Ignoran
gobiernos federal y estatal la crisis mundial del gas natural y siguen de
frente con el proyecto en Sinaloa
Mientras que
influyentes medios de comunicación como el Financial Times, y especialistas
como Alfredo Jalife-Rahme, advierten del fracaso de la “revolución energética”
del shale gas, anticipado en la drástica caída de su precio y que incluso ya
provocó la salida del mercado de importantes trasnacionales como Shell, ni el
gobierno de Mario López Valdez ni el de Enrique Peña Nieto ven riesgos y, al
contrario, celebran el arribo de tubería para construir el gasoducto que
afirman transformará el desarrollo económico y la vocación productiva de
Sinaloa.
“Tuve la fortuna que
se conjugaran una serie de factores, de que hubiera una nueva tecnología para
explotar el gas, de que hubiera una gran cantidad disponible en Estados Unidos
a un precio competitivo, de que hoy estamos legislando para producir energías
más limpias y más baratas y que debo reconocer que contáramos con un
colaborador en mi gabinete que le terqueara”, dijo textual el gobernador Malova
en el acto de recepción de los primeros 3 mil 476 tubos que servirán para construir
43 kilómetros del tramo del gasoducto Topolobampo-El Encino, cuya inversión
total para el tendido de 640 kilómetros de ductos contempla una inversión de
más de mil millones de dólares.
Alfredo
Jalife-Rahme, especialista en relaciones internacionales, geopolítica y
globalización, ha venido advirtiendo en su columna Bajo la lupa que la apuesta
al gas natural está destinada al fracaso y como muestra refiere una publicación
del Financial Times donde se reporta que Shell, trasnacional favorecida por la
reforma energética de Enrique Peña Nieto para adueñarse de los hidrocarburos en
las aguas profundas de México, ya está rematando sus activos del shale gas del
que fue supuestamente su maravilloso yacimiento, el Eagle Ford de Texas,
Estados Unidos.
Consultado por
Ríodoce, el sinaloense José Rosas Acuña, principal impulsor de energías
renovables en el país, sobre todo la eólica marítima, considera que esta
situación afecta el proyecto del gasoducto en Sinaloa, y sostiene que el
shalegas es algo extremadamente peligroso, contaminante y por ello se está
prohibiendo en el mundo entero.
“Lo que he venido
explicando es que iba a llegar la prohibición del shale gas y que al rato ya no
iba a haber gas en Estados Unidos… Pero tú (Gobierno del Estado) te
comprometiste a pagarles el gasoducto por 25 años y como no vas a tener gas,
porque ya el 90 por ciento del gas de Estados Unidos viene del shale, pues va a
ser una tontería lo del gasoducto”.
—O sea, ¿está
destinado al fracaso? —se le puntualiza al director general de Desarrollo
Eólico Marítimo México.
—Sí, ya te lo había
dicho (Ríodoce 497), yo calculé que iba a tardar un poco más de tiempo, pero
como están acabando con los recursos hídricos de los Estados Unidos, o sea,
están envenenando tanta agua que ya gente de áreas de Pensilvania, Wyoming,
Texas y recientemente Colorado, están empezando a ser abastecidas por pipas.
Los pozos de sus ranchos, de sus casas, están contaminados. Entonces la
extracción del gas shale es un proceso extremadamente contaminante porque
inyectas alrededor de 300 químicos en el subsuelo y algunos de ellos altamente
cancerígenos y volátiles que emigran a los mantos freáticos y a los suelos y
esto está provocando un desastre ecológico.
—Llama la atención
que el Financial Times argumenta que la causa del retiro de Shell es la caída
abrupta del precio del gas en Estados Unidos…
—Pues claro. Hace
más de un año ya se hablaba de que esto era insostenible, la explotación del
shale, y ahorita hay miles de demandas contra las grandes, medianas y pequeñas
empresas metidas en el shale, porque están destrozando el ecosistema… Y
nosotros idiotas… nuestro Gobierno nos quiere meter en esta estupidez, no nada
más importando o haciendo un gasoducto, hablando del Gobierno de Sinaloa, sino
del federal, que quiere abrir la explotación del shalegas aquí en el país, que
ya la empezaron a hacer a pequeña escala en la Cuenca de Burgos y creo que en
Durango, pero quiere hacerlo en grande, ¿por qué? Porque es el gran negocio del
sexenio para ellos.
