sábado, 14 de abril de 2012

JORGE HANK RHON, AMPARADO POR CASINOS

casino6
El principal operador de casinos en Baja California se previene ante el estéril esfuerzo del gobierno de la entidad por frenar con reformas legales la proliferación de casas de apuesta en la entidad. Pese a estar cerca de escuelas y áreas deportivas, nuevos centros ya tienen licencia de uso de suelo.

Isabel Mercado
El esfuerzo del gobierno de Baja California por poner un alto a la proliferación de casinos en Baja California, prohibiendo los usos de suelo y de construcción para establecimientos con práctica de apuestas y de azar, es la premisa de la reforma del Artículo 4 de la Ley de Desarrollo Urbano del estado, presentada al Congreso local por el gobernador José Guadalupe Osuna Millán, pero los gobiernos locales continúan concediendo la apertura de centros de apuesta a escasa distancia de escuelas y centros deportivos.

Tan sólo en Rosarito, hace poco más de una semana inició la operación de un casino, de cuatro que ya cuentan con la anuencia municipal para abrir sus puertas; en tanto, en Tijuana dos centros de apuesta clausurados por el gobierno de Carlos Bustamante han vencido la débil voluntad de la autoridad local para detenerlos, y ya tienen las licencias de uso de suelo correspondientes, por lo que de un momento a otro estarán funcionando.

De acuerdo a la iniciativa de Osuna Millán, se establece como punto único la adecuación del Artículo 4 de la Ley de Desarrollo Urbano del estado, que a la letra indica: 

“Quedan prohibidos los usos de suelo y de construcción para casinos, casas, centros o cualquier establecimiento que opere juego con apuestas, apuestas remotas, salas de sorteo de números, mesas de juego, máquinas electrónicas de juego, videojuegos electrónicos susceptibles de apuestas, máquinas de videojuego electrónicos o electromecánicas de habilidad y destreza, juegos de azar y demás similares”.

Y añade: 

“Los planes y programas de Desarrollo Urbano a que se refiere el Artículo 24 de esta Ley, deberán establecer la prohibición de uso de suelo y de construcción para dichos establecimientos”.

Con ello, el gobierno del estado busca evitar la multiplicación de los giros negros en su modalidad de casas de apuesta y de cualquier tipo de azar, situación que, según expone, afecta en forma negativa la imagen de Baja California y va en detrimento de su desarrollo, amén del fomento de la ludopatía, cuyo índice va en franco crecimiento.

Con amparo, Hank evade impuestos
El intento legal del gobierno estatal se queda corto ante la voracidad demostrada por los propietarios de casinos, quienes de antemano, tienen el solapamiento del gobierno federal. 

Muestra de ello fueron las acciones de  Jorge Hank Rhon, de Grupo Caliente, única empresa de apuestas que opera en Tijuana, quien se amparó en contra de la Ley de Ingresos para el ejercicio fiscal 2012 de este municipio.

El 6 de diciembre de 2011, los congresistas locales aprobaron por unanimidad la Ley de Ingresos y la Tabla de Valores Catastrales, base de Impuesto Predial que el Ayuntamiento de  Tijuana ejerce a partir de este año.

La disposición vigente faculta a que, en materia de casinos, el Municipio no sólo regule el sitio donde se instalan, sino también a incrementar e incorporar tarifas relativas al derecho de establecimiento, un cobro por cambio de domicilio, así como por la instalación de cada máquina o su revalidación trimestral o anual.

Las máquinas de azar o con combinación de azar y destreza, con premio en efectivo o en especie, que cuentan con la autorización de la Secretaría de Gobernación, están obligadas a pagar derechos de instalación o explotación conforme a las siguientes cantidades del salario mínimo diario general vigente:

- 100 mil veces por apertura de establecimiento.

- 60 veces por expedición por primera vez de calcomanía por máquina, o incremento por aparato.

- 2 mil veces por cambio de domicilio o cambio de propietario.

