viernes, 27 de septiembre de 2013

CUESTIONA ARTÍCULOS DE ESTEBAN MARTÍNEZ, COLABORADOR DE DOSSIER POLÍTICO

Esteban Martínez:

He leído tus últimos tres artículos que muy acertadamente te publica DOSSIER POLITICO:

1.- Focos rojos en la CNTE 

2.-Ya lo sabíamos

3.- Negocio Magisterial.

En verdad te digo, estas a cien años luz de poder entender la lucha de la CNTE, en tamaña diferencia estas igual que Laura Bozzo retando a Carmen Aristegui, es decir enfrentar la ignorancia contra el conocimiento, la ocurrencia contra la investigación, el mitote y el susurro contra la historia, el resultado de esta aventura es verdaderamente catastrófico.

Te envió la ponencia presentada por Carlos Fazio convocado por Casa Lamm y La Jornada el 20 de septiembre, para que te des cuenta de la gran diferencia entre la luz y la sombra,  para que sepas que no nos puedes engañar con tus opiniones, para que te enteres que existen otras mentes más brillantes (pero mucho más brillantes que tu), para que aprendas a ser un verdadero periodista, un verdadero investigador con derecho a escribir sin sandeces y mentiras, y no seas la señorita Laura en el estado de Sonora.

También se lo envió  a Oscar Castro, como director de DOSSIER POLITICO, un portal político abierto a la confrontación de ideas y sin censura, para que lo publique como un derecho a la información.

Saludos.
Teo Ayala

(DOSSIER POLITICO/ Cartas al Director /  2013-09-27)


LUCERO SE NEGÓ A TENER SEXO Y CASI LA MATAN

La joven denunció la golpiza en las redes sociales. Foto: Tomada de Twitter
GUANAJUATO, Gto. (apro).- “Decimos que sí y somos unas cualquiera. Decimos que no y nos intentan matar. Ésta es mi historia, la historia de un ‘no’. Un ‘no’ que casi me lleva a la muerte”, dice Lucero Salgado Palacios, a sólo cuatro días de que su agresor comparezca en el Juzgado Oral.

Su caso, uno entre miles, es seguido por cientos de personas a través de las redes sociales y medios de comunicación.

“Lo que me pasó me ha dado una voz”, dice, y no la quiere desperdiciar.

Cuando Lucero decidió contar en Facebook la golpiza que sufrió de parte de un conocido con el que se negó a tener relaciones sexuales, lo hizo primero en el círculo cerrado de sus amistades.

“Más que por denunciar, quería que mis amigas se dieran cuenta de que el problema es más grave de lo que piensan, porque no le damos importancia si vemos un empujón entre novios y eso no es normal”, señala.

Ante la avalancha de comentarios, mensajes de solidaridad y, sobre todo, historias similares que numerosas jovencitas y mujeres le han narrado, Lucero dice que de ahora en adelante quiere ayudar a otras víctimas de violencia a denunciar, “pero plenamente informadas, que sepan los derechos que tienen, que no vayan solas y que las autoridades no las ignoren sólo porque no saben lo que tienen que hacer, hasta que se haga justicia”.

Ella misma aún espera justicia.

La madrugada del pasado jueves 12, Miguel Ángel Jasso –a quien conoció a través de un amigo mutuo– le ofreció llevarla a su casa después del trabajo, pero esa invitación se transformó en una pesadilla cuando ella se negó a tener relaciones sexuales con él.

Miguel Ángel tomó hacia la carretera a Dolores Hidalgo, y en un camino rural la golpeó brutalmente en la cara, brazos y el cuerpo. Lucero alcanzó a arañarlo en la cara y él huyó, pero kilómetros adelante se accidentó cuando regresaba a la ciudad.

Ambos se encontraron en el Hospital General. Lucero esperaba el arribo de un agente del Ministerio Público (MP), mientras Miguel Ángel era atendido por heridas sufridas tras el percance automovilístico. Ella lo identificó plenamente ante las autoridades ministeriales y el personal del hospital. Al sujeto se le tomaron fotografías y luego se retiró del nosocomio.

Lucero interpuso la denuncia penal y le ofrecieron llamarle en un par de días para realizar el peritaje psicológico. Acudió al MP cuando se cumplía una semana, porque nadie le llamaba y quería conocer el estado de la carpeta de investigación.

“Los licenciados que estaban ahí me dijeron que para qué me serviría a mí (la carpeta), que regresara con mi licenciado para que se la mostraran a él, que yo para qué la quería”, relata a Apro.

Como siguiente paso compartió su testimonio en su muro de Facebook, que fue retomado por algunos de sus conocidos y posteriormente por medios locales. Sólo pasó un día de eso cuando recibió la llamada para que acudiera al Ministerio Público, a las ocho de la noche, a fin de que le practicaran el esperado peritaje.

Después de una semana, en un comunicado la Procuraduría General de Justicia del estado anunció que había concluido las diligencias y que requirió al Juzgado Oral que citara al agresor a la audiencia de formulación de imputación, el próximo lunes 30 por la mañana.

Los días de espera le han dado a la joven de 18 años la posibilidad de adquirir plena conciencia de que es una sobreviviente de feminicidio, como ella lo definió el sábado 21, al acudir a la marcha por la erradicación de este delito en Guanajuato.

“Guanajuato es una sociedad bien chiquita, retrógrada. Que se vea que una víctima denuncie lo que pasó y lo exponga es rarísimo. No es algo que haya pasado a una comunidad a muchos kilómetros de aquí, pasó en la ciudad y puede pasar con nuestras amigas, nuestras hermanas. Tenía un poco de miedo de lo que algunas personas iban a decir, que si era mi culpa, que por qué andaba con ese muchacho o a esas horas. Estaba segura de que habría dos o tres personas que pondrían este tipo de comentarios, pero me preparé mucho, tuve mucho apoyo de mis hermanas”.