¡PARAR
MÁQUINAS!
Entre otras voces que son ignoradas está la
del articulista Ramón Cota Meza, quien hizo para Milenio varios análisis sobre
el tema, pero una en particular se refiere puntualmente al asunto y la tituló:
Gas shale: irresponsabilidad del Gobierno.
Lamenta que el
Gobierno no esté informado de lo que sucede en Texas y otras regiones con
relación al gas shale, incluso sugiere que la situación es tal que debe
ordenarse “parar máquinas”. Al contrario, indica, “el frenesí constructor de
gasoductos para llevar gas barato desde Texas hasta el bajío y Mazatlán
prosigue a todo vapor”.
Y entonces advierte:
“Los nuevos ductos (…) corren el riesgo de no tener gas para transportar, o
tenerlo a precio tan alto que resulte incosteable”.
El New York Times,
en una publicación del 2011, documenta que empresas con miles de pozos shale en
Texas y otros estados están perdiendo “hasta la camisa”, que operan en números
rojos.
Un año después, en
el 2012, la revista OilPrice.com reportó lo que terminó por ser una
advertencia: “La implicación obvia es que (…) la perforación y la producción
declinarán y los precios aumentarán hasta que la producción sea redituable de
nuevo. Entonces tendremos menos gas y más caro (…) Las expectativas de precios
decrecientes continuos desaparecerán. Las nociones de que Estados Unidos será
un gran exportador de gas, o de que convertiremos millones de autos y camiones
a gas suenan huecas ahora”.
Ahora, la víspera
del arranque de la construcción del gasoducto en Sinaloa, que se calcula esté
listo para el 2016, se advierte la caída abrupta del precio del gas en Estados
Unidos a menos de 4 dólares la BTU, lo que lo hace poco lucrativo comparado con
los 19 dólares que cuesta en Japón y los 15 dólares en la región europea.
Alfredo Jalife-Rahme
concluye que “ya no habrá tal ‘revolución energética’ del shale gas”, con lo
que se pinta un panorama desalentador en la materia.
LA PANACEA
MALOVISTA
Donde quiera que se paran, sin importar la
naturaleza del evento, el gobernadorMalova y sus funcionarios, principalmente
Francisco Labastida Gómez, titular de Proyectos Estratégicos, así como el de
Desarrollo Económico, Roberto Cruz, sostienen que el gas natural será la
palanca del desarrollo de Sinaloa pues sentará las bases para el proceso de
industrialización, lo que hará de la entidad una de las más competitivas del
país.
José Rosas Acuña
asegura que más bien se trata de una aberración, de una tontería económica,
ecológica y de seguridad nacional que no tiene pies ni cabeza. “Es un negocio
para unos cuantos”, puntualiza.
—¿Qué pasará entonces con el gasoducto?,
porque todo hace indicar que no se detiene…
—Entonces, si tú
construyes el gasoducto, que te va a costar varios miles de millones de dólares
y al rato los gringos no tienen gas, entonces lo van a ir a comprar al
extranjero para meter el gas por el tubito para que les podamos pagar el
gasoducto. Somos un estado costero, a nadie que tenga costa se le ocurre hacer
un gasoducto en esas condiciones, sino lo que hace es construir una planta de
gas natural comprimido o licuado porque el transporte de gas por vía marítima
ya es considerado altamente eficiente y barato. De esa forma compras el gas donde
te convenga en el mundo, y de otra manera estamos en un monopolio con los
americanos que nos van a cobrar el gasoducto…
—¿Y la caída del precio a qué se debe?
—A que tienes una
oferta fabulosa, se alocaron con los permisos de fracturación en EU y hay sobreoferta
impresionante de gas y no hay cómo transportarlo.
“El retiro de Shell
y de un gran número de otras petroleras grandes y pequeñas de la explotación
del gas y el petróleo shale hará que se escasee notoriamente la oferta de estos
combustibles fósiles y que por lo tanto los precios se disparen hasta que
simplemente la producción de gas y petróleo shale sea literalmente cero”.
