domingo, 12 de mayo de 2013

LA RADICALIZACIÓN DE LOS JÓVENES II

Días de Fuego, Movimiento Estudiantil Universitario  XL Aniversario

Capítulo 2

Cambiar la vida, dijo Rimbaud;
transformar el mundo, dijo Marx.
Estas dos consignas son para nosotros
 una sola y la misma.




 

León Trotsky, André Breton, Diego Rivera[1]



Rubén Duarte Rodríguez / Dossier Politico
En Sonora, la radicalización juvenil de los años 60 se vivió intensamente en un contexto nacional e internacional muy complejo, que se había combinado de muchas formas con los procesos revolucionarios en ascenso después de la Segunda Guerra Mundial: la revolución china, la guerra de Corea, la liberación nacional de Argelia, el triunfo del Movimiento 26 de Julio en Cuba, la resistencia de Vietnam, la lucha de los negros por los derechos civiles en Estados Unidos y, dominándolo todo, la figura mítica del Che Guevara, quien después de su participación protagónica en la revolución cubana, cayó asesinado en Bolivia en 1967, cuando intentaba crear un segundo Vietnam[2]. En México estaban a la orden del día las experiencias de la huelga ferrocarrilera, la del movimiento magisterial y el de los médicos, mientras la lucha de los trabajadores electricistas por democratizar su gremio, comenzaba a tomar fuerza. Todos esos procesos que ocurrían en el mundo y en el país, tenían un gran impacto sobre la conciencia de una amplia capa de estudiantes universitarios que se identificaba con las causas más radicales, más progresistas y antiimperialistas. No se sentían aislados, eran parte integrante de un fenómeno mundial protagonizado por los jóvenes que hicieron suyo el lema de Jim Morrison (el líder poeta y cantante de los Doors) en su canción The End: “¡Queremos el mundo y lo queremos ahora!”. Esa frase maximalista resumía el espíritu de los sesenta, era un símbolo de identidad para miles de jóvenes que saltaban por encima de la barrera cultural del idioma.

En el caso de Sonora, un componente muy importante de esta radicalización era su situación geográfica de estado fronterizo con los Estados Unidos. Dentro del proceso de transculturización, había muchos jóvenes que gustaban no solamente de oir las tonadas o bailar al ritmo de las canciones que escuchaban por la radio y en los discos de acetato, sino que analizaban el contenido de sus letras que estaban en el centro de la llamada contracultura del rock.

En 1967, la aparición del álbum de los Beatles Sergeant Peppers Lonely Hearts Club Band -conocido en español como El Sargento Pimienta- fue la síntesis musical, casi surrealista, de muchas de las vivencias de la época: la revolución sexual, el misticismo de la India y la psicodelia derivada de la experimentación con mariguana, LSD, peyote y hongos alucinantes. Era un crisol en el que se fundían muchas respuestas que andaban volando en el aire. Otros poetas y músicos del folk y del rock como Bob Dylan, Joan Báez, Pete Seeger, Frank Zappa, Paul Simon, David Crosby, Stephen Stills y Neil Young, fueron más allá en la crítica del sistema, lo que desembocó en los grandes conciertos masivos contra la guerra de Vietnam, como el de Woodstock en 1969, que reunió a más de medio millón de jóvenes, o como la protesta simbólica en la cama de John Lennon y Yoko Ono, por el mismo motivo.[3]
 
Pero la influencia mayor, sin duda provenía de los medios masivos de comunicación; en especial de la radio y la televisión que, con las primeras transmisiones en blanco y negro que difundían los noticieros y las series norteamericanas, aceleró la penetración de otros modelos de conducta y la integración cultural a la modernidad. 

En 1966, Bárbara Dane se convirtió en la primera cantante estadounidense que realizó una gira por Cuba. derribando barreras culturales y torpes prejuicios: “Para algunos celosos burócratas cubanos durante los años sesenta (iguales a muchos de sus congéneres de la izquierda latinoamericana, RDR), los Beatles y otros grupos de rock internacionalmente populares se veían simplemente como productos de los monopolios transnacionales y por consiguiente, aunque inconscientemente, herramientas de penetración cultural y una amenaza a la cultura nacional. Ellos se sentían compelidos para impedir a la juventud cubana ser ‘contaminada’ por esta música extranjera, y durante un tiempo los Beatles fueron incluso prohibidos en la radio... En 1967 Cuba invitó a cantantes de alrededor del mundo de tan lejos como Vietnam, Japón y Australia, de Italia, España y el Reino Unido, de Chile, Uruguay y Argentina. Yo volví con mi marido Irwin Silber para representar a Estados Unidos en el profundamente influyente Encuentro de la Canción Protesta. En cuanto a la censura de los Beatles, demostró tanto ser contraproducente como fútil. La música se esparció sin embargo y la juventud cubana los amó como el que más”.[4]

Paradójicamente, por los nuevos caminos abiertos por la “invasión” del rock, vendrían después la poesía y la música de los españoles Joan Manuel Serrat y Paco Ibáñez, del argentino Atahualpa Yupanqui, de los chilenos Víctor Jara, Quilapayún, Violeta Parra y sus hijos Ángel e Isabel y, but of course, la Nueva Trova Cubana, con Silvio Rodríguez y Pablo Milanés al frente. 

