A partir del
19 de enero, en varios municipios de Hidalgo la violencia se exacerbó luego de
que grupos armados incendiaron comercios, asaltaron una gasolinera e
intensificaron las llamadas telefónicas para extorsionar a empresarios, e
incluso al arzobispo emérito de Tulancingo.Y aunque el titular de Seguridad
Pública estatal, Alfredo Ahedo Mayorga, sostiene que esos actos se deben al
“efecto cucaracha” –resultado de las acciones del Ejército y la Policía Federal
en Michoacán contra Los Caballeros Templarios, cuyos integrantes llegaron a
territorio hidalguense–, lo cierto es que los sicarios de esa organización
llegaron desde hace dos años.
PACHUCA, HGO.
(Proceso).- Desde que tropas del Ejército y elementos de la Policía Federal
entraron a Michoacán a combatir a los grupos criminales, en municipios
hidalguenses –como Tulancingo, Tula y Tizayuca– las extorsiones, atracos y
actos de violencia se incrementaron.
Abarroteros,
gasolineros, industriales y gerentes bancarios son las presas favoritas de los
delincuentes. Hasta mediados de enero había dos o tres casos por semana, dicen
los lugareños; pero recientemente en Tulancingo en sólo dos días hubo 16
extorsiones. Hoy nadie se escapa, ni el arzobispo emérito, comentan a la
reportera.
El modus operandi es
similar al de Los Caballeros Templarios, que a principios de enero prendieron
fuego a la biblioteca pública Benito Juárez, al Palacio Municipal de
Apatzingán, así como a dos comercios y a ocho camiones de pasajeros y unidades
que repartían mercancías.
Aquí, en territorio
hidalguense, el 19 de enero grupos de civiles armados –presuntamente al
servicio de Los Templarios– robaron una gasolinera en San Agustín Tlaxiaca e
irrumpieron en dos tiendas de conveniencia Oxxo –propiedad de Femsa, filial de
Coca Cola– en Tula y Tizayuca, y en una tercera ubicada en el Estado de México.
Según los testigos,
en los dos municipios hidalguenses los delincuentes siguieron un patrón
idéntico al de los sicarios michoacanos: llegaron a los establecimientos siete
hombres en dos vehículos –un Jetta y un Mazda–. Dos de sus ocupantes
descendieron armados con fusiles R-15 y pistolas de 9 milímetros y se metieron
a los Oxxos. Encañonaron a los empleados y les ordenaron salir. Y mientras uno
se dirigió a la caja registradora para sacar el dinero, el otro comenzó a
rociar con gasolina los anaqueles y les prendió fuego. Luego huyeron del lugar.
El asalto a la
gasolinera lo captó una cámara instalada sobre el techo de la oficina. En el
video se observa la llegada de un vehículo del que baja una persona de entre 30
y 35 años. Trae una gorra. Se dirige a uno de los despachadores y le apunta con
un arma mientras lo despoja del dinero. Luego lo conduce hacia la oficina para
vaciar la caja registradora; la cámara no capta su rostro.
Adentro, otra
videocámara tampoco logra enfocarle la cara. Lo que sí se observa es el momento
en que recibe 12 mil pesos por parte del empleado. Al salir, la cámara exterior
capta el momento en que se sube al auto y se aleja del lugar.
Los incendios a los
tres establecimientos fueron un abierto desafío a las fuerzas federales que la
semana pasada relevaron a los integrantes de la Policía Municipal para hacerse
cargo de la seguridad en el estado y controlar la situación.
El titular de
Seguridad Pública estatal, Alfredo Ahedo Mayorga, declaró que los autores
fueron miembros de Los Caballeros Templarios –quienes se establecieron en
varios municipios hidalguenses desde hace dos años–, lo que no le gustó al
secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien es hidalguense e
incluso gobernó la entidad entre 2005 y 2011. No obstante, hasta ahora esa es
la única línea de investigación.
Hoy, la presencia de
Los Caballeros Templarios es innegable en los municipios de Tula, Tepeji,
Tlaxcoapan y Tlahuelilpan. Ahí, dicen a la reportera habitantes de la zona, son
cotidianos los secuestros y extorsiones.
Los sicarios del
grupo michoacano cobran derecho de piso y controlan el mercado de la piratería
y la venta de droga al menudeo, principalmente mariguana y cocaína. Llegan
sobre todo del Estado de México y de Michoacán.
El propio Ahedo
Mayorga declaró también que la inestabilidad en algunos municipios de Hidalgo
es resultado del “efecto cucaracha” que se agravó en diciembre pasado, cuando
sicarios de esas dos entidades se establecieron aquí.
