Apresados como miembros o líderes del Cártel Arellano Félix, señalados por
homicidio, tráfico de droga, secuestros y posesión de armas prohibidas, José
Luis Romero Fierro “El Sombrero”, Juan Rafael Rodríguez Stringel y Karlo Omar
Herrera Sánchez ahora andan libres por las calles de Tijuana, Tecate y Rosarito.
Además, en el Poder Judicial federal otorgaron un amparo a Juan Sillas Rocha “El
Ruedas”, que podría dejarlo en libertad tras haber sido acusado de traficar
droga y secuestrar a varios, entre ellos familiares de Ismael “El Mayo”
Zambada
Investigaciones ZETA
Miembros del Cártel Arellano Félix que estuvieron al servicio de Francisco
Javier Arellano Félix “El Tigrillo”, y recientemente de Fernando Sánchez
Arellano “El Ingeniero”, aprehendidos después de años de búsqueda, poco a poco
recuperan su libertad.
Entre quienes en su momento fueron señalados como delincuentes, exhibidos por
las autoridades, replicados en medios de comunicación, detenidos, procesados y
ahora pasean por el estado sin cargo alguno en su contra, figuran:
José Luis Romero Fierro “El Sombrero”, Juan Rafael Rodríguez Stringel
y Rodrigo Navarro Fraijo. Todos acusados en su momento como presuntos
operadores criminales de Eduardo García Simental “El Teo”. Fueron capturados en
2008 por elementos del Ejército Mexicano en Tijuana.
Pedro Rodríguez Mejía “El P1”. Hombre que las autoridades
identificaron a mediados de la década como jefe de sicarios de José Manuel Núñez
López “Don Balas”, apresado en junio de 2006, tras ser detenido por participar
en el secuestro, tortura y decapitación de tres policías municipales y un civil
en Rosarito.
Karlo Omar Herrera Sánchez. Ex policía municipal de
Rosarito, evidenciado por el General Sergio Aponte Polito como deshonesto,
además de que su nombre salió a relucir a propósito del atentado contra el
director de la Policía de Rosarito, Eduardo Montero. Herrera fue detenido en
octubre de 2009 como servidor del CAF.
Todos ellos, alguna vez referidos por la Procuraduría General de Justicia del
Estado (PGJE), el Ejército y la Municipal de Tijuana como peligrosos
delincuentes, ahora gozan de plena libertad; tal como lo hacen también los
líderes criminales Manuel Garibay Espinoza “El Gordo” (Sinaloa) y José Manuel
Núñez López “Don Balas” (CAF), casos ya documentados en
ZETA.
Adicionalmente, a Juan Sillas Rocha “El Ruedas”, presentado por las
autoridades como el jefe de la célula delictiva que en su pugna con “El Teo”
dejó más de 3 mil muertos y más de 300 secuestros denunciados entre 2008 y 2011
en Baja California, le fue concedido un amparo que podría darle la libertad.
Ante un deficiente trabajo del Ministerio Público Federal, que no prueba o
consigna debidamente los delitos cometidos por presuntos delincuentes, jueces
con criterio ligero están liberando a quienes en su momento atentaron contra la
sociedad y las autoridades.
La reorganización del crimen organizado en estas condiciones, es
inminente.
Amparado el acusado de secuestrar a sobrinas de “El
Mayo”
Los abogados de Juan Francisco Sillas Rocha están conscientes de que
autoridades estadounidenses preparan una solicitud de juicio de extradición para
juzgar en aquel país a su defendido, señalado en México de delincuencia
organizada y secuestro desde el Cártel Arellano Félix, que comanda Fernando
Sánchez Arellano “El Ingeniero”.
Durante años, las autoridades de Baja California y también la Subprocuraduría
de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) situaron a “El
Sillas” y/o “El Ruedas” como líder de una célula criminal del CAF. El hombre fue
detenido en Tijuana por elementos de la Policía Municipal, cuando huía tras una
balacera el 4 de noviembre de 2011. Lo encontraron en posesión de armas de uso
exclusivo del Ejército.
El señalado como parte del narcotráfico en Baja California, incluso de haber
robado en contubernio con policías federales del Aeropuerto de Tijuana, droga a
otro mafioso.
Sillas solicitó un amparo que le fue concedido por el Juzgado Quinto de
Distrito en el Estado de Baja California, en la causa penal 86/2011-A.
