“Hace unos dos meses llegó gente de otros cárteles a
Nogales, Sonoyta y San Luis Río Colorado. Vinieron a disputar la plaza pero la
gente de Sinaloa los barrió”, dice a Proceso un agente mexicano que pidió el
anonimato.
En la frontera norte de esta entidad, Joaquín El Chapo Guzmán
es el amo y señor del narcotráfico. “La frontera con Sonora es el principal
corredor de mariguana y de algunas drogas sintéticas. Y sí, aquí prevalece el
dominio del cártel de Sinaloa”, cuenta al reportero un agente de la agencia
antidrogas estadunidense (DEA), quien al igual que su colega mexicano solicitó
que su nombre se mantuviera en reserva.
Agrega que a lo largo de los 626
kilómetros de frontera que comparte Arizona con esta tierra árida del territorio
mexicano casi toda la mariguana, heroína y metanfetaminas que entran por aquí a
Estados Unidos las mueve el cártel de Sinaloa.
“Es la zona más porosa de
toda la frontera entre México y Estados Unidos. El desierto de Arizona, que es
muy difícil de vigilar en su totalidad, es el mejor aliado del Chapo Guzmán y su
gente para pasar los cargamentos de droga”, subraya.
Funcionarios de
Estados Unidos y de México consultados por este semanario no se aventuraron a
realizar un cálculo de cuánta mariguana mueve el cártel de Sinaloa por
Arizona.
Todos los días agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados
Unidos que vigilan esta zona decomisan mariguana y pastillas sicotrópicas
traficadas en esta región por gente del Chapo.
En entrevista con Proceso
el jefe de Relaciones Públicas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza
en Tucson (CBP, por sus siglas en inglés), Mario Escalante, plantea:
“A
nivel nacional podría decir que con los cálculos que hacemos y que se basan
exclusivamente en los decomisos que logramos, por esta frontera se mueve 40% de
la mariguana que llega de México a Estados Unidos, aunque también se trafican
otras drogas, pero no en cantidades significativas”.
DOMINIO
FAMILIAR
La base central y el control de la plaza de la frontera
norte de Sonora se encuentran en Agua Prieta, comentan los funcionarios de
México y Estados Unidos entrevistados por este semanario.
Desde esta
ciudad el cártel de Sinaloa vigila y coordina el paso de drogas por Arizona. “La
mueven en camionetas, por medio de inmigrantes indocumentados, con animales de
carga (caballos y mulas) y esporádicamente en aviones ultraligeros”, indica el
agente mexicano.
Según las fuentes consultadas, la estructura de mando
del cártel de Sinaloa a cargo de la plaza de Sonora la dominan dos familias: la
Paredes Machado y la Salazar que encabeza Jesús Alfredo El Indio. Desde hace
años, recalcan, le guardan absoluta lealtad al Chapo Guzmán y a Ismael El Mayo
Zambada.
Desde los años ochenta estas familias se encargan de vigilar el
trasiego de drogas que llega principalmente desde Sinaloa a los puntos
estratégicos de Sonora: Agua Prieta, Sonoita, Sásabe, Naco, Nogales, San Luis
Río Colorado, Costa Rica y Riíto.
Más al sur del estado los Paredes
Machado y los Salazar imponen su ley en Imuris, Cananea, Caborca, Altar, Santa
Ana y Esqueda; además de Puerto Peñasco, Libertad, Guaymas, San Carlos y la
Bahía de Kino.
El agente mexicano dice que en Agua Prieta, a diferencia
de otras ciudades fronterizas, se respira un ambiente de
tranquilidad.
“Es que aquí viven varios integrantes de la familia Paredes
Machado, El Goyo y El 20, quienes son el brazo derecho del Chapo y los
encargados de mantener a raya a los demás cárteles en todo el estado”, comenta
otro de los agentes entrevistados.
El reportero intentó, sin éxito,
averiguar más datos acerca del Goyo y El 20. No obstante, se enteró de que hace
más de dos meses grupos de sicarios y narcotraficantes bajo las órdenes de estos
sujetos repelieron el intento de invasión de la plaza por parte de grupos
rivales.
La familia Salazar es originaria de Chihuahua, y sus nexos con
el cártel de Sinaloa los estableció su patriarca: Adán Salazar Zamorano, Don
Adán. Los habitantes de Agua Prieta están convencidos de que el clima de
tranquilidad que priva en esta localidad se debe a la fuerza e influencia de los
Salazar.
Don Adán, detenido por la Policía Federal el 15 de febrero de
2011 en la ciudad de Querétaro, era el representante de El Chapo Guzmán en todo
Sonora; se encargaba de garantizar el cruce fronterizo y la entrega en Arizona
de la mariguana y otros narcóticos. Luego de su detención sus hijos, Jesús
Alfredo y Adán Salazar Ramírez, se hicieron cargo de las operaciones del cártel
de Sinaloa en el estado.
En total cooperación con los Salazar, aunque con
roces esporádicos por el hecho de compartir el control de la plaza, la familia
Paredes Machado tiene entre sus responsabilidades introducir a México por el sur
de Arizona el efectivo procedente de la venta de mariguana y otras drogas en
Estados Unidos. “Esta familia es como el brazo financiero de El Chapo en esta
región”, apunta una de las fuentes consultadas por el reportero.
El 11 de
enero de 2011 elementos de la Policía Federal arrestaron en el Estado de México
a Marco Antonio Paredes Machado, quien lidera al otro grupo delictivo del
organigrama de narcotráfico que controla Guzmán Loera. Ya antes, en diciembre de
2010, Rodolfo, otro de los hermanos Paredes Machado, había sido detenido por la
policía federal. Rodolfo era el encargado de pasar mariguana y cocaína a Estados
Unidos por medio de túneles.
IRRESPONSABILIDAD
ESTADUNIDENSE
En esta localidad, al igual que en otras ciudades de la
frontera norte de Sonora, tanto autoridades mexicanas como estadunidenses
afirman que pese al arresto de Marco Antonio y Raúl, este grupo asociado al
cártel de Sinaloa aún es dueño de plaza.
Agentes antidrogas de Estados
Unidos consideran que el éxito de la organización liderada por El Chapo Guzmán
en el trasiego de mariguana y otras drogas por los corredores de Sonora y
Arizona se debe a su relación con los rancheros estadunidenses dueños de
extensas áreas desérticas que colindan con el territorio mexicano. “Pagan su
derecho de cruce y ya está. Así se corre la mariguana por acá”, explica un
agente estadunidense.
Una vez que la gente del Chapo logra ubicar la
droga en puntos seguros al otro lado de la frontera norte de Sonora, su paso y
recorrido hasta las ciudades de Phoenix y Tucson –centros de distribución para
distintos puntos de la Unión Americana–, la garantizan algunas de las
reservaciones indias de Arizona.
Al sur de Nogales, Sásabe y Sonoita, en
el corazón del Condado de Pima, de Pinal, Maricopa, Gila y Yavapai, las tribus
indias aliadas del cártel de Sinaloa son básicamente dos: Tohono O’odham Nation,
ubicada a 93 kilómetros al Oeste de Tucson, y la Gila River Indian Community, a
64 kilómetros al sur de Phoenix.
Ninguno de los agentes o funcionarios
estadunidenses consultados por el reportero quisieron hacer acusaciones directas
contra los jefes de estas reservaciones indias. “Ha habido casos en los que las
autoridades de estas reservaciones reportan incidentes de tráfico de drogas de
México”, dice el jefe de CBP, Mario Escalante.
Las autoridades mexicanas
que en la frontera sur de Estados Unidos se encargan de velar por el bienestar y
el respeto a los derechos humanos de los migrantes se quejan de que los
decomisos de droga por parte de las autoridades estadunidenses son mínimos, y de
que éstas no hacen lo suficiente para contener la demanda y consumo de
enervantes.
“El día que las autoridades de Estados Unidos entiendan que
necesitan actuar con mano dura frente sus consumidores de drogas, y que dejen de
criminalizar a la migración mexicana que sólo viene a hacer un trabajo honesto,
ayudarán a México de una manera mas pragmática a combatir un problema que cuesta
muchas vidas a los mexicanos”, dice Óscar Antonio de la Torre Amezcua, cónsul de
México en Douglas, Arizona.
Autoridades consulares mexicanas en Arizona
consideran que las agencias federales fronterizas de Estados Unidos no cumplen
con su función para contener el flujo de drogas hacia su territorio, y el de
dinero y armas hacia México.
Las estadísticas oficiales correspondientes
a 2011 y que se concentran únicamente en dos puntos fronterizos de Arizona,
Douglas y Naco, dan la razón a las autoridades consulares de
México.
Durante 2011 los agentes estadunidenses decomisaron 322 mil 761
dólares en Douglas y ni un centavo en Naco. Ese mismo año en Douglas confiscaron
seis armas de fuego y sólo tres en Naco. Seis mil 445 kilos de mariguana fueron
confiscados en Douglas, y mil 274 kilos en Naco.
Para este año las
estadísticas oficiales sólo abarcan los meses de enero y febrero. En el primer
bimestre de 2012 se decomisaron 14 mil 336 dólares en Douglas y cero centavos en
Naco. Durante ese mismo periodo las autoridades estadunidenses no incautaron
ningún arma de fuego en esas dos ciudades de Arizona. Por lo que toca a la
droga, sólo aseguraron mil 396 kilos de mariguana en la ciudad de
Douglas.