domingo, 12 de mayo de 2013

UNA FOTOGRAFÍA CAMBIÓ EL TONO DEL ENCUENTRO

La denuncia panista contra el gobierno de Coahuila puso serio a más de uno y acabó con el ambiente festivo del inicio.

México  • Sosteniendo una cartulina negra, seguro y confiado, Gustavo Madero, líder nacional del PAN, expuso: 

“Éste es un acto en la presentación de una estructura electoral, una estructura para manejar programas políticos, programas sociales, con un uniforme, con una etiqueta, con un mensaje implícito”

Mostraba la cartulina con una mano que tembló más de una vez, después de notar que la imagen no se había visto, dio vuelta al cuadro para lucir un estadio prácticamente lleno de personas uniformadas con una camiseta roja. 

Solo necesitó describir la imagen para que los semblantes del presídium cambiaran de tono. El líder panista refirió que era la presentación de las estructuras del gobernador coahuilense, Rubén Moreira

Una fotografía cambió el tono de la reunión. La referencia a Coahuila hizo removerse en su asiento a más de uno. 

Al centro, el Presidente de la República se puso serio, pero sin fruncir el seño siguió el discurso del panista para segundos después tomar un trago de agua. 

Suspendió casi de inmediato los comentarios esporádicos que hiciera con el líder del PRD, Jesús Zambrano, con quien había insistido en el diálogo varios minutos antes. 

El secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, no quitó la vista de la lámina hasta que el líder panista la retiró del atril. 

Los perredistas no hicieron aspavientos, pues a decir de ellos mismos, decidieron dejar que la denuncia corriera. 

“Es una democracia, esas cosas pasan”, dijo Zambrano sin querer abundar demasiado en el tema. 

Detrás, separados solo por una nube de reporteros, los líderes del PAN y el PRI le pisaban los talones. 

Ninguno de los funcionarios federales se quedó después de los discursos, todos desaparecieron por una puerta lateral, justo detrás del Presidente de la República. 

Poco menos de una hora antes, el ambiente era otro. Los políticos llegaron a cuentagotas al Salón Tesorería de Palacio Nacional casi en un ambiente festivo. 

Los dirigentes del PRI y el PRD llegaron juntos y se dieron un abrazo efusivo frente a las cámaras. 

Habían dejado de lado sus reservas, porque, concluyeron, se estaba empeñando la palabra del gobierno federal. 

En el templete, antes de iniciar el evento, las conversaciones y los cuadros eran enteramente distintos a los que alcanzaban a pintarse hace cinco meses cuando comenzó el Pacto. Esta vez, ninguno tenía reservas de hablar con sus contrincantes de partido. 

Mientras, los maestros de la Coordinadora Nacional protestaron fuera de Palacio Nacional, empujaron las vallas que lo cercaban y acorralaron a algunos elementos del Estado Mayor. Sin embargo, antes de la salida de todos los políticos abandonaron el Zócalo.

(MILENIO/ 

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