“La justicia de la unión ampara y protege a Juan Francisco Sillas Rocha,
también conocido como ‘El Sillas’ o ‘El Ruedas’, contra los actos que reclama el
Juez Octavo de Distrito en el Estado de Baja California”, y deja insubsistente
el auto de formal prisión por el delito de delincuencia organizada en la
hipótesis de secuestro, según dictaminó el Juzgado encabezado por el licenciado
Jorge Salazar Cadena, lo que significaría la libertad del criminal.
Conforme a su análisis, el Ministerio Público que representó a la SIEDO sí
abordo el estudio y “acreditó presuntivamente” el cuerpo del delito en
“delincuencia organizada”, pero solo lo mencionó “específicamente” en el tema de
acopio de armas de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea: una
pistola calibre 40, otra calibre 5.7 por 28 milímetros, tres cargadores, 25
cartuchos que le decomisaron al ser capturado.
Contradictoriamente, el juez de amparo reconoce que la “delincuencia
organizada” fue acreditada por el Ministerio Público, con las declaraciones de
los indiciados, conscientes de “agruparse u organizarse con el objeto de
contribuir a la realización principalmente del delito de secuestro”.
También admite que en la averiguación previa AP/PGR/BC/TIJ/25/22-M-IV existe
constancia relativas al delito de secuestro, aunque solo mencionan una privación
cometida el 30 de diciembre de 2010, en contra un sujeto de apellido Varela en
la colonia Lomas del Matamoros, consignada como secuestro agravado el 3 de enero
de 2011 ante el Juzgado Octavo Penal.
Pero reitera que el representante social de la federación no aborda el
estudio de “la delincuencia organizada en secuestro” en ninguno de los
considerandos del pliego de consignación, y llega al punto de señalar al juez
del Octavo Distrito que dictó orden de formal prisión, por suplir la deficiente
actuación del Ministerio Público.
A Sillas Rocha lo declararon formalmente preso el 9 de marzo de 2012, en mayo
solicitó el amparo que concedieron el 17 de agosto. El representante de la
federación, cuya labor fue cuestionada, rechazó los argumentos del juez y
presentará un recurso de revisión que debe llegar al juez a más tardar el
próximo 3 de septiembre.
No es la primera vez que Juan Sillas Rocha solicita, y la justicia federal
le otorga protección.
Estando en libertad, el 11 de marzo de 2010, los abogados Luis Ernesto Medina
Jacobo y Miguel Ángel Zavala Espinoza, mediante juicio de amparo 251/2010
tramitado en Sonora, lograron la suspensión de una orden de aprehensión que aún
estaba en trámite con Sillas.
Evidentemente “El Ruedas” fue notificado que la PGJE preparaba la petición
desde febrero de 2010, tras la captura de cuatro delincuentes de su grupo,
presuntamente involucrados en 15 secuestros, incluido el de la hermana de Raydel
López “El Muletas”.
Posteriormente, en noviembre del mismo año, le otorgaron otro amparo similar
en Tamaulipas, de nuevo para evitar se detenido por las corporaciones
bajacalifornianas. En este documento, el presunto delincuente aseguró ser un
honesto comerciante de carnes, y acusó a funcionarios de esta entidad de
hostigarlo para pedirle favores y dinero.
Tras la captura, solicitó ser amparado el 7 de febrero de 2012. Amplió la
demanda el 26 de junio de 2012 y se lo negaron el 2 de julio en el Juzgado
Décimo de Distrito de Amparo en Materia Penal en el Distrito Federal; en el
Sexto Tribunal Unitario del Décimo Quinto Circuito en Mexicali, lo pidió el 4 de
julio y lo presentaron en Nogales, Sonora. En éste aceptaron la competencia
declinada den un Juzgado federal, la sentencia fue “el juicio se sobresee”,
dictada el 17 de agosto de este año.
Pero la solicitud y argumentos rechazados por sus colegas fueron aceptados
por el Juzgado Quinto de Distrito en Tijuana el 16 de agosto.
El origen del expediente
Lo que no menciona el dictamen de amparo, es que la averiguación previa
AP/PGR/BC/TIJ/25/22-M-IV que dio origen a la causa penal 86/2011-A, se inició
tras la detención de Adán Sarabia, Antonio Murillo y Fernando Chacón Mora,
capturados el 31 de diciembre de 2010 tras el rescate del secuestrado
Varela.
Chacón Mora y Antonio Murillo, lo mismo que Kevin Jeovanny Serna Mendoza y
Mario Alberto Trejo Cortez, capturados el 31 de octubre de 2010, reconocieron
como jefe delictivo a Juan Sillas y todos admitieron alguna participación en la
privación de la libertad cometida contra de dos mujeres de la familia de “El
Mayo” Zambada.