Lucero conoce de primera mano a otras jóvenes que han sufrido algún tipo de violencia infligida por sus novios, “aunque sea un jalón”, y no dicen nada.

“Yo pensé: no debemos quedarnos calladas, no es que sea tu culpa o que es algo de lo que debes avergonzarte. Es lo que le pasa a muchas, reciben una bofetada y les da vergüenza decirlo, pero que no se dejen”.

–¿Estabas consciente de esa violencia? ¿Te interesaba el tema?

– Unas semanas antes había visto varias notas sobre los feminicidios en Guanajuato, y la posición que había tomado el gobernador. Vi lo de la niña que violaron en Tamazuca. Estaba familiarizada, pero después de lo que me pasó, varias mujeres se me acercaron y me compartieron que les había pasado también. Casos menores o peores que los míos, aunque eso no debería de importar.

“Es impresionante ver a todas las mujeres cuyos casos han quedado archivados, y pues obviamente comprendo la impotencia que sienten con el desempeño de todo el sistema judicial, porque me contaron de casos peores, de mujeres asesinadas, en que sus carpetas (de investigación) se archivaron”, apunta.

En particular recuerda haber leído meses atrás el caso de Luz María, una chica de 14 años que fue encontrada muerta en un arroyo en la ciudad de León, cubierta con unas piedras y llantas. El dictamen de las autoridades ministeriales fue que la muchacha falleció a consecuencia de un infarto.

“Me impactó mucho que les hayan dicho a sus familiares que murió de un infarto y que a su papá no lo hayan dejado hacer una prueba de ADN porque costaba muchísimo dinero. Si las autoridades están haciendo lo que deberían de hacer en todos los casos, pues ha sido de una manera muy ineficiente”.

–¿Denunciar hace una diferencia? ¿Vale la pena?

–Yo creo que sí. Yo lo expuse, di la cara y el Ministerio Público ha sentido presión y ha hecho lo que se supone que debería de hacer, pero el proceso es muy deficiente. Te dicen: ‘regresa después’ o ‘nosotros te llamamos’, y cuántas mujeres no tienen la conciencia o el conocimiento o el valor para volver y preguntar, y cuántos de esos casos se quedan archivados, les dan el carpetazo.

Con más de mil seguidores en Facebook y más de 15 mil firmas recabadas hasta la fecha, que enviarán en una carta dirigida al procurador Carlos Zamarripa para pedir justicia, Lucero piensa mucho en las acciones que emprenderá en el futuro.

“Lo platiqué con el Centro Las Libres –dirigido por Verónica Cruz Sánchez– y quiero abrir un centro de capacitación de mujeres, que no tienen que ser psicólogas o abogadas, para acompañar a otras víctimas de abuso, que puedan ayudarlas a ir al Ministerio Público sabiendo cuáles son sus derechos, cuáles son los pasos que deben dar. Porque si van las mujeres solas, las víctimas, no pasa mucho.

“Quiero que podamos apoyar a esas mujeres para que sepan qué sigue después de la denuncia, cuánto tiempo tardan en hacer un peritaje. Yo creo que están acostumbrados (las autoridades) a decirle lo mismo a todas las mujeres, porque muchas no saben que tienen el derecho de preguntar y ver cómo va su caso, y que deben darles copia (de su expediente) si la piden”, sostiene.

Es entonces cuando brota de su boca la frase: “a veces agradezco lo que me pasó”.

–¿Por qué?

–Me ha ayudado a darme cuenta de muchos procesos legales por los que tenemos que pasar las mujeres, absurdos, que nos dejan en una condición más vulnerable con todo lo que nos hacen pasar. Aunque los derechos de las mujeres se promueven estamos muy atrasados, porque vivimos en una cultura con un fundamento patriarcal y machista. Lo que me pasó me ha dado una voz. Lo veía en mis amigas y quería decirles, pero esto me ha dado otra voz hacia personas que no conozco, dar este mensaje y unirme a quienes luchan por eso.

Lucero no quiere quedar en el punto final de una historia que termine como “la niña del caso que se resolvió”.

Espera dar el paso que sigue, junto con el Centro Las Libres, incluso para retomar expedientes “que se quedaron en el limbo, que nadie resolvió”. Mientras tanto, sabe que el peligro la acecha.

“La persona que me atacó puede estar aquí, o en Guatemala”, concluye.

/26 de septiembre de 2013)

LOS OTROS CAPOS


Caravana de madres de migrantes llega a Querétaro. Foto: Xinhua / Raúl Ibañez
MÉXICO, D.F. (Proceso).- El pasado 26 de agosto, un día después del descarrilamiento de La Bestia, policías de Coatzacoalcos, Veracruz, encontraron sobre el malecón el cuerpo acribillado de José Trinidad González Vargas, El Pájaro.

Mediante métodos de terror y bajo la protección de las autoridades, este sujeto controlaba por completo el tráfico de migrantes entre Tenosique, Tabasco y Coatzacoalcos.

La inestabilidad de la zona después de su asesinato puede dar paso al caos, asevera Rubén Figueroa, integrante del Movimiento Migrante Mesoamericano y del albergue La 72, de Tenosique, dirigido por el sacerdote Tomás González Castillo.

En noviembre último, el albergue recibió noticias inquietantes de sus contactos diseminados en la ruta migratoria. “Salió un jefe, la cosa se va a poner dura en Coatzacoalcos”, decían.

Ese mes El Pájaro salió de la cárcel donde estaba detenido por secuestro. No pasó mucho tiempo antes de que integrantes de La 72 oyeran las quejas de migrantes a quienes se les exigía el pago de cuotas en el tramo recorrido por La Bestia después de Tenosique.

Figueroa asegura a Proceso que desde entonces el albergue realizó un trabajo de inteligencia acerca de El Pájaro.

