Arturo Rodríguez García
MATAMOROS, Tamps. (apro).- Protegida por el Ejército, la Armada de México y
la Policía Federal, la candidata del PAN a la Presidencia de la República,
Josefina Vázquez Mota, concluyó su gira por esta ciudad con un evento “masivo”,
donde los asistentes, en su mayoría, abandonaron el sitio antes de que terminara
de hablar la abanderada panista.
Anunciado como un acto masivo, el evento se celebró en un salón privado de un
club social de esta ciudad, donde se dieron cita unas dos mil personas
provenientes de ejidos y comunidades apartadas de la entidad.
Minutos antes de que la candidata terminara su discurso, decenas de personas
se enfilaron hacia la puerta para buscar los camiones en los que fueron
movilizados.
Aunque el desalojo no fue tan notorio, como en el estadio Azul, el día de su
toma de protesta, los pasillos que se dejaron para transitar entre el sillerío
se llenaron de personas que, dando la espalda a La Jefa –como se
autonombra la candidata– buscaban la salida.
Aún hablaba Josefina en el interior del salón cuando los acarreados ya
recibían botellines de agua purificada, desde las cajas de pick-up que
se colocaron en la salida para tal efecto.
El acto fue el tercero de la aspirante, quien pasó el día en esta ciudad,
aunque no se movió en un perímetro superior a 3 kilómetros lineales. Todos los
eventos, en la misma avenida.
Luego de sostener su segundo acto con formato de talk show, Vázquez
Mota acudió a la casa de campaña del PAN en la ciudad, acompañada de Francisco
García Cabeza de Vaca, el candidato panista a senador, así como de otros
aspirantes. De ahí, fue conducida a una estación de radio donde concedió una
entrevista y regresó a la oficina panista a pie, por un tramo de avenida de unos
600 metros.
Aunque originalmente se había anunciado una conferencia de prensa en esta
ciudad, todo fue cancelado y, no obstante que el acto venía asentado en la
agenda oficial, la oficina de campaña expresó que jamás se había considerado y
que todo fue un error. Es decir, otro error al momento de emitir la agenda.
El despliegue de seguridad se hacía notar aun en esta ciudad, donde las
Fuerzas Armadas realizan rondines permanentes. Durante los traslados en
vehículo, una patrulla de la Policía Federal desempeñaba la función de punta de
lanza en el convoy; a los costados, dos humvees artillados del Ejército
cubrían los flancos delanteros de la Suburban de la candidata, cubierta por dos
Suburban más del Estado Mayor Presidencial. Otros dos humvees cubrían
los flancos en la parte trasera y, como retaguardia, otra patrulla federal.
Además, un contingente de la Armada así como vehículos militares, entre ellos
un rino, seguían el convoy a distancia, mientras pasaban por enfrente
de otros vehículos militares y de la Policía Federal, estacionados en la acera
en posición defensiva.
Aunque en sus discursos reconoció la valentía de la gente que vive en la zona
al mantenerse aquí a pesar de la violencia, y de que en diferentes oportunidades
aseveró con grandilocuencia que “la patria son nuestros hijos”, lo cierto es que
en esta gira, nadie de su familia la acompañó.
Custodiada así, Vázquez Mota repitió en los tres actos que es “una mujer
valiente”, que “no le tiene miedo a la delincuencia” y que la combatirá sin
miramientos.
En los tres actos destacó las mismas propuestas que, en esta
ocasión se centraron en la creación de una Policía Nacional, un programa de
vivienda