lunes, 11 de marzo de 2013

PERIODISMO: VOCES ACALLADAS, ABSOLUTA IMPUNIDAD



Sus voces han sido acalladas por sicarios que arremeten contra periodistas y medios que informan acerca de las atrocidades en que incurre el narco. Con todo, informadores de Tamaulipas, Chihuahua, Nuevo León y la comarca lagunera luchan por que se conozca el clima de terror en el que sobreviven. Directivos, editores, fotorreporteros, reporteros y organizaciones internacionales defensoras de los derechos humanos denuncian: las autoridades poco o nada hacen para detener a las bandas criminales y dar garantías de seguridad a los periodistas.

Juan Alberto Cedillo
SALTILLO, Coah. (Proceso).- Las agresiones de los últimos meses a periodistas y los recurrentes ataques a medios de comunicación como El Siglo de Torreón y El Norte de Monterrey “permanecen en la más absoluta impunidad”, aseguran directivos de medios, defensores de los derechos humanos y representantes de organizaciones internacionales.

Según ellos, los discursos oficiales y las leyes de protección a los periodistas resultan demagógicos, ineficaces para capturar a los agresores, como sucede en el caso del reportero Jaime Guadalupe Domínguez, asesinado en Chihuahua el domingo 3. Ante la falta de justicia, los delincuentes siguen hostigando al gremio periodístico, dicen.

En Monterrey, los directivos de El Norte y sus reporteros llevan meses en espera de justicia, luego de que las instalaciones del periódico fueron el blanco de artefactos explosivos. En Nuevo Laredo, El Mañana optó por cambiar su línea editorial y omitir las noticias relacionadas con los cárteles de la droga para evitar confrontarse con los sicarios que operan en esa ciudad fronteriza.

Hoy, los medios tamaulipecos no informan nada relacionado con el narcotráfico. Tomaron esa decisión ante la falta de respuesta de las autoridades estatales y federales, sobre todo a partir de que las bandas criminales pusieron precio –a fines del mes pasado– a la cabeza de los administradores de la página de Facebook Valor por Tamaulipas, dedicada a alertar a la ciudadanía sobre las situaciones de riesgo.

La semana antepasada, las instalaciones de El Siglo de Torreón sufrieron varios ataques en los que dos policías federales resultaron heridos y un civil murió. El Ejército y las policías estatal y federal instalaron tres filtros de seguridad para proteger al diario.

Días antes, el jueves 7 de febrero, cinco trabajadores de ese periódico fueron secuestrados durante 10 horas. Sus captores los golpearon y amenazaron de muerte durante ese lapso.

En esa ocasión, El Siglo de Torreón publicó un editorial en que subrayó: “Lo ocurrido la noche del jueves resulta alarmante porque abre un nuevo frente en la vulnerabilidad de los medios de comunicación, pues los trabajadores secuestrados no pertenecen al área de redacción”.

En agosto de 2009, el periódico sufrió el primer ataque, cuando unos desconocidos lanzaron explosivos contra sus instalaciones y dispararon contra la fachada. Dos años después, en noviembre de 2011, El Siglo fue atacado de nueva cuenta.

Una persona cercana al periódico que pide al reportero omitir su nombre cuenta: “En esa época ninguna autoridad se nos acercó para investigar los atentados. Hasta ahora las investigaciones sobre esos atentados permanecen congeladas”.

Dice que en esta ocasión, las autoridades estatales y federales sí contactaron a los directivos del periódico para saber los motivos que, sostiene, son “intentos intimidatorios” por coberturas periodísticas recientes. No obstante, dice, ningún funcionario del “Mecanismo para Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Protección a Periodistas” les ha ofrecido protección.

Hasta ahora, el crimen organizado actúa con total impunidad, pues las leyes para proteger al gremio resultan inútiles para frenar la violencia contra los medios.

En la región lagunera los plagios a reporteros se iniciaron el 26 de julio de 2010, durante la cobertura noticiosa de un motín de reos en el Centro de Reinserción Social (Cereso) No. 2, con sede en Gómez Palacio.

Ese día un grupo armado secuestró a Javier Canales, de Multimedios Laguna; Alejandro Hernández, camarógrafo de Televisa Torreón; Héctor Gordoa Márquez, enviado de Televisa México, y Héctor “N”, de El Vespertino. Los tres primeros fueron liberados días después; Héctor nunca apareció.

Previamente, el 25 de mayo de 2009, Eliseo Barrón Hernández, reportero policiaco de La Opinión Milenio fue ejecutado por presuntos sicarios de Los Zetas comandados por  Lucio Fernández, El Lucifer, quien ordenó su muerte para “dar un escarmiento” a los comunicadores de La Laguna.

(Fragmento del reportaje que se publica en Proceso 1897, ya en circulación)

(PROCESO/Juan Alberto Cedillo/ 9 de marzo de 2013)


DETIENEN A CUATRO MANDOS POLICIACOS EN CHIHUAHUA; LOS LIGAN CON “EL CHAPO” GUZMAN



Redacción
CHIHUAHUA, Chih. (apro).- Elementos del Ejército Mexicano aprehendieron al coordinador operativo de la Dirección de Seguridad Pública, a tres jefes de grupo y un agente de vialidad del municipio de Rosales.