“A principios de este año empezamos a recibir denuncias de migrantes según las cuales a quienes no pagaban la cuota de 100 dólares los tiraban del tren en marcha”, recuerda Figueroa.

Desde su cuartel en Veracruz El Pájaro extendió su dominio sobre la ruta de La Bestia en la región; se fue apoderando del norte de Chiapas, entró en Tabasco por La Chontalpa, y a inicios de este año tomó Macuspana, también en Tabasco.

Encabezaba una estructura piramidal cuyo negocio descansaba en la explotación de los migrantes. Administraba una decena de células ubicadas en los puntos clave de la ruta. Estas “células todopoderosas”, abunda Figueroa, controlaban a su vez a los grupos de delincuentes de la zona.

El guía ofrece sus servicios a los migrantes para que viajen bajo su “protección”, mediante el pago de la “renta”. En el territorio del Pájaro, los únicos guías autorizados para trabajar sobre el tren entregaban una cuota a las células del criminal. Estos guías subían con “sus migrantes” en ciertos vagones determinados por El Pájaro.

Los centroamericanos que se arriesgaban a subir sin guía ocupaban otros vagones. Los grupos de secuestradores, liderados, entre otros, por El Chino, La Sombra o El Dólar, entregaban un “derecho de piso” a las células del Pájaro para asaltar esos vagones. Tenían prohibido atacar los de los guías autorizados.

“Unos trabajaban, otros cobraban y El Pájaro se enriquecía”, resume, y agrega que entre Tenosique y Coatzacoalcos “nada se movía en la ruta migratoria sin su permiso”.

Tráfico forzado

Para identificarse, los integrantes de las células vestían shorts cuadriculados. En el tren, precisa Figueroa, únicamente ellos podían usar móvil.

“Al migrante que traía un teléfono se lo confiscaban. Luego lo interrogaban para saber si era un infiltrado o un coyote no alineado con El Pájaro”, informa.

La 72 identificó una nueva modalidad en el tráfico de personas implantada por El Pájaro. A través de sus halcones e informantes averiguaba cuáles migrantes tenían familiares en Estados Unidos; una vez localizados, los bajaban del tren en Coatzacoalcos y los conducían a casas de seguridad cerca de las vías. Luego exigían a sus parientes entre 3 mil y 4 mil dólares. Cuando juntaban a 40 migrantes los subían en un autobús y los llevaban a Tamaulipas. Para El Pájaro las ganancias por autobús ascendían a más de 100 mil dólares, cifra que incluía sobornos a las autoridades migratorias, estima el integrante del Movimiento Migrante Mesoamericano.

Agrega que El Pájaro fracasó en su intento por apoderarse de Medias Aguas (Veracruz), Arriaga (Chiapas) e Ixtepec (Oaxaca) donde, precisa, “desde hace mucho tiempo operan bandas”.

Ante todo, precisa Figueroa, al delincuente le interesaba la localidad tabasqueña de Tenosique por su posición estratégica en la ruta migratoria.

Sin embargo, El Pájaro se topó con la resistencia del sacerdote González Castillo y de su equipo de La 72, quienes no cedieron ante los delincuentes. “Querían eliminarnos. Comenzaron las amenazas y las noches en el albergue se convirtieron en una zozobra”, recuerda Figueroa.

Los miembros del albergue exhortaron a los indocumentados a ser vigilantes mientras ellos mismos se dedicaban a expulsar a los halcones infiltrados en el alojamiento.

Pese a ello la situación se volvió más crítica para Figueroa, quien se vio obligado a salir de Tenosique después de que le informaron de la ejecución inminente de un plan para asesinarlo. “No necesitamos mártires, sino brazos para trabajar”, dice.

Colusión

Mediante sus contactos y testimonios de los migrantes, los miembros de La 72 recabaron mucha información acerca de El Pájaro, abunda el defensor de derechos humanos. “Entre más sabíamos de él, más nos amenazaba”, refiere.

Lograron establecer que era un sujeto robusto, moreno, con bigote. Supieron también que en la pantorrilla tenía el tatuaje de un dragón o una serpiente. Más tarde supieron que se llamaba José Trinidad González Vargas, oriundo de Tamaulipas, y que había pertenecido a Los Zetas.

Esta información, apunta, se entregó a las autoridades federales, “pero nunca se hizo nada”.

En abril de este año, apunta Figueroa, un rumor corrió en la ruta migratoria: se dijo que la policía había detenido al Pájaro en Coatzacoalcos por posesión de armas y drogas. Añade que de inmediato las células triplicaron el monto de las cuotas para pagar su fianza. Gracias a ello, el delincuente salió libre “a los pocos días”.

En febrero pasado, relata el defensor de derechos humanos, tres secuestradores señalados por los migrantes fueron detenidos por elementos de la Procuraduría General de la República (PGR) y de la Policía Federal. Pero una semana después los vieron recorrer otra vez las vías en busca de sus víctimas.

“A partir de este momento denunciamos una violencia institucionalizada fomentada por las autoridades de forma directa e indirecta”, expone. Y enfatiza: “las autoridades se encuentran entre la ignorancia y la ­indiferencia”.

El pasado 15 de agosto fue arrestado Miguel Ángel Torres Acevedo, El Chino, cuyo grupo secuestra migrantes entre La Chontalpa y Coatzacoalcos. En su teléfono celular, el comandante de la Policía Ministerial encontró mensajes a Estados Unidos en los que el delincuente exigía el pago de un rescate.

El jefe policiaco llamó al número estadunidense y habló con el familiar del migrante secuestrado. Aquél confirmó haber pagado mil 800 dólares para que dejaran vivo a su hermano. A pesar de estas pruebas, El Chino fue liberado.

“Recibimos información según la cual días después del descarrilamiento del tren se dio otro secuestro entre las estaciones de La Chontalpa y de Las Choapas. El Chino y El Dólar serían los organizadores”, dice el defensor de derechos humanos.