Fernando Chacón Mora, uno de los protagonistas de esta averiguación previa,
es tío de Alonso Camacho Mora, delincuente muerto a balazos en el operativo de
rescate de Isabel Gutiérrez Zambada, su hija adolescente, ambas sobrinas el “El
Mayo” Zambada, y otra mujer de apellido Abella, secuestradas en septiembre de
2010 en Tijuana y rescatadas por elementos de la PGJE y del Ejército
Por este secuestro, la Procuraduría estatal abrió la averiguación previa
91/10/2010, donde se incluyeron declaraciones de los dos secuestradores
detenidos durante el rescate: Kevin Jeovanny Serna Mendoza y Mario Alberto Trejo
Cortez, así como la de Chacón Mora, quien identificó a “El Ruedas” en una
fotografía, dado que lo conoció cuando le dio el pésame por la muerte de su
sobrino y dinero.
Como resultado de las detenciones antes mencionadas, durante el rescate de
las mujeres fueron decomisados ahí por el Ejército un fusil de largo alcance
tipo Barrett; 23 armas largas; 26 cargadores metálicos; 3 mil 122
cartuchos de diferentes calibres; un arma corta; 16 cargadores de arma corta; 13
uniformes con insignias de la Policía Federal; cuatro cascos; dos chalecos
antibalas y dos placas metálicas; 18 paquetes de marihuana, equivalente a 63.60
kilogramos, y 1.890 kilos de cristal.
En la recuperación de Varela, las autoridades aseguraron cinco armas largas y
tres granadas de fragmentación. Los perpetradores detenidos, criminales de
bajos recursos económicos, Fernando Chacón Mora y sus cómplices, fueron
sentenciados en marzo de este año, en un tribunal estatal con elementos
presentados por el Ministerio Público del Fuero Común de Baja California, a 28
años de prisión.
De este grupo de hombres encarcelados, el que más, recibió 3 mil pesos por la
ejecución del secuestro de las mujeres Zambada por el que Juan Sillas cobró 5
millones de pesos. Sin embargo, cinco meses después, con apoyo de sus abogados,
fue cobijado con un amparo. Ahora las autoridades federales y estatales de
investigación, refieren que mientras Sillas Rocha ha permanecido preso, la
célula delictiva que reiteradamente indicaron que él controlaba, está bajo la
tutela de su padre, Juan Sillas Piña, hasta donde se sabe, prófugo de la
justicia.
Delitos y cargos contra “El Ruedas”
Además de la AP/PGR/BC/TIJ/25/22-M-IV, donde obtuvo amparo, la Procuraduría
General de la República (PGR) contempla señalamientos en contra de Juan Sillas
en la AP/PGR/BC/TIJ/4194/10-M-IX del 10 de noviembre de 2010, donde aparece como
presunto responsable de las tres granadas de fragmentación lanzadas contra las
instalaciones del Grupo de Antisecuestros de la PGJE en Tijuana, alrededor de
las nueve de la mañana del 8 de noviembre del mismo año.
La PGJE remitió a la SIEDO declaraciones de Héctor Adán Sarabia “El Adán” ,
Luis Antonio Murillo “El Rizos”, Fernando Chacón Mora “El Oso” y Juan José
Hernández Meza “El Peke”, donde mencionan su participación en este atentado,
perpetrado materialmente por “El Peke”, “El Oso” y “El Damián”, sobrino de
Jorge Ernesto Peñuelas Parra “El Macario” (detenido en septiembre 2010).
También hay cargos contra Sillas Rocha en la AP/PGR/BC/TIJ/1653/11-M-X,
fechada el 30 de marzo de 2010 tras la captura de su primo paterno Edgar Piña
Rojas “El Chore”, el 11 de julio de 2011, en compañía de otros seis
delincuentes, en posesión de 874 kilos de marihuana, tres armas largas, 616
cartuchos útiles, 67 tarjetas de crédito, 45 licencias de conducir mexicanas
-diez de California, Estados Unidos- y un equipo de cómputo para falsificar.
Piña Rojas reapareció públicamente en Tijuana el 31 de agosto de 2012, cuando
dos sujetos lo atacaron a balazos mientras circulaba en un auto por la colonia
Libertad, oficialmente murió nueve días después. Las autoridades locales que
tienen acceso a la información de Plataforma México, accedieron para conocer la
razón de la liberación, solo pudieron saber que llevaba menos de diez días en la
calle, pero la consulta de ese expediente es de “reserva autorizada”.