La aprehensión fue confirmada por el secretario Municipal, Jorge Sánchez, quien omitió los nombres de los detenidos.

El coordinador operativo fue quien sustituyó a Guadalupe Alfredo Aceves Tabaresu, asesinado el 28 de noviembre de año pasado.

Los militares, apoyados por agentes estatales, llegaron a las instalaciones de la policía municipal ayer a las ocho de la mañana y durante el cambio de turno realizaron las dos primeras detenciones; horas más tarde, ya en la noche, se llevaron a los dos jefes de grupo y al agente de Vialidad.

El arresto lo ejecutaron después de haber detenido en Rosales y presentado ante los medios de comunicación en la capital a seis presuntos sicarios del Cártel de Sinaloa, a quienes se les relaciona por lo menos con diez homicidios.

Según las autoridades estatales, Adrián Ibarra Lara El Benny; Francisco Javier Carrasco Montañez El Prieto; Francisco Javier Ramos Rentería El Cuervo; Diego Rafael Márquez Osorio, El Güero, Cristian Alberto Cardiel Zúñiga, El Pollo, y Rosalío Fabila Beltrán El Chalío, están relacionados con el asesinato de varios policías y el descuartizamiento de una mujer.

El Benny, de 28 años, es originario del estado de Durango y al momento de ser detenido traía consigo una pistola escuadra Walter calibre .9 milímetros y una granada de fragmentación.

De acuerdo con el parte informativo, llegó a Rosales en junio del 2012, se relacionó con el encargado de la “plaza” del grupo delictivo Gente Nueva, en la zona centro sur, quien se apellida Camacho Mendoza.

(PROCESO/Redacción/ 11 de marzo de 2013)

MUEREN NIÑO Y TAXISTA DURANTE JORNADA DE BALACERAS EN REYNOSA



Redacción
REYNOSA, Tamps. (proceso.com.mx).- Narcobloqueos y enfrentamientos entre grupos del cártel del Golfo dejaron dos civiles inocentes muertos y varios heridos en diversos puntos de la ciudad; presuntamente un capo también fue ejecutado, aunque la versión no ha sido confirmada oficialmente.

Un comunicado de la Procuraduría General de Justicia y la Secretaría de Seguridad de Tamaulipas precisó que las balaceras “comenzaron a las 23:00 horas del domingo”. Éstas se prolongaron durante toda la madrugada en diversos puntos, incluyendo zonas aledañas a los puentes internacionales que comunican con Estados Unidos.

“Se reportó una víctima colateral en bulevard Hidalgo y avenida Cima”. Se trata de un menor que se desplazaba con su padre en un auto, quien también resultó con lesiones, agrega el comunicado.

La segunda víctima inocente se reportó a las 22:23 horas, un taxista que quedó en medio de un enfrentamiento registrado en el Libramiento a Matamoros. Las autoridades no precisaron el número de heridos, pero en redes sociales se habla de decenas.

Durante los tiroteos, los delincuentes detonaron granadas de fragmentación y armas de grueso calibre; se desplazaban en caravanas de hasta 30 camionetas y también utilizaron una gran cantidad de vehículos para bloquear las principales avenidas de la ciudad.

Las balaceras provocaron la movilización del Ejército y de todos los cuerpos de seguridad, quienes lograron detener a siete presuntos delincuentes y asegurar 22 vehículos, precisa el comunicado oficial.

Extraoficialmente trascendió que los enfrentamientos se originaron por un conflicto interno del cártel del Golfo, organización que controla Reynosa.

Días antes del choque entre los grupos rivales, miembros del CDG robaron una gran cantidad de vehículos de seis agencias automotrices, los cuales fueron utilizados en los enfrentamientos del domingo.

Mario Armando Ramírez Treviño, El X-20 o El Pelón, el nuevo capo del CDG, habría ordenado la ejecución del segundo al mando, conocido sólo como El Gringo.

En las últimas semanas se han agudizado las pugnas al interior del cártel del Golfo y Los Zetas, lo que está ocasionando nuevas divisiones.

Recientemente pandillas de Monterrey controladas por Los Zetas abandonaron esa organización y han conformado pequeños grupos autónomos que no alcanzan la categoría de cártel; sus integrantes centran sus actividades en el narcomenudeo, la extorsión y el secuestro.

(PROCESO/ Redacción/ 11 de marzo de 2013)

SE CREAN OTROS 4 GRUPOS DE AUTODEFENSA EN MICHOACÁN; YA SUMAN 44



Redacción
MÉXICO, D.F. (apro).- Las comunidades michoacanas de Cherato, Cheratillo, 18 de Marzo y Orúscato se sumaron a las 40 poblaciones indígenas de la entidad que en los últimos meses adoptaron el esquema de guardias comunitarias para protegerse de grupos del crimen organizado.

De acuerdo con José Salas Valencia, alcalde de Los Reyes –municipio al que pertenecen los cuatro pueblos–, pobladores reportaron en la comandancia de Policía que desde ayer observaron a civiles armados custodiando los accesos de sus comunidades.