Figueroa relata la historia de un migrante guatemalteco en Coatzacoalcos. No le alcanzaba el dinero para pagar la renta: había desembolsado 100 dólares para la cuota anterior, en Palenque. Quería regresar a su país, pero se sabía perseguido por criminales. Abordó a un policía y le explicó discretamente su situación.

“Quédate aquí y haz como si hablaras por teléfono”, le ordenó el uniformado. El agente arrancó su camioneta y desapareció. A los cinco minutos regresó y agredió verbalmente al migrante, muy confuso. El policía esposó al indocumentado y lo subió a la patrulla. Ya lejos de las vías lo liberó y le aconsejó huir.

–¿Por qué hiciste eso? –preguntó el guatemalteco.

– Si ven que te ayudo me matan.

El coraje invade al integrante de La 72: “No te puedes salir de la ruta, no te puedes alejar de ellos. Que un policía deba fingir y actuar para ejercer su trabajo exhibe la dimensión gravísima del problema en la ruta migratoria”.

Sin opciones

“Si un migrante elije tomar un autobús hacia el norte del país, los retenes y las extorsiones de los policías lo redirigen automáticamente hacia La Bestia”, lamenta Figueroa.

También denuncia la “cacería” sufrida por los migrantes cuando deciden viajar por carretera. Los puntos de revisión migratoria en México superan los de Estados Unidos.

El pasado 4 de junio, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, anunció la puesta en marcha del Plan Frontera Sur. Este programa prevé nuevas líneas de contención en la frontera de México con Guatemala y Belice, así como el establecimiento de más puntos de control migratorios en las carreteras del país.

Este plan, afirma, “solamente aviva la llama del infierno de la ruta migratoria”, pues a los migrantes no les deja otra opción que la de subirse al tren, a pesar de los riesgos que corren.

“Los hondureños no dejan de salir de su país”, observa, y considera que los migrantes sólo tienen tres posibilidades para cruzar por México en su ruta a Estados Unidos: tomar el tren y pagar cuotas con riesgo de su vida; usar autobuses y sobornar a las autoridades, o contratar por 3 mil dólares servicios de autobuses controlados por Los Zetas.

La única solución viable y acorde con los derechos humanos que considera el defensor de migrantes consiste en entregar visas de tránsito a los migrantes centroamericanos.

El asesinato de El Pájaro abre un vacío de poder en la zona. Figueroa no puede afirmar que la ejecución del criminal esté ligada al descarrilamiento del tren, un día antes.

Ante las inmensas ganancias que representa un negocio de la amplitud del tráfico de migrantes indocumentados, Figueroa teme que la situación en Coatzacoalcos tras el asesinato de El Pájaro se torne caótica, toda vez que la constelación de pequeñas bandas criminales perdió a su jefe.

“Los grupos de secuestradores están subiendo de nivel. Los que pagaban piso a El Pájaro podrían exigir el control de la ruta”, asevera Figueroa.

La Sombra, líder de un grupo de secuestradores adscrito a la organización de El Pájaro, ronda en Tenosique, “descontrolado tras la muerte de su jefe”, afirma.

Otros grupos, como los de El Chino o El Dólar, siguen operando, mientras que los miembros de las células de El Pájaro permanecen activos.

Por su parte, la Mara Salvatrucha opera en Palenque con total independencia y “podría extender su dominio hacia Tenosique a sangre y fuego, como lo hizo en Chiapas”, advierte Figueroa.

/27 de septiembre de 2013)

LOS MIGRANTES, CARNE DEL NARCO

Migrantes en Tenosique, Tabasco. Foto: Noé Zavaleta


Desde el extremo sur de México un grupo de inmigrantes hondureños planea llegar a Estados Unidos. Algunos tienen experiencia previa en la travesía, otros son novatos. Pero todos por igual están a expensas del crimen organizado: por un lado La Mara ya es dueña de la plaza de Palenque; por otro, La Familia Michoacana recluta ahí a sus pasadores de droga, en tanto que las autoridades son omisas o cómplices. La política migratoria mexicana también contribuye a convertir en carne de cañón del narco a quienes buscan un futuro mejor.

PAKAL-NÁ, CHIS. (Proceso).- “Oye viejo, ¿qué pasa si uno no puede pagar?”, le pregunta Noé, migrante hondureño de 26 años, al joven “guía” originario de Belice y quien se hace llamar El Kidín.

Al hacer la pregunta Noé desvía la mirada hacia los enormes vagones color óxido de La Bestia, el tren carguero encima del cual suelen viajar los indocumentados centroamericanos para cruzar México.

Lunes 2 de septiembre. La tensión se palpa entre los ocho hondureños que están sentados junto a las vías en la comunidad de Pakal-Ná, menos de cinco kilómetros al norte de Palenque, Chiapas. A unos pasos de ahí –donde se amontonan casitas de techos de lámina– policías y empleados de empresas ferroviarias sellan los vagones cargados de mercancías.

–¿De veras no ha leído las noticias acerca del tren? Pues no pasa nada si paga la renta, ¿me entiende? Pero si no paga, una vez arriba ya valió –advierte con frialdad El Kidín.

El guía beliceño se despide golpeando con la palma de la mano las de los inmigrantes. Sigue su camino por las vías. Cerca de él va un guía hondureño, delgado y de pelo chino, no mayor de 20 años. Lo apodan El Silencioso. Ambos pertenecen al escalón más bajo de La Mara Salvatrucha.

Pagar la renta, la cuota o la feria a uno de los guías de La Mara garantiza al migrante viajar en el tren con relativa tranquilidad. Pero el glacial “ya valió” proferido por El Kidín significa que si un migrante comete la osadía de subirse sin pagar, los guías lo tirarán del tren en marcha o lo dejarán a disposición de otros grupos criminales que lo secuestrarán.

