Angélica
Villegas/Especial
Hostigamientos y amenazas, mejor conocidos como “bullying”, han adquirido
un nuevo ‘modus operandi’: ahora los agresores editan fotos, videos, hackean
cuentas de correo electrónico y perfiles de redes sociales: es el
ciberbullying.
“Hemos tenidos casos incluso desde preescolar. Niños que cobran por usar el
columpio y usan las redes sociales para amenazar... Las viejas formas se
mezclan con las nuevas tecnologías”, explicó Lidia Cordero, coordinadora del
programa de prevención de la asociación “Casa Amiga”.
Comentó que este tipo de bullying se da principalmente entre adolescentes
que cursan la secundaria, aunque se puede presentar con personas de diferentes
edades. “En muchos casos el agresor es la pareja o ex pareja de la víctima, a
la cual busca desprestigiar su reputación a través de las redes sociales”.
“Hay casos en donde los chavitos suben fotos de la muchacha, incluso
editada, para que el círculo de amigos la vea. Muchas ya no quieren ir a la
escuela por la humillación que sienten”, expuso.
En esta situación se encuentra Estela, de 25 años, -omitió su nombre
verdadero- quien al concluir una relación sentimental de cuatro años, su ex
pareja la hostigó por medio de mensajes de texto a su celular y por la red
social Facebook.
“Una vez tuvimos una discusión y empezamos a pelear. Yo lo empujé y me pegó
con la mano abierta y me dejó el ojo morado… Después empezaron los problemas
más fuertes. Me hackeó mi cuenta de Facebook y veía mis conversaciones”,
indicó.
“Estela” dijo no haber sentido miedo hasta el momento en que su ex novio
comenzó a amenazarla y hostigarla a través de Facebook, ya que tenía controlada
el perfil de su cuenta y tenía acceso a todas sus conversaciones.
“Me dijo que iba a hacer que me corrieran de mi trabajo. Que el que se la
hacía se la pagaba. Que yo era una zorra”, expuso.
Para la coordinadora de Casa Amiga, Lidia Cordero, en el “ciberbullying” el
agresor utiliza las herramientas tecnológicas para socializar y dar a conocer
información, sin que éste admita que es de su autoría, lo cual representa un
problema grave para la sociedad, ya que se hace desde el anonimato y no existe
un control sobre las redes sociales.
“El ciberbullying puede ser de varias formas. Es desde subir una
fotografía, ya sea original o editada, de una persona especial y distribuirla
en circunstancias no agradables para la persona y que la distribuyan o la
etiqueten en redes sociales”, dijo.
Mencionó que se considera “ciberbullying” cuando el agresor presenta un
hostigamiento reiterado, ya sea por correo, mensaje de texto y redes sociales.
“Uno de los componentes es que existe la víctima, el agresor y un tercer
componente en el bullying que son los cómplices. Si no existieran los cómplices
no existiría el bullying, porque son ellos quienes siguen fomentando o se ríen
del chiste o de lo que pasa.
“Hasta por dar un ‘like’ estas participando en la discriminación y la
persona que lo ponga entre más sienta popularidad, más poder, le da más
estatus”, agregó.
“Estela” dijo que su agresor, además de adueñarse de su información
personal y contacto con sus conocidos, sentía tener el control de la relación,
porque consideraba que no podía ser detenido.
“Me dijo que si no me corrían de mi trabajo, por lo menos todos se iban a
burlar de mí. Que todo mundo se iba a dar cuenta de la zorra que era, que ojalá
y consiguiera trabajo pronto. Yo le dije que habláramos, pero al día siguiente
me contestó: ‘¡Ah verdad!, ¿qué se siente? Ahora yo soy el que tiene el
control’.
“Duró todo un mes. Abrió una página y estuvo agregando a gente en el
Facebook del trabajo y puso dos publicaciones. Le puse una denuncia y le dije
que no me hablara, pero me dijo que ya sabía que lo de la denuncia era una
farsa y que me atuviera a las consecuencias porque él lo único que quería era
hablar conmigo”, narró.
Sin embargo, hasta el momento es difícil para las autoridades controlar
este tipo de situaciones, pues la víctima debe contar con pruebas contundentes
para presentar una denuncia formal.
Silvia Nájera, vocera de la Fiscalía Especializada en atención de Mujeres
Víctimas del Delito por Razones de Género (FEM), dijo que muchas de las
denuncias que la dependencia atiende son por motivos de violencia familiar, sin
embargo, muchos de los casos se presentan desde el noviazgo.
“Lamentablemente el margen de edad es general, pese a los medios de
comunicación, se siguen presentando casos de violencia en jóvenes y en jóvenes
en el noviazgo, entonces puede ser a lo mejor una cultura que se repite”,
comentó.
(El Diario/ Angélica Villegas/Especial| 2013-05-12 |
00:01)
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