“Desconocemos el origen de estos grupos, si son gente relacionada con la delincuencia o si se trata de personas de la comunidad que han decidido conformar su guardia comunitaria”, comentó Salas Valencia en entrevista telefónica.

El alcalde panista informó que ya dio a conocer el hecho al gobierno del estado de Michoacán para que, a través de la Secretaría de Gobierno y de la Procuraduría General de Justicia, tome cartas en el asunto.

Apenas la semana pasada, el Ejército mexicano desmanteló un grupo de autodefensa que llevaba dos semanas operando en el municipio de Buenavista Tomatlán, en la región de Apatzingán.

Las autoridades federales determinaron que esa presunta policía comunitaria tenía vínculos con el Cártel de Jalisco Nueva Generación, ligado con el capo sinaloense Joaquín El Chapo Guzmán.

En enero pasado se dio a conocer que, ante el abandono de las autoridades, aproximadamente 40 poblaciones indígenas del estado de Michoacán determinaron adoptar el esquema de guardias comunitarias.

Uno de los casos más sonados es el de Urapicho, comunidad indígena ubicada en el municipio de Paracho.

En agosto de 2012 los gobiernos estatal y federal instalaron una Base de Operaciones Mixtas (BOM) a cambio de que los indígenas levantaran los retenes civiles que habían instalado en las entradas de su comunidad y depusieran sus armas.

Los habitantes accedieron y permanecieron en paz con la presencia de militares y policías federales y estatales, pero su tranquilidad se terminó, luego de que en enero pasado la BOM fue retirada de la zona.

A falta de policías, los comuneros retomaron sus armas y reinstalaron las guardias comunitarias. El ejemplo fue retomado por alrededor de 40 comunidades más, casi todas de la región Oriente de Michoacán. Los habitantes de esas poblaciones buscan no sólo mantenerlas, sino expandirlas y que sean legalmente reconocidas.

Alejandro Avilés Reyes, secretario de Pueblos Indígenas en el estado, comentó en esa ocasión que se buscará que en la ley reglamentaria a la reforma que se aplicó a la Constitución de Michoacán en materia indígena, se reconozca a las guardias comunitarias.

El funcionario reconoció que se ha retomado esa vieja práctica en poblaciones donde ésta ya había quedado atrás, luego del saqueo de los recursos naturales, actividad que ahora está ligada también a grupos de la delincuencia organizada.

Puso como ejemplo justamente el de la comunidad de Urapicho, que reinstaló sus barricadas como mecanismo de autodefensa luego del retiro de la BOM.

“Ellos tienen un temor de que pudieran ser atacados, dado que uno de los personajes que supuestamente era el que comandaba todo en la región apareció muerto por ahí”, justificó.

Avilés Reyes subrayó que hasta el momento esas guardias comunitarias no son legalmente reconocidas por el gobierno, pero consideró que eso cambiará una vez que se concrete la elaboración, aprobación y publicación de la ley reglamentaria a la reforma que se aplicó a la Constitución del estado en materia indígena.

En enero pasado, el funcionario entregó al secretario de Gobierno de Michoacán, Jesús Reyna García, un documento en el que varias comunidades solicitaron el retorno de la BOM retirada de Urapicho.

Además de esa localidad, el texto fue signado por representantes de los pueblos de Ocumicho, Cocucho, Nurío, San Felipe de los Herreros, Paracho, Aranza, Cheranástico, Comachuén, Turícuaro, Aratepakua, Quinceo y Pamatácuaro.

Urapicho, junto con Cherán, eran las únicas comunidades de la región Purépecha, hasta ese momento, que mantenían el esquema de las guardias comunitarias, pero alrededor de 37 poblaciones indígenas del oriente del estado replicaron esa forma organizativa de defensa civil.

(PROCESO/ Redacción/ 11 de marzo de 2013)

SE DIVERTÍAN EN EL CIRCO Y TERMINARON ATERRORIZADOS EN MEDIO DEL FUEGO CRUZADO EN REYNOSA, TAMAULIPAS



Redacción
MÉXICO, D.F. (apro).- Decenas de personas que acudieron la noche del domingo pasado a una función de circo en Reynosa, Tamaulipas, vivieron una verdadera pesadilla: quedaron en medio del fuego cruzado en un enfrentamiento entre bandas rivales del crimen organizado.

Fueron dos horas de violentas balaceras de las que ni el gobierno de Egidio Torre Cantú ni el federal dieron cuenta.

Algunos testigos que se atrevieron a grabar videos, atrincherados, desde sus casas, cuando se llevaba a cabo el enfrentamiento, subieron sus testimonios a las redes sociales.

Otros tomaron fotografías de vehículos incendiados y charcos de sangre una vez que paró la violencia y otros compartieron los momentos de pánico que vivieron cuando se encontraban en una función del Circo Atayde, a través de la página de Facebook, “Valor por Tamaulipas”.

También subieron fotografías de vehículos incendiados, camionetas baleadas, junto a charcos de sangre, y una de personas atrincheradas en un cine.

(PROCESO/ Redacción/ 11 de marzo de 2013)