Según el
funcionario, las autoridades estatales reforzaron los operativos en las
entradas y salidas de la entidad, incluso, con apoyo del Ejército y elementos
de la Policía Federal vigilan las instalaciones de Pemex y de la Comisión
Federal de Electricidad.
TERRITORIO VULNERABLE
En la edición del 1
de septiembre de 2013, Proceso publicó una entrevista con el procurador
Alejandro Straffon Ortiz, quien enumeró los delitos más comunes en Hidalgo:
robo, lesiones, despojo, homicidios dolosos e imprudenciales y daños en la
propiedad. Y aunque admitió que había narcomenudeo, no abordó este aspecto.
–Siendo Hidalgo la
tierra natal del extinto líder de Los Zetas, Heriberto Lazcano Lazcano, El
Lazca, ¿ese grupo criminal sigue dominando el estado? –se le preguntó.
–Así es, aunque
tenemos algunos puntos con presencia de otros grupos criminales que también
trabajan de manera organizada. En las regiones de Tula y Tepeji (colindantes
con el Estado de México) se han llevado a cabo algunas detenciones de células
delictivas que vienen de otras entidades, como Los Caballeros Templarios,
escisión de La Familia Michoacana.
“En Tepeji, Los
Caballeros Templarios lograron infiltrar a la Policía Municipal. Intervenimos
de inmediato. Incluso detuvimos a efectivos policiacos que participaban en esa
organización y los turnamos a la SEIDO (Subprocuraduría Especializada de
Investigación en Delincuencia Organizada).”
De acuerdo con un
informe de la Policía Federal divulgado a principios de 2011, La Familia
Michoacana tenía presencia en Huasca de Ocampo, Tulancingo, Tizayuca, Huejutla
y Huichapan, donde se dedicaban a la venta de productos apócrifos y a la
producción y distribución de drogas sintéticas.
Los Zetas, a su vez,
se dedicaban a extorsionar, secuestrar y asesinar, sobre todo a empresarios,
así como al tráfico de drogas y de indocumentados, aseguró Straffon Ortiz;
también admitió que Los Caballeros Templarios y Los Zetas controlan el
narcomenudeo en toda la entidad.
“Hidalgo –dijo el
procurador– es uno de los estados más seguros del país. Nuestros problemas de
delincuencia obedecen a que está muy bien comunicado y es paso obligado para
personas que van a otros puntos del país. Esa es más que nada nuestra
problemática en cuestión de delincuencia, el trasiego de la droga.”
–¿Cuáles son los
puntos vulnerables?
–El tránsito de
carreteras que pasan por zonas industrializadas, como Tula y Tepeji, puntos de
conexión entre Hidalgo, el Estado de México y Querétaro. También tenemos mayor
vigilancia en nuestra zona norte, la que colinda con Veracruz.
“Se sabe que en
Hidalgo la Sedena tiene identificadas cuatro vías principales en el país: la
Transversal Peninsular, la del Pacífico, la del Centro y la del Golfo. Los
cárteles las usan para transportar drogas.”
LAS EXTORSIONES
Los recientes
ataques a comercios no son lo único que inquieta a los habitantes de Tula. El
año pasado, comentan a la reportera algunos de ellos, hubo siete feminicidios,
pero las autoridades no los resolvieron.
Les preocupa, dicen,
que el alcalde Jaime Allende González haya promovido ante el Movimiento
Internacional Safe Communites, con sede en Estocolmo, Suecia, la certificación
de Tula de Allende como Comunidad segura, dos días después de los ataques a los
Oxxos. La certificación se le otorgará al ayuntamiento este mes
Los ataques del 19
de enero a una gasolinera y al Oxxo en Tula “no van a incidir en la certificación,
pues son aislados. Es un solo hecho el registrado y no se puede pluralizar que
esta sea la situación que enfrenta Tula. La certificación parte del concepto de
comunidad segura, independientemente de que existan o no delitos… No
magnifiquemos este acontecimiento”, aseguró Allende González.
Y se ufanó: en Tula
están las corporaciones policiacas federales, estatales y municipales, así como
tropas del Ejército.
Los Templarios
llegaron a Hidalgo tras la muerte de Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca, líder
de Los Zetas, quien según la versión oficial fue ultimado por elementos de la
Marina el 7 de octubre de 2012. Con la desaparición del capo, según el alcalde
de Tulancingo, Julio César Soto Márquez, Los Zetas perdieron fuerza en la
entidad.
–¿Cómo ve el
municipio en cuanto a la seguridad? –se le pregunta.