Luis Alfonso Alarcón, otro hondureño, se atreve a hablar tras el silencio que impuso en el grupo de migrantes la irrupción de los guías: “Ya ves cómo está la cosa aquí. Ellos son de La Mara. Aquí te pueden machetear. Pero El Kidín es buena onda”.

Las amenazas de los guías confirmaron lo que Luis ya había advertido al grupo: Hace un año La Mara Salvatrucha –pandilla salvadoreña asentada en Los Ángeles, California– se apoderó de Palenque, la primera “estación” de una de las rutas migratorias hacia Estados Unidos. Cobra cuotas de 100 dólares a los indocumentados antes de que suban a La Bestia.

Según el Informe especial sobre secuestro de migrantes en México que publicó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos el 22 de febrero de 2011, el número de migrantes víctimas de secuestro fue de 11 mil 333 entre septiembre y abril de 2010. En 67.4% de los casos las agresiones se produjeron en el sureste del país.

–Entonces yo que ando de pobre, ¿no tengo chance de subirme? –se preocupa Noé.

–Te dicen de respetar esta onda, pues. Pero no te subes porque no pagaste y ya

–le contesta Luis.

–¿Y cómo le hace uno en mi caso?

–Pues no sé.

Noé conocía los riesgos de La Bestia. Antes de llegar a Palenque tenía miedo de los secuestros de Los Zetas, por lo que pensaba mantener en el tren una larga distancia entre él y los demás migrantes. Los grupos atraen a los criminales, decía.

También temía a las autoridades y a los “garroteros” (guardias privados de las compañías ferrocarrileras que exigen una cuota para dejar viajar a los migrantes). Pero no contaba con La Mara. En su anterior viaje, en 2009, ésta no controlaba Palenque.

Luis informa al grupo que desde esa localidad hasta la estación de Lechería en el Distrito Federal, pasando por Tenosique y Chontalpa, Tabasco, así como por las estaciones veracruzanas de Coatzacoalcos, Medias Aguas, Tierra Blanca y Orizaba, los migrantes deben pagar en promedio cinco cuotas a diferentes grupos criminales.

Ante las caras lívidas de los hondureños Luis explica que “desde Arriaga (Chiapas) hasta Palenque controla La Mara. En Coatzacoalcos uno le paga al Pájaro y a partir de Orizaba al Señor de los Trenes”. Sin embargo, señala que, con fortuna, “uno puede librarse de una o dos rentas”.

En ese momento Luis no estaba enterado de que José Trinidad González Vargas, El Pájaro, había muerto una semana antes –el 26 de agosto–, acribillado con un cuerno de chivo en Coatzacoalcos.

El grupo de hondureños –la mayoría sin dinero– se entera además de que no es suficiente con pagar esas rentas: deben cruzar los dedos para no sufrir un asalto de los zetones (zetas). El grupo criminal, precisa Luis, cobra 500 dólares por cabeza.

Retenes del miedo

Noé cruzó el río Usumacinta la mañana del domingo 1. Puso pie en territorio mexicano junto con tres compañeros de viaje a quienes encontró en La Técnica, el pueblo fronterizo guatemalteco: Polo, de unos 50 años, con bigote y una amplia panza que sobrelleva con tono jovial; Javier, moreno, alto y delgado, de 18 años, y Rubén, más chaparrito, de 19.

Es el primer viaje a Estados Unidos de Javier y Rubén. Reservados, observan y aprenden de Polo y Noé, quienes emprenden su tercera y quinta travesía por México, respectivamente.

En Pakal-Ná los cuatro comen frijoles, arroz y tortillas al tiempo que dirigen miradas nerviosas hacia el parque del pueblo, a 50 metros de las vías.

Ahí, en las bancas descansan decenas de hondureños. Alrededor de ellos gravitan los halcones con la misión de vigilar y monitorear a los migrantes para que no escapen del pago de la “renta”.

Desde que llegaron a la pequeña localidad chiapaneca, Noé insistió en alejarse de sus paisanos y aconsejó a sus compañeros no confiar en extraños. Les dijo que revelarle a un desconocido que se tienen familiares en Estados Unidos es peligroso, pues eso convierte al migrante en un secuestrable por el que se puede pedir el pago de un rescate en dinero.

Al grupo de Noé se unen otros cuatro hondureños agotados y hambrientos. Caminaron los 130 kilómetros que separan el embarcadero –donde llegan las lanchas de Guatemala– de Palenque. Prefirieron eso a ser extorsionados por choferes de combis, quienes suelen cobrar 300 pesos a cada migrante por un servicio “con compromiso”. Estos conductores se comunican entre sí con walkie-talkies para avisar de la presencia de retenes migratorios. El mismo recorrido le cuesta 80 pesos a un mexicano.

Noé, Polo, Javier y Rubén hicieron el recorrido en combi, pero fueron afortunados: encontraron un chofer que sólo les cobró 100 pesos por persona. Durante las tres horas que duró el viaje, en cada retén militar o de la Policía Municipal los migrantes aguantaban la respiración.

Sólo la Policía Federal o los agentes de migración están facultados para detener a los indocumentados. Por suerte la combi de Noé y sus compañeros se acercó a Palenque a la hora de la comida. Los retenes del Instituto Nacional de Migración (INM) estaban vacíos.

De acuerdo con los Apuntes sobre migración que publicó esa dependencia en septiembre de 2011, 140 mil migrantes cruzaron México en 2010; 95% de ellos eran de origen centroamericano. Según esa fuente las autoridades detuvieron a más de la mitad.

Un millón 200 mil hondureños radican en el extranjero. Cada año 75 mil deciden ir a Estados Unidos; un promedio de ocho cada hora. La economía de su país descansa en ellos. De acuerdo con el Banco Nacional de Honduras, los 2 mil 960 millones de dólares de remesas que enviaron en 2012 representaron la primera fuente de ingresos del país –aproximadamente 15.7% del producto interno bruto– y se destinaron en su mayoría a la adquisición de bienes de consumo.

“El Patrón”

El Optimista es uno de los cuatro migrantes que se unió al grupo de Noé en Pakal-Ná. En seis ocasiones se ha lanzado a Estados Unidos, asegura. “Yo sí me quiero quedar allá pero no es recíproco. Entonces me tiran como basura. Por eso paso muy enseguida”, se ríe.

Noé y él relajan el ambiente cuando cuentan sus experiencias en La Bestia. Compiten para saber quién realizó la caminata más larga sin comer ni descansar o comparan sus actos heroicos encima del tren. Ello tranquiliza al resto del grupo, cuya moral se reaviva al suponer que en compañía de estos migrantes tan experimentados no les puede ocurrir nada malo.

El Optimista cuenta cómo una vez saltó del tren en marcha para comprar agua y luego regresó a él aunque alcanzó el último vagón, por lo que necesitó una hora para regresar a la mitad de La Bestia.

Noé relata un operativo que realizaron las autoridades migratorias mexicanas junto con agentes de la DEA en las cercanías de Orizaba. Pararon el tren y lanzaron a los “tigres” (los perros) para perseguir a los migrantes, quienes huyeron a toda velocidad. “Ese día agarraron a 270”, cuenta.

En su larga caminata, El Optimista y sus compañeros encontraron a Luis Alfonso Alarcón atrapado hasta la cintura en un hoyo de lodo. Intentó huir de los agentes de migración, a quienes había entregado 3 mil pesos. El Optimista se burla de él: “Estaba llorando”, dice y se parte de risa.

Luis lleva 13 años recorriendo la ruta migratoria. Asegura que trabaja en Estados Unidos como jefe de plaza para La Familia Michoacana. Parece exagerado, pero hay una cosa cierta: Conoce a todos los guías de La Mara en Pakal-Ná por sus apodos y ellos lo ubican perfectamente.

Por el camino de tierra detrás de las vías pasa una camioneta roja. La maneja un hombre con canas cubiertas por una gorra. “Mira, viene El Patrón”, comenta Luis. Precisa que éste vive en la frontera norte, dispone de una licencia para cazar coyotes y chacales en Estados Unidos y controla una red para cruzar el río Bravo. Afirma que este individuo gana dinero indicándole a los polleros cuándo pueden pasar sin riesgo de encontrar una patrulla.

Después de una llamada al estado de Virginia, en Estados Unidos, Luis consigue dinero de La Familia para continuar su viaje. Transferirá los 100 dólares a La Mara mediante la clave bancaria que le proporcionaron los guías.

“Burros”

Noé tenía 13 años cuando entró a Estados Unidos por primera vez, en 2000, con su primo, dos años mayor. Vivió en casa de su tía en Atlanta, Georgia, pero como no alcanzaba la edad legal para trabajar se dedicó a vender heroína en la calle. Se volvió consumidor de su propio producto hasta que la policía lo detuvo. Tenía 16 años.

Fue encarcelado en un reclusorio juvenil. Cuando cumplió 18 fue deportado a Honduras. Hoy se arrepiente de no haber estudiado inglés durante su estancia en el penal.

Logró entrar de nuevo a Estados Unidos en 2006. Se quedó dos años trabajando en el sector de la construcción y decidió volver a Honduras. Pero sus dos últimas tentativas tropezaron con las autoridades migratorias de dicho país.

Durante su más reciente intento, en 2009, Noé atravesó sin problemas el sur de México a lomos de La Bestia. Luego aguantó las temperaturas extremas durante los mil kilómetros de desierto que recorre el tren en la llamada “ruta del infierno”, bordeando el océano Pacífico.

Al desembocar exhausto en la frontera norte, en Sonora, La Familia Michoacana lo acogió en un lugar tranquilo para descansar. Noé lo describe como una casa en la cual todo quedaba a su disposición: camas, comida y bebida –“refrigeradores llenos”–, mariguana, pantallas y videojuegos.

Después de una semana de reposo Noé y otros migrantes “burrearon”: Cada uno agarró una mochila cargada de bolsas selladas con 30 kilos de mariguana, un bolsillo lleno de la yerba para su consumo personal, dos botellas de litro y medio de agua y algo de comida. Atiborrados de “mercancía” se lanzaron al desierto. 
La caminata duró seis días bajo un sol implacable.

En teoría, una vez en Estados Unidos los burros reciben mil 800 dólares a cambio de las mochilas. Este dinero les permite viajar hacia sus ciudades de destino y sobrevivir hasta encontrar trabajo.

Sin embargo la aventura de Noé acabó cinco horas antes de llegar al punto de encuentro. Agentes de la Patrulla Fronteriza lo capturaron junto con sus compañeros de viaje. Lo encarcelaron 15 meses y luego lo ­deportaron.

“Andamos con Dios”

El pasado 31 de agosto, en la víspera de su ingreso a territorio mexicano, Noé cuenta su historia al reportero. Lo hace en una posada del pueblo de Santa Elena, en la selva guatemalteca de El Petén.

“En Honduras hice cosas malas, muy malas”, admite. “Ahora busco el perdón de Dios”.

Sostiene que nunca cometió el “pecado último, matar a otro hombre, pues Dios nunca perdona este pecado”.

Cuando retornó a Honduras después de 15 meses en la cárcel estadunidense, Noé no consiguió trabajo. Según el Banco de Honduras, más de 1.8 millones de hondureños están sin empleo, sólo 50% de la población económicamente activa tiene trabajo formal y la pobreza afecta a 67% de los habitantes del país centroamericano.

Dice que está casado y es padre de un niño de un año, también llamado Noé. Confía que a su esposa la quiere mucho porque lo esperó año y medio sin recibir dinero de su parte. “No cualquier mujer lo haría”. Cuando él se ausenta, ella y su hijo comen las sobras dejadas por su abuela, afirma el joven.