En la PGJE, su nombre está incluido como líder de célula criminal y presunto
responsable, en declaraciones de las siguientes averiguaciones previas, de las
que se tiene poca información pública: 117/ 09/201; 147 09/201; 4338/09/2008;
112/09/201; 01/10/201 y la 13/10/201.
Entre las averiguaciones previas abiertas por homicidio en su contra,
destacan la 510/10/201, en la que Carlos Ojeda, Carlos Zúñiga y Gerardo
Rodríguez, detenidos el
2 de noviembre de 2010, confesaron haber participado en por lo menos nueve
asesinatos ordenados por “El Ruedas”, de los cuales refirieron detalles.
También es protagonista en las siguientes indagatorias:
12/10/20I. Delito: Secuestro agravado, homicidio calificado,
asociación delictuosa y homicidio calificado en grado de tentativa, fechada 2
febrero de 2010, con cinco aprehendidos.
49/10/20I. Delito: Privación ilegal de la libertad, 16 de junio de
2010, dos encarcelados.
59/10/20I. Delito: Privación de la libertad, 19 de julio de 2010, un
detenido.
74/10/20I. Delito: Secuestro agravado, 21 de agosto de 2010, cuatro
capturados.
81/10/20I. Delito: Secuestro agravado por delincuencia organizada, 2
de septiembre de 2010, dos hombres asegurados.
91/10/20I. Delito: Secuestro, 1 de octubre de 2010, dos hombres
aprehendidos.
110/10/20I. Delito: Secuestro agravado y homicidio calificado, 18 de
diciembre de 2010, cuatro aprehensiones.
114/10/20I. Delito: Secuestro, 30 de diciembre de 2010, tres
cómplices asegurados.
Además, el 4 de noviembre de 2011 fue detenido tras la persecución policiaca
iniciada, cuando Sillas y sus compañeros arremetieron a balazos contra el auto
en que circulaban, el también narcotraficante Israel Vergara Galindo
“El Marquitos” y/o “El Frank”, a quien hirieron. Iba acompañado de
Farah Fresnero García, cuñada del también líder
criminal René Arzate García “La Rana”.
Fuera de Baja California
En Nogales, Sonora, “El Ruedas” está incluido en la investigación del
secuestro y asesinato de su hermana, Lizeth, entregada al Cártel de Sinaloa por
su pareja sentimental, Wilber Ureta Castro “El Cholo”, y en la indagatoria por
el asesinato de este último; todos, delitos cometidos entre julio y agosto de
2010.
En Culiacán, Sinaloa, su grupo colocó en la vía pública una manta con la
siguiente leyenda: “Chapo y Mayo, para que veas que nosotros no somos
corrientes, como tu propia sobrina te lo dijo, las dejamos vivas porque no las
quisimos matar en la fiesta, no nos tengan miedo y manden a peliar a su
gente para de a como nos toca y si nos mandan gobierno también les hacemos
frente. Ya estamos en Culiacán para matar a tu familia y ya no van a ser
levantones, aquí estaremos peliando hasta que me entreguen a la persona
inocente que tu ya sabes. Atte. Ramón Arellano (Desde el infierno)”.
En Estados Unidos, el nombre de “El Ruedas” está incorporado en la
indagatoria que incluye a su hermano Jorge Ernesto Sillas Rocha y sus socios
delictivos, Víctor Manuel Magaña y Daniel Ceballos, acusados por la procuradora
general de California de crimen organizado y coalición para asesinar a un
residente de Palmdale. Al ser detenidos estaban en posesión de dos rifles R-15,
mil cartuchos y 20 mil dólares.
Con estos antecedentes, “El Sillas” obtuvo su amparo y sigue buscando la
libertad.
Los liberados del CAF
En cuanto a quienes ya lograron los beneficios de una justicia deficiente,
manipulada y corrupta, destacan José Luis Romero Fierro “El Sombrero”, Juan
Rafael Rodríguez Stringel y Rodrigo Navarro Fraijo, detenidos el 24 de febrero
de 2008 bajo la causa penal 121/208, con otros cinco hombres: Miguel Romero
Fierro, José Luis Romero Rodríguez, Estalin Carranza Dowling, José Javier Fierro
Rodríguez y Juan Alonso Gastélum Reyes.