- 150 veces por revalidación trimestral por máquina.

- 50 mil veces por revalidación anual de licencia de operación por establecimiento.

- 10 mil veces por permiso de operación por horario ampliado anual.

- 2 veces por aportación para programas preventivos para la ludopatía.

Para la autorización de apertura, cambio de domicilio o de propietario, modificación o incremento de aparatos y revalidación de máquinas electrónicas, electromagnéticas, mecánicas, musicales, digitales, videojuego y cualquier tecnología similar que opere mediante la inserción de billete, moneda, ficha, tarjeta, banda magnética, o cualquier otro medio de cobro, incluyendo las máquinas expendedoras de dulces, alimentos, juguetes y mercancía en general, se deberán cubrir los siguientes derechos:

- 50 veces el salario mínimo diario general vigente por recepción y dictamen de las solicitudes.

- 10 veces el salario mínimo diario general vigente por expedición de permiso para apertura, cambio de domicilio y cambio de propietario; monto similar se deberá cubrir por aparato adicional no incluido en el permiso original.

- 25 veces el salario mínimo diario general vigente por la verificación anual de aparatos: expendedores de refrescos, dulces, botanas, golosinas y alimentos que se consideren de poco valor nutritivo en términos de la regulación federal aplicable.

Así, por primera vez, a las arcas del Municipio podrían ingresar recursos provenientes de los 15 casinos que operan en Tijuana, propiedad del ex convicto Jorge Hank Rhon, la mayoría registrados como restaurantes.

De acuerdo a Rufo Ibarra Batista, secretario de Administración y Finanzas del XX Ayuntamiento, se esperaba percibir tales ingresos a partir de junio, mes en que los permisos de operación de esos establecimientos tienen que ser revalidados, y dijo desconocer los montos que representa la aprobación de esta iniciativa para la Hacienda municipal.

Pero ante la avaricia del dueño de Grupo Caliente, el Municipio se dice imposibilitado de aplicar la Ley de Ingresos, ya que éste logró obtener un amparo federal que lo exime de cualquier tributación municipal; mismo recurso que el gobierno local presagia que utilizará para evadir la reforma promovida por Osuna Millán.

Sólo simulación
Unificar en la práctica los criterios de los cinco municipios de la entidad en cuanto a la asignación de permisos de uso de suelo para el establecimiento y operación de centros de juegos de apuesta, será la parte más complicada para el estado, ante el desinterés mostrado por los gobiernos locales de evitar la instalación de casas de apuesta, aun cuando éstas incumplen con la normatividad municipal en la que tienen injerencia directa.

Las acciones emprendidas por las autoridades de Rosarito y Tijuana para evitar la apertura de nuevos casinos sólo han sido una faramalla, nuevos negocios de apuestas, ya sean casinos o palenque, con o sin los permisos correspondientes, operan sin que autoridad alguna haga algo por evitarlo.

Muestra de ello es el recién inaugurado Casino Carnaval de Rosarito, al cual sólo una calle lo separa del Colegio Cristóbal Colón; ninguna autoridad tuvo empacho de autorizar la apertura de la casa de apuestas, a pesar de que a espaldas de ésta, se localizan un kínder y una primaria.

Carnaval opera las 24 horas del día y fue abierto al público a finales de marzo, sin contar con la anuencia de los vecinos de Fraccionamiento Villa Floresta, mucho menos de los padres de familia de los menores alumnos del colegio, quienes se dicen inconformes de que se haya ubicado en la plaza Giramar de Rosarito, pues sólo la calle Piña divide el espacio entre el centro educativo y el negocio de giro negro.

El casino logró su apertura gracias a las facilidades concedidas por el gobierno de Javier Robles Aguirre, con todo y la promoción de una moratoria aprobada a finales de 2011para frenar, en lo que resta de su administración, la asignación de permisos para la instalación de casas de apuesta. 