–2012 fue bastante
complejo y difícil. El 75% de policías reprobaron el examen de control y
confianza. A eso hay que agregar la presencia de grupos delincuenciales
provenientes del norte del Estado de México y del Distrito Federal.
–¿Grupos que iban a
delinquir en 2012? ¿Zetas o Caballeros Templarios?
–No tenemos certeza
del grupo al que pertenecen. Lo que se ha presentado, es que las extorsiones
vía telefónica se incrementaron 800%, dato relevante a partir de los
acontecimientos recientes en Michoacán. No sé si sean circunstanciales o
derivados del “efecto cucaracha”, pero se multiplicaron.
“En dos días tuvimos
16 llamadas de extorsión, entre ellas una al Arzobispado de Tulancingo y a comerciantes
e industriales, principalmente del ramo gasolinero, así como abarroteros y
gerentes de instituciones bancarias. Le estoy hablando de la semana antepasada,
de miércoles y jueves (22 y 23 de enero).”
Y relata: Los
delincuentes “llaman y piden hablar con el gerente o con el empresario. Le
ordenan hacer un depósito –que va de 50 mil a 600 mil pesos– en una cuenta
bancaria en un lapso de 20 a 30 minutos. De lo contrario, los amenazan con
tomar represalias contra su familia.
“A algunos les
describieron incluso cómo iban vestidos ese día… Los están observando. En el
caso del arzobispo, colgó el teléfono y no pagó.”
–¿Lo han amenazado a
usted?
–¡Claro!, desde el
ejercicio fiscal 2012. A finales de ese año recibí amenazas de muerte; en 2013
también. Pero es mejor no hacerles caso. También al secretario general de
Gobierno (recibió una llamada).
“En 2007 y 2008
Tulancingo tuvo una presencia mucho muy fuerte, con cobro de derecho de piso,
extorsión y secuestros; en 2009 vino personal de la SIEDO –hoy SEIDO– por 25
policías municipales presuntamente vinculados a Los Zetas. En mi administración
dimos de baja a 200 elementos, la mitad de la corporación.
“Estamos en un
proceso de incorporación de nuevos elementos que reúnan los requisitos del
Secretariado del Ejecutivo Nacional, aplicándoles los exámenes y controles
toxicológicos, psicométricos, físicos, de destrezas, y causan alta luego de que
presentan los exámenes de C3; aunque es un requisito del Subsemun (Subsidio
para la Seguridad Pública Municipal), antes no se cumplía.
–¿Presencia de
corporaciones federales?
–En algún momento la
tuvimos, de la Policía Federal, en el destacamento de la división Caminos. En
aquel tiempo tuvimos una diferencia con la PF porque detuvimos a varios sujetos
que hace cuatro meses secuestraron a una persona en Metepec.
–¿Dentro del
operativo Escudo Centro se tiene alguna estrategia específica? –se le pregunta
al alcalde de Tulancingo.
–No. No hemos tenido
acercamiento policial con la federación, sólo con el gobierno del estado, y
estamos trabajando en coordinación con el secretario Alfredo Ahedo Mayorga.
“Hace seis meses, en
una comunidad de Santa María Asunción, detuvimos a cuatro policías (un agente
del Ministerio Público del fuero común, dos agentes de la PGR y a uno de la
Policía de Investigación de Hidalgo, porque estaban extorsionando a todos los
talleres de costura.
“En realidad fueron
los ciudadanos quienes los capturaron. Nosotros les pedimos que nos los
entregaran para evitar que fueran linchados. Luego los llevamos a la PGR de
Hidalgo. Sin embargo, al siguiente día se fugaron.”
–¿Qué tanto riesgo
hay de que Los Caballeros Templarios avancen hacia Tulancingo?
–Cuando nos enteramos
de que habían quemado los Oxxos, el alcalde de Tula desplegó un operativo para
resguardar los bienes patrimoniales de las empresas de todos los ramos. Hemos
redoblado esfuerzos, hemos comprado más equipo y hasta ahora no tenemos ningún
reporte de un secuestro consumado.
“Hace 15 días
plagiaron a la hija de un empresario de Tulancingo. Fue rescatada vía GPS,
luego de que la SSP localizó el domicilio donde la tenían sus captores y detuvo
a tres de ellos.
“El año pasado
pudimos rescatar a un joven que había sido levantado, gracias a que Tulancingo
es un valle y podemos cerrar con facilidad los accesos a la ciudad.”
(PROCESO/PATRICIA
DÁVILA/ 6 DE FEBRERO DE 2014 )