Antes de la aprehensión, todos fueron identificados por las corporaciones
investigadoras de Baja California como operadores criminales de Eduardo García
Simental “El Teo”. “El Sombrero” fue evidenciado como el principal líder de
célula delictiva en la Zona Este, donde conectan los municipios de Tijuana y
Tecate.
Cuando los detuvieron estaban en posesión de 12 armas largas, 190 cartuchos
de diferentes calibres, drogas y cuatro vehículos de reciente modelo, en junio
de 2008 les dictaron auto de formal prisión por los delitos de delincuencia
organizada y contra la salud. Hoy todos están libres sin que este dato se haya
hecho público.
De hecho debieron ser liberados antes de junio de 2010, cuando Juan Rafael
Rodríguez Stringel y Rodrigo Navarro Fraijo fueron capturados nuevamente en
Tijuana. Esa vez les decomisaron 21 kilos de marihuana, seis bolsas de plástico
con similar vegetal, dos rifles de alto poder, dos cargadores y 20 proyectiles.
Pero están libres al igual que “El Sombrero”, capturado con droga en Mexicali en
marzo de 2012, según la base de datos de Sistema Penitenciario de Baja
California.
El mismo beneficio obtuvo el ex policía de Rosarito, Karlo Omar Herrera
Sánchez, acusado de participar en el atentado contra la vida del entonces
director de Seguridad Pública de Rosarito, Eduardo Montero, en diciembre 2007.
Herrera fue capturado el 24 de julio de 2009, e ingresado al Centro de
Readaptación Social de “El Hongo” el 15 de octubre del mismo año, dictándole
auto de formal prisión porque quedó herido en el auto donde fueron decomisadas
cinco armas largas calibre 7.62×39; 23 cargadores para calibre 7.62×39; y 773
cartuchos útiles, tras haber participado en una balacera el 24 de julio de 2009
en la colonia Praderas de La Presa, Delegación Cerro Colorado.
Le siguieron la averiguación previa AP/PGR/BC/TIJ/1995/09 por el delito de
delincuencia organizada y violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y
Explosivos.
También fue mencionado como integrante del CAF en otras indagatorias, como la
abierta en contra de Hugo Ángulo Melesio “El Hugo” y dos cómplices, capturados
en mayo de 2010 en posesión de cuatro armas largas, una corta y 983 cartuchos
útiles. Pero hoy está libre y sin cargos.
Otro que aparentemente, goza de una extraña libertad, es Pedro Rodríguez
Mejía “El P1”, jefe de sicarios de José Manuel Núñez López “Don Balas”, a quien
localmente acusaron de organizar el asesinato y decapitación de dos policías
municipales de Rosarito y un civil en junio de 2006.
Rodríguez fue capturado por la Policía Estatal Preventiva (PEP) en la casa
donde horas antes, integrantes del CAF habían celebrado el cumpleaños de Javier
Arellano “El Tigrillo”, además de decapitar en vida a sus tres víctimas. Estaba
en compañía de Apolinar Ochoa “Omega 50” y Ángel Espinoza “Omega 25”, y de los
presuntos mecánicos José Joaquín Jiménez Jiménez y Miguel Ángel Serrano García,
quienes arreglarían una camioneta Titan propiedad de Arturo Villarreal
“El Nalgón”. A todos los consignaron por la posesión de armas y balas
especiales de penetración para atravesar unidades blindadas, similares a las
encontradas en el atentado contra el secretario de Seguridad Pública del Estado
de Baja California, Manuel Díaz Lerma (abril 2006). Además, les decomisaron
teléfonos celulares con los que habían grabado el asesinato y tortura de los
policías.
En agosto de 2009 los cinco fueron sentenciados a 20 años de prisión y 350
días de salarios mínimos en multa, por delincuencia organizada y delitos contra
la salud en la modalidad de colaborar al fomento para posibilitar el tráfico de
estupefacientes. A “El Pit 14” le agregaron dos años y un mes de prisión, por
posesión de cartuchos de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
Sin embargo, autoridades locales recibieron informes de que Rodríguez Mejía
está siendo procesado en Estados Unidos pero no en prisión, sino en la calle,
con una pulsera electrónica. Trabajan en la corroboración de esos datos.
La liberación de presuntos miembros del crimen organizado que han sido
señalados y exhibidos por autoridades de Baja California, y detenidos por
militares o estatales preventivos, se está convirtiendo en una norma que vulnera
la seguridad de la población.
La evidente falta de profesionalismo en el Ministerio Público Federal y el
laxo criterio de los jueces federales, está regresando a las calles a quienes en
su momento fueron considerados los criminales más buscados.