“De esa forma el
espejismo de los bajos precios de ese combustible, reiteradamente anunciados
por el Gobierno del Estado, desaparecerá y Sinaloa tendrá que pagar el gas a
alto precio, además de la costosa e innecesaria infraestructura de los
gasoductos originados en los Estados Unidos”.
Así pues, los únicos
beneficiarios serán los promotores del proyecto y los involucrados en él, y la
casi totalidad de los sinaloenses pasarán a ser víctimas económicas del
proyecto que plantea profundas desventajas económicas, estratégicas, de
competitividad y de seguridad regional y nacional, advierte.
Y como anticipando
reacciones en contra, el gobernador Malova dijo en su discurso durante el
evento del arribo de los primeros ductos al puerto de Topolobampo: “Este
proyecto tenemos que abrazarlo todos, seguramente habrá opositores como siempre
hay para los proyectos de desarrollo que empiecen a quererse arropar en la
bandera de que esto puede ser un peligro y un trastorno…”.
Así dejó clara la
postura del Gobierno: al gasoducto nadie lo detiene.
LA RUTA DEL GAS NATURAL
8 de noviembre de
2011: el Gobierno de Sinaloa y la CFE convenian el proyecto Sistema Integral
Norte-Noroeste para impulsar el Proyecto Gas Natural con la construcción del
gasoducto Topolobampo-Mazatlán.
8 de junio de 2012:
el Gobierno estatal reserva por seis años toda información sobre el proyecto
del gas natural, “por cuestiones de seguridad”.
10 de octubre de
2013: llegan a Sinaloa los primeros 3 mil 476 tubos para construir 43
kilómetros del tramo de gasoducto.
1 de abril de 2016:
fecha para dotar de gas natural a todo Sinaloa.
FUENTE: Gobierno del
Estado de Sinaloa.
CIFRAS:
1000
Millones de dólares
es la inversión que se destinará a la construcción del gasoducto en Sinaloa, en
un tendido de 640 kilómetros.
1500
Empleos directos
generará de inicio la construcción del gasoducto.
Confirma Labastida:
cierran proveedores internacionales de gas pero la obra no se detiene…Y el
gasoducto va
El Gobierno federal
desembarcó oficialmente aquí la tubería para la construcción del gasoducto
Sistema Integral de Transporte y Suministro de Gas Natural Norte-Noroeste, que
pretende ser el detonante de la economía en el país, por lo barato del
carburante: menos de cuatro dólares por unidad calórica.
El arranque del
gasoducto mexicano y sinaloense se da al mismo tiempo en que los mayores
proveedores internacionales del shale gas (gas natural) se retiran de la
extracción y cierran sus oficinas de comercialización, principalmente en el
estado norteamericano de Texas, de donde arranca una de las dos líneas
principales de suministro de gas natural hacia México y en donde naciera el boom
energético estadounidense.
De acuerdo con
informes británicos y estadounidenses, la petrolera Shell que maneja shale gas
(gas esquiso/latitas) cerró su yacimiento Eagle Ford, en Texas por la caída de
hasta cuatro dólares de la unidad calórica (BTU) y que explotó durante 50 años.
La misma abandona Missisipi y Kansas y se va de Ohio.
La empresa está
rematando los activos de sus filiales BHP Billitas y de BB Group, por
incosteable que resulta la extracción y la venta de gas natural. Exxon, otra
trasnacional petrolera, también abandona la explotación de Shale gas.
Francisco Labastida
Gómez de la Torre, coordinador de
Proyectos Estratégicos del Gobierno de Sinaloa, y único en hablar un par de
minutos sobre el espinoso caso, tras que el gobernador, Mario López Valdez,
diera abruptamente por terminada una conferencia de prensa conjunta con el
secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell y el mandatario de Sonora,
Guillermo Padrés Elías, reconoció que los principales proveedores de gas
natural de Estados Unidos sí están cerrando y vendiendo sus filiales de shale
gas.
—¿Y sabes por qué?
—preguntó el mismo funcionario.