“A los 20 años uno no tiene ideas claras, pero ahora que me hice responsable de mi hijo, pienso mucho más. Además, me cansé de la calle”.

Platica su proyecto: una vez en Estados Unidos trabajará para juntar entre 5 mil y 10 mil dólares. Luego volverá a Tegucigalpa y abrirá un puesto de comida. “No le pido mucho a la vida, sólo un poco más”, dice.

Prevé pasar a Estados Unidos otra vez como burro. Si de nuevo lo detiene la migra, recibirá una sentencia de tres años.

Mientras viajaba por Guatemala nunca dudó del éxito de su empresa. “No quiero pensar en eso. Voy con Dios. Él me protege y me llevará a mi destino. Todo me va a salir bien”.

En la posada de Santa Elena cuenta que el día anterior a su salida de Honduras el papá de un amigo tocó a su puerta. Lo invitó a cometer un asalto. Noé dudó. El hombre insistió 10 minutos. “Pero no fui. Me tentó el Diablo y lo vencí”, se enorgullece.

En Pakal-Ná, Polo y El Optimista comparten la actitud positiva de Noé. “Andamos con Dios. Si nos permite, llegamos ahí”.

Ninguno de los migrantes quiere admitir la versión de Luis según la cual hay que pagar repetidas “ferias” de 100 dólares, de los cuales carecen.

Sin embargo el encuentro con El Kidín y El Silencioso enfrió la atmósfera positiva, hasta alegre de los indocumentados.

–Ahora es de día –advierte Luis–. En la noche el tren se transforma en La Bestia del Diablo. Los guías andan con pasamontañas, todos vestidos de negro y portan cuetes (pistolas).

–Y esos batos son paisanos –se aflige El Optimista.

–Sí, viejo. Se hacen ricos sobre los pobres; lo discriminan a uno –gime Noé.

–Ellos también son gente de abajo –explica Luis–. Los de La Mara les exigen a los guías que les avisen con quiénes van. Si se dan cuenta de que sobra el número de migrantes en el tren, sospechan que los guías los engañaron. Entonces, pues no te dejan subir. Y si no estás en la lista, pues te levantan. Todos los días salen noticias de gente que se murió allá en el camino.

Luis añade que independientemente de los secuestros, al llegar a la frontera norte por la vía del Golfo de México, Los Zetas cobran nuevamente entre 300 y 500 dólares. No tener el dinero, asevera, es letal.

La desesperación desencaja los rostros. Los sueños del norte, de los billetes verdes y de una vida digna se desvanecen ante La Mara. El silencio se vuelve más pesado aún.

–Yo tengo miedo, pues –admite Polo.

–Yo también –comparte Noé.

En las vías unos agentes municipales platican con los maras.

Ante la cruda realidad los hondureños se quedan pensativos. El sudor escurre por las sienes de Noé. Lo ronda la idea de regresar a su país, pero lo obsesiona el hecho de que no ha enviado un solo peso a su esposa desde hace más de un mes. Se le escapa su optimismo pertinaz.

–Ahora yo les puedo ofrecer un precio ¿me entiende? –dice Luis de improviso.

Capta de inmediato la atención de los indocumentados. El Optimista y otros dos compañeros se alejan, molestos: “No queremos oír de dinero”.

Luis propone que Noé, Polo, Javier y Rubén soliciten 100 dólares a sus familiares en Estados Unidos o en Honduras. Al llegar a Coatzacoalcos él se compromete a llamar a sus contactos de La Familia para que les presten el resto. Por supuesto todo tiene su precio: se integrarán al cártel para saldar su deuda.

Tras innumerables llamadas, Polo y Rubén logran conseguir la suma. Noé y Javier se tropiezan con buzones de voz.

Luis le propone a Noé otro trato: asumirá los gastos de todo el viaje hasta Houston, Texas. A cambio Noé se convertirá en su “soldado personal”.

Noé huyó de Honduras para salir de la miseria, del crimen y la violencia; logró “vencer al Diablo” y las tentaciones de la calle. Pero en Palenque se convirtió en un “nuevo soldado” de La Familia Michoacana, a las órdenes de un desconocido.

/ 27 de septiembre de 2013)

COMPORTAMIENTO DE LAURA BOZZO SIN CÁMARA

(PROCESO / VIDEO/ 27 de Septiembre 2013)

GUERRA DE CÀRTELES DESATA OLA DE EJECUCIONES EN TABASCO

VILLAHERMOSA, Tab. (apro).- El procurador Fernando Valenzuela Pernas admitió que la guerra entre cárteles de la droga propició una ola de ejecuciones en el municipio de Cárdenas, donde hoy aparecieron dos víctimas más que eleva la cifra a seis asesinatos en menos de una semana.

Los cuerpos fueron hallados esta mañana en un camino vecinal en los límites con el municipio de Huimanguillo, dentro de unos cañales.

“Hay un enfrentamiento entre dos bandas que se presentan con ‘narcocartulinas’ y son los que están haciendo las ejecuciones”, aseguró el titular de la Procuraduría general de Justicia del Estado (PGJE), quien anunció que ya existe fuerte presencia militar, de la Marina y policías estatales y federales, para frenar la violencia en Cárdenas.

También reconoció que en el mes de julio y agosto inició el repunte “descontrolado” de ejecuciones en Tabasco, pero ante ello se ha reforzado la presencia policiaca-militar y, en breve, agentes de la Procuraduría General de la República (PGR) ofrecerán información sobre la ‘narcoguerra’ en Cárdenas y los atentados contra los edificios de esa dependencia en esta capital y en ese municipio, ocurridos la semana pasada.

El funcionario estatal destacó que en lo que va del año se han desarticulado varias bandas de secuestradores y consignado a unos 70 plagiarios.
 
/ 27 de septiembre de 2013)

ACUSAN A AUTODEFENSAS DE MANTENER SECUESTRADOS A MIL INDÍGENAAS NAHUAS

La autodefensa en Aquila, Michoacán. Foto: Enrique Castro


MÉXICO, D.F. (apro).- Pobladores de las comunidades de Pomaro y San Pedro Naranjestil, municipio de Aquila, Michoacán, demandaron la intervención de las autoridades federales y estatales para frenar las acciones de presuntos grupos de autodefensa que, aseguran, tienen “prácticamente secuestrados” a cerca de mil indígenas nahuas.

En una carta dirigida al presidente Enrique Peña Nieto y al gobernador interino, Jesús Reyna García, los habitantes de ambas comunidades se quejan de la “difícil situación” que viven por la presencia de “encapuchados” que, subrayan, podrían tener relación con el crimen organizado.

“Los pseudoguardias comunitarios tomaron de rehenes a toda la población de San Pedro. Nadie entra, nadie sale, por lo que pedimos también a la Sedena (Secretaría de la Defensa Nacional), Secretaría de Marina, Procuraduría General de la República y de Justicia de Michoacán, para que intervengan en esta grave situación”, puntualiza el documento.

Añade:

“De antemano sabemos que la seguridad nacional es competencia del gobierno de nuestro país bajo un orden jurídico, y que son los únicos facultados por la ley para poner orden y paz en el territorio mexicano, como en este caso demanda hoy nuestra comunidad”.

En la misiva, firmada por Leocadio Tolentino Tolentino, Marciano Isidro Gaytán, Germán Palacios Ramírez y Efraín Arroyo Chávez, presidente, secretario, tesorero y líder del Consejo de Vigilancia de la comunidad de Pómaro, respectivamente, los comuneros precisan que desde hace casi un mes enfrentan esa situación y no pueden salir a comprar medicinas ni alimentos.

“Algunos compañeros tienen que salir de noche por el municipio de Coalcomán, San José de la Montaña, y comprar víveres y medicamentos, pero con el temor de ser sorprendidos, ya sea por elementos del Ejército Mexicano, que también los detienen, o por los encapuchados, que han tomado la población”.

Es urgente que Peña Nieto y el gobernador michoacano, así como las dependencias mencionadas, “tomen cartas en el asunto, pues no podemos sacar a los enfermos, ni entrar vehículos con alimentos, y estos se agotan cada día”, manifestó Leocadio Tolentino.

/ 27 de septiembre de 2013)
 

GOBIERNO DE PEÑA NIETO DEBE DE ENCARCELAR A ROMERO DESCHAMPS Y MOREIRA: ZAMBRANO

El presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano.  Foto: Eduardo Miranda
MÉXICO, D.F. (apro).- A unos días del primer informe presidencial de Enrique Peña Nieto, el presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano, consideró que el combate a la corrupción es uno de sus pendiente y conminó al Ejecutivo a empezar a luchar contra este flagelo dentro de su propio partido, el PRI.

“Si quiere combatir a fondo la corrupción que empiece por su propia casa”, dijo en un comunicado.

Puso como ejemplo la impunidad en la que viven el senador y líder del sindicato petrolero Carlos Romero Deschamps y el exgobernador de Coahuila, Humberto Moreira, ambos personajes que se han enriquecido a costa del erario y en el primer caso, de los trabajadores petroleros.

“No está dispuesto el gobierno de Peña Nieto a combatir a fondo la corrupción y a ir contra sus propios correligionarios, como es el caso del ex gobernador (Humberto)- Moreira o en su momento el interino Jorge Torres, que se ha revelado se investiga en Estados Unidos por el delito de lavado de dinero. Tampoco ha estado dispuesto de ir contra el símbolo más vergonzoso para el país de la corrupción, que es Carlos Romero Deschamps; no lo han tocado, lo siguen protegiendo”, añadió.

Recordó que hay pruebas suficientes “para tener en la cárcel a Humberto Moreira”, entre ellas, dijo, “toda la falsificación que hizo de documentos para endeudar irresponsablemente al estado de Coahuila, más todo lo que ha salido como cola por toda la inversión que hizo en bienes inmuebles en Estados Unidos o este caso concreto de vínculos con el crimen organizado”.

Zambrano Grijalva consideró que estos elementos son “suficientes para que la Procuraduría General de la República le pida a un juez que le libere una orden de aprehensión, y con los compromisos, acuerdos internacionales que tenemos con la Interpol, que se traigan de inmediato a Moreira para que vaya a la cárcel”.

/27 de septiembre de 2013)

LO ASESINAN A BALAZOS EN VENTANILLA DE AUTOSERVICIO


Un hombre fue asesinado a balazos cuando se encontraba en la ventanilla del autoservicio de una tienda de conveniencia en el fraccionamiento Las Quintas, frente a las instalaciones del antiguo Hipódromo y Galgódromo de Juárez.

Vecinos del sector y reportaron haber escuchado nueve detonaciones y al salir observaron a dos tipos huir a bordo de un automóvil compacto en color blanco, quienes huían tras haber asesinado al conductor de una camioneta Ford café con dorado, modelo 1999, en la cual se apreciaban anuncios de una empresa dedicada a la impermeabilización de techos.

Fue en la calle Florida casi esquina con la avenida Vicente Guerrero, donde se registraron los hechos a las 09:20, lo que provocó la movilización de los cuerpos de seguridad.

El hombre asesinado fue identificado como Omar Sánchez Medina de 35 años, por su esposa que llegó al lugar de los hechos y sufrió una crisis nerviosa.

Personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) acordonó el área y cerró el paso a la circulación vehicular en la Vicente Guerrero, para realizar el trabajo de fijación del cadáver y buscar evidencias en la escena del crimen.

(El Diario | 2013-09-27 | 09:59)