Astillero
|
-Foxismo tricolor
Enrique Peña Nieto develó ayer una parte sustancial de la
arquitectura en que descansa su concepción de la política y el poder: el
triunfalismo.
Legítimamente susceptible de un mayor escrutinio público, así
fuera en razón de que él mismo diera por buenas las encuestas de opinión en las
que aparece invariablemente como puntero a gran distancia de sus competidores,
el ex gobernador del Estado de México no acepta que se le pidan cuentas
actualizadas de los gastos a todas luces excesivos que a lo largo del país
realiza y que le colocan bajo fundada sospecha de estar infringiendo la
legalidad electoral vigente.
Por el contrario, ignorante o tal vez
desdeñoso de los deberes jurídicos a que está sujeto, y que pueden ser invocados
por candidatos, partidos y ciudadanos en general, el abanderado priista ha
preferido evadir el fondo del asunto e intentar un sugestivo rediseño del
conjunto de derechos y obligaciones de los mexicanos a partir de su viabilidad
triunfadora o su carencia de ella.
Es decir, a los ojos y oídos de quien aspira
a presidir el país lo importante a la hora de los reclamos o las exigencia será
la pertenencia al mundo del éxito probable o del fracaso predeterminado, pues
así reviró ayer a la demanda hecha por Andrés Manuel López Obrador para que el
IFE audite oportunamente los gastos del aspirante tricolor:
“Los recursos que se
dieron al partido como prerrogativa se están usando. Lo que preocupa es que
aquellos partidos que no se ven en un escenario de triunfo, ¿dónde están los
recursos que han recibido de la autoridad?”./
En esas coordenadas de
triunfadores y vencidos se mueve la funcionalidad peñanietista y de allí
proviene el gran riesgo de la instalación de la soberbia y el autoritarismo en
caso de que esa opción de tres colores sea la que triunfe en las urnas en julio
próximo.
Asido placenteramente a los términos de las encuestas amigas, el
peñanietismo puede llegar a creer que una alta votación a su favor sería una
especie de cheque en blanco para hacer lo que le diera la gana, avasallando a
través de los medios electrónicos, que son los que realmente le importan, en una
displicencia cultural e intelectual equivalente a la que en su momento desplegó
Vicente Fox, el símil que ahora pregona el virtual ascenso de Peña Nieto y la
consecuente derrota de la candidata panista./
En escenarios
desesperanzados se mueve, mientras tanto, la presunta “Jefa”. Luego de un acto
de lunes en Yucatán, llegó alrededor de las 9 de la noche a tomar el jet privado
que la regresaría a la Ciudad de México pero, ya arriba de la nave, según
diversas notas periodísticas, fue informada de que los miembros del Estado Mayor
Presidencial que la cuidan habían detectado algunas fallas mecánicas (en las
turbinas, según algunos reportes de prensa), por lo que hubo de esperar hasta
casi las dos de la mañana del martes para abordar otro vehículo que le fue
enviado de repuesto.
En condiciones políticas tan precarias como las que vive
Vázquez Mota, con atisbos de fantasmas como los de 1994 (cuando el ocupante de
Los Pinos no apoyaba al candidato de su partido al que se decía que deseaba
sustituir) y con fúnebres accidentes aéreos en la élite panista, lo sucedido en
el aeropuerto de Chichén Itzá, en el municipio de Kaua, debe haber movido a
reflexiones profundas, cuando menos en materia de logística que también se le
complicó ayer en su traslado a Monterrey, a donde llegó tarde a algunos actos y
otros los canceló, a causa del entorpecimiento del tráfico en la carretera en
donde murieron en accidente cinco estudiantes y un profesor de la
UNAM./
Desde otro vuelo, entre Cuba y Haití, la recién asignada condición
de Jefa era puesta en entredicho por un ensuciador publicista del que Vázquez
Mota ha pretendido desligarse pero que ayer daba retadora muestra de poder, al
lado de Felipe Calderón.
Pasadas las 8 de la mañana, Antonio Solá (el instalador
de la guerra sucia en 2006, con el lema que acusaba a López Obrador de ser un
peligro para México) adelantaba a través de Twitter lo que casi cinco horas
después haría el PAN en apoyo de la cándida Josefina: dar más pruebas del
incumplimiento de compromisos de Peña Nieto.
Primero, el nacido en España, y
naturalizado mexicano con Calderón, hizo saber que acompañaría a éste y al
Presidente de Haití en “una histórica visita donde se estrecharán lazos entre
ambas naciones”.
El siguiente tuit decía: “El PAN dará a conocer hoy los
primeros 20 incumplimientos de EPN… de los más de 100 documentados”. Luego, una
virtual frase de campaña:
“EPN ¿por qué mintió y por qué sigue haciéndolo? No
cumple sus compromisos”. Por la tarde, horas después de que el bien informado
Solá daba la primicia de lo que haría el PAN en su sede nacional, allí mismo se
informaba en rueda de prensa que el multimencionado publicista “no colabora en
la campaña de Vázquez Mota”./
Astillas: Rafael Escoto, maestro de
educación básica, manifiesta “dolor sincero al ver el video de ‘niños incómodos
exigen’.
Quiero exigir, y estoy muy frustrado por no saber qué hacer, que se
quite inmediatamente este video y que se sancione a los que le facilitaron a
esos menores de edad armas.
¡De por sí estamos en una delicada situación de
violencia generalizada y les dan este ejemplo!”… AMLO hizo campaña ayer en
Zacatecas acompañado de la exgobernadora Amalia García (y de David Monreal, pero
no de Ricardo), luego de estar en Puebla con Bartlett, a quien chiflaron y
mostraron pancartas en contra…
El tabasqueño presumió el logro de la unidad en
Zacatecas al tener juntos, en el templete de campaña, a las dos corrientes
largamente enfrentadas.
García pudo asomarse a un acto público junto a López
Obrador a pesar de las abundantes acusaciones en su contra por corrupción,
arbitrariedad y frivolidad… A propósito de reunificaciones, Peña Nieto quiso
juntar en Oaxaca a Ulises Ruiz y a José Murat, pero lo único que logró fue
avivar las pasiones en contra que despiertan… ¡feliz fin de semana, con Calderón
en desairado viaje a Cuba, de “te asomas y te vas”! (fin)
No hay comentarios:
Publicar un comentario