—Dígame.
—Por barato, porque
no es negocio vender tan barato gas.
—¿No será por
incosteable la extracción?
—No, eso no se
maneja así, es exactamente al revés. Es porque hay tanto, que no resulta ser negocio
vender tan barato gas.
—¿Quiénes serán los
proveedores?, ¿el gasoducto no es una obra desfasada ya?
—Sí habrá… No, eh,
eso no. No, no es así. Mira: si quieres hablar del tema búscame en Culiacán,
allá te doy todos los datos que quieras.
Luego echa a correr,
se encarama a una Suburban blindada blanca y se va. Los mandatarios sinaloense
y sonorense, además del secretario de Energía, ponen tierra de por medio
evadiendo las preguntas.
El gobernante
sinaloense, Mario López Valdez, ya había dejado en claro que no respondería a
temas que lo espinan, pues en su discurso afirmó que pese a los detractores del
gas natural (shale gas), el gasoducto continuará.
Adentro de una
tienda de campaña, fletada para el protocolo de recepción del primer embarque
de tubería, con bombo y platillo, prisas y retrasos, cebollazos, reclamos y
hasta confesiones amorosas, se anunció el arranque del tramo El
Encino–Topolobampo, (Chihuahua-Sinaloa), con una inversión de 60 millones de
dólares, López Valdez hizo sus cuentas alegres: 4 mil 500 empleos directos y
atraerá inversiones por casi 3 mil millones de dólares, para una planta de
fertilizantes (amoniaco y urea), automotrices e industrias complementarias.
El gasoducto sienta
un precedente histórico para la entidad, que se convertirá en uno de los
estados más competitivos del país, puesto que contará con gas natural,
infraestructura portuaria, carretera y ferroviaria, además de terminales áreas,
para cerrar el círculo virtuoso del crecimiento económico.
El secretario de
Energía, Pedro Joaquín Coldwell, dijo que el Gobierno federal decidió responder
al déficit del 33 por ciento del suministro de gas natural con la construcción
del gasoducto para la importación del carburante desde Estados Unidos, proyecto
nacido en el sexenio anterior, así como el aumento de la producción nacional.
Ese déficit había generado lanzamientos de alertas críticas a industriales para
que redujeran su consumo, en el centro y occidente del país.
El funcionario
federal añadió que esta acción se lleva cabo en el marco del cumplimiento de la
instrucción dada por el presidente Enrique Peña Nieto para actuar
inmediatamente y resolver el problema del desabasto de gas natural en el país.
A su vez, el
gobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías, afirmó que con la construcción
del gasoducto va a haber un antes y un después para el noroeste del país,
porque va crear miles de empleos y va a hacer muy competitivos a los
empresarios y a las futuras empresas. “Seguramente, se van a venir a instalar
aquí. Es de esos proyectos en los que soñamos, anhelamos y pensamos todos los
que somos y queremos ser servidores públicos y que nos toque que sea realidad”,
dijo.
Ninguno de los
oradores habló del crack gasero en Texas y estadounidense, y solo dijeron las
bondades.
FICHA TÉCNICA
Nombre del proyecto:
Sistema Integral de Transporte y Suministro de Gas Natural Norte-Noroeste.
Longitud: 2 mil 352
kilómetros de tubería de acero de casi un metro de diámetro.
Costo: Tres mil 150
millones de dólares.
Líneas principales:
Sonora y Chihuahua.
Interconexión:
Sinaloa.
Tramos de ductos:
Sonora: Tucson, Arizona-Sásabe; Sásabe-Puerto Libertad-Guaymas; Guaymas-El Oro,
Sinaloa; El Oro-Mazatlán, Sinaloa; Hueco, Texas-Cd. Juárez, Chihuahua; Cd.
Juárez-El Encino, Chihuahua y El Encino-Topolobampo, Sinaloa.
Tipo de gas: shale
gas.
Capacidad de
transporte: 1,660 metros cúbicos de gas diarios.
Proveedores: Arizona
y Texas.
Tiempo de entrega:
2016.
(DOSSIER
POLITICO/ RIODOCE/ Paúl Mercado / 2013-10-28)