[1] “Manifiesto por un arte revolucionario independiente”, en León Trotsky, Literatura y Revolución, Juan Pablos editor, 1973.  

[2] “La Higuera, un lugar donde según la mitología campesina sólo son eternas las piedras... Los diferentes testimoniantes parecen estar de acuerdo en la hora de la muerte de Ernesto Che Guevara, hacia la 1:10 de la tarde del domingo 9 de julio de 1967”. Paco Ignacio Taibo II, Ernesto Guevara también conocido como el Che, Planeta/Joaquín Mortiz, sexta reimpresión 1997, pp. 730-737.

[3] Está pendiente una investigación profunda de las historias de los mexicanos que han peleado las guerras del imperio después de la Segunda Guerra Mundial. ¿Cuántos jóvenes originarios de Sonora, Baja California y de otros estados de la frontera norte fueron movilizados a Vietnam? ¿cuántos familiares más o menos cercanos murieron o quedaron afectados en sus facultades físicas y mentales como resultado de esa aventura bélica?

[4] Bárbara Dane, Cuba, The Beatles and me, http://groups.yahoo.com/group/CubaNews/message/7776

Los presidentes de la FEUS (y los cargos que ocuparon después)

·         Manuel Leyva Castro 1950-1951. Diputado local por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el trienio1973-76 durante el breve período del gobernador Carlos Armando Biebrich y el primer año de la administración de Alejandro Carrillo Marcor. 

·         Virgilio Ríos Aguilera 1951-1952. Secretario particular del gobernador Faustino Félix Serna (1967-73), director estatal y simultáneamente, delegado federal de turismo con Biebrich, presidente estatal del PRI y diputado local por ese mismo partido en el trienio 1991-94.

·         Mario Padilla Chacón 1952-1953. Director del antiguo manicomio de Hermosillo y maestro de psicología en la preparatoria universitaria.

·         Luis Ruiz Vásquez “El Indio” 1953-1954. Magistrado del Supremo Tribunal de Justicia del estado en los gobiernos de Biebrich y Carrillo. 

·         Enrique Flores López 1954-1955. Diputado local por el PRI en el trienio 1973-76, candidato perdedor a la alcaldía de Hermosillo frente al panista Casimiro Navarro en 1979, director de las cárceles y de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del estado (Coapaes) en el gobierno de Armando López Nogales.

·         Miguel A. Paz Córdova 1955-1956.*

·         Ramón Miranda Romero 1956-1957. Secretario del ayuntamiento en 1967-1970 con el alcalde panista Jorge Valdez y diputado local por el PRI en el trienio1973-1976.

·         Alberto Bringas 1957-1958.*

·         Arnoldo Ahumada Barreda “El Nono” 1958-1959. Colaborador del gobernador Luis Encinas Jonson, subdirector del Banco Ejidal, empresario periodístico y director general del Instituto de la Vivienda Popular.

·         Ricardo Castillo Peralta 1959-1960. Diputado federal priista por el Distrito Federal, líder de la CNC y secretario de gobierno en la ciudad de México. 

·         Antonio Sánchez Rodarte 1960-1961. No hizo carrera política. 

·         Roberto Salazar Pompa “El Puro” 1961-1962. 
Colaborador del empresario y banquero Arcadio Valenzuela.

·         Rubén Leyva Valenzuela “El Superman” 1962-1963. No hizo carrera política.

·         Jorge Sáenz Félix 1963-1964. Rector de la Universidad Kino, subsecretario de educación superior en el gabinete de López Nogales y Presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (2004-2010).

·         Héctor Vindiola Verdugo 1964-1965.*

·         Guatimoc Yberri González  “El Guati” 1965-1966. Director de la Pepsi Cola y alcalde de Hermosillo en el trienio 1991-1994. 

·         Alejandro Sánchez Meza “El Piolín” 1966-67. Colaborador de Luis Vicente Echeverría, hijo del presidente Luis Echeverría Álvarez.

·         Horacio Risk Molinar 1967. Fue destituido como presidente de la FEUS en asamblea por su apoyo a la candidatura de Faustino Félix Serna.

·         Marco Antonio López Ochoa 1967. Colaborador de Luis Robles Linares y Francisco Mendoza en la Secretaría de Recursos Hidráulicos (SRH), secretario adjunto en la presidencia estatal del PRI en el gobierno de Rodolfo Félix Valdés.

·         Gilberto Olivero 1967. No hizo carrera política.


·         Hilario Valenzuela Corrales 1967. Funcionario de la SRH con su suegro Luis Robles Linares.

·         Ismael Mercado Andrews 1968-1969. Autor del libro “El día que explotó la rabia” crónica del movimiento de 1967; periodista y escritor.

·         Leonel Argüelles 1969-1970. Presidente municipal de Etchojoa en 1985 y diputado local por el PRI en 1988. 

·         Patricio Estévez Nenninger 1970-1971. Diputado local en 1985 y federal en 1988, en ambas ocasiones por el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM).

* No hay datos

(DOSSIER POLITICO/ Rubén Duarte Rodríguez / 2013-05-12)




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