del
procurador general de la República por los mismos motivos: detención ilegal y
actos de incomunicación. En este último amparo, el juzgador omitió señalar una fecha
para desahogar la audiencia constitucional.
Los juicios de
derechos fundamentales promovidos por el abogado de “El Ingeniero” podrían
causar sobreseimiento, luego de que cambie su situación jurídica y se le
consigne a disposición de un Juez de Distrito en materia de procesos penales
federales, al vencer el plazo legal.
(SEMANARIO
ZETA/ Investigaciones ZETA/ 30 de Junio del 2014 a las 14:50:01)