Al no ser retroactiva la moratoria, a solicitudes ya avaladas por el gobierno local, para la administración de “El Tito” simplemente fue imposible frenar el funcionamiento del nuevo establecimiento; también se dice imposibilitado de evitar la instalación y operación de cuatro proyectos de casinos en puerta, al ser Rosarito un punto de mucha atracción para los inversionistas de giros negros.

Las omisas autoridades municipales interpretaron a conveniencia la normatividad para el establecimiento de este tipo de negocios, la cual precisa que éstos deben ubicarse a una distancia de puerta a puerta (sea una escuela o una iglesia) de más de 200 metros.

Para conceder la autorización de uso de suelo, fijaron como el acceso de Casino Carnaval, el acceso a la plaza Giramar, que se encuentra sobre Bulevar Benito Juárez, y no la puerta principal del establecimiento situado al fondo del centro comercial y próximo al Colegio Cristóbal Colón. 

Mucho menos tomaron en cuenta la puerta posterior del casino, que se mantiene siempre abierta y está a sólo 15 metros de la puerta principal de la institución educativa, considerada además su salida de emergencia.

Con una licencia concedida para “… instalar un salón con terminales de sorteo de números electrónicos, centros de apuestas remotas con terminales de apuestas con servicio de alimentos y bebidas…”, el nuevo casino se suma a los dos que ya operaban en esta demarcación de Baja California: uno denominado Libro de Apuestas, instalado en la Zona Centro de Rosarito, y otro más con juego de números en la plaza comercial Pabellón.

De los cuatro casinos aún en proyecto para su operación en Rosarito, el secretario de Administración Urbana, José Carlos Gay, admitió que ya fueron concedidas las licencias correspondientes de uso de suelo, porque su ubicación se prevé en sitios distanciados de escuelas, iglesias y centros deportivos; eso sí, todos sobre la principal vialidad de la ciudad, el Bulevar Benito Juárez.

“Todos han cumplido con el uso de suelo determinado por la carta de Desarrollo Urbano Municipal, teniendo sólo pendiente de cumplir con la licencia ambiental y permiso de Bomberos”, anotó el funcionario municipal.

De entrar en operación, siete casas de apuesta estarían operando en el turístico municipio de 90 mil 600 habitantes, de acuerdo al último censo realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Al inicio del XX Ayuntamiento de Tijuana, el gobierno de Carlos Bustamante clausuró dos establecimientos que carecían de los permisos municipales correspondientes para ser construidos; hasta la licencia de construcción ignoraron.

Más aún, “uno de ellos contaba con un permiso para operar en otro estado de la República Mexicana, no en Baja California,  por ello se clausuró”, anotó David Navarro Herrera, secretario de Desarrollo Urbano y Ecología de Tijuana, quién añadió que el otro presentó el permiso de uso de suelo concedido a la plaza comercial en la que procedía a instalarse, lo cual es ilegal, pues cada establecimiento situado dentro de un centro comercial, debe contar con sus propias licencias, acordes a su giro.

Sin embargo, a casi un año de haber detenido la edificación de estos establecimientos, sus concesionarios han logrado que la misma autoridad que los clausuró conceda, al menos a uno, el permiso correspondiente para continuar con su construcción; por lo que de un momento a otro, estarán funcionando. 

Se trata de Casino Lucky Palace, frente a Plaza Carrousel. El segundo negocio fue cerrado en la Plaza Paseo 2000, al Este de la ciudad, del cual no se descarta que de un momento a otro, obtenga la anuencia para funcionar.

Aunado a ello, denuncias contra palenques clandestinos han sido recibidas por el gobierno municipal, su ilegal operación ha sido constatada por la Dirección de Inspección y Verificación, instancia a cargo de Daniel León que emitió una tibia advertencia de posible clausura a los operadores del palenque La Gloria, en la colonia del mismo nombre, mientras les permitió seguir operando el sábado 18 de marzo, tal y como se publicitó sin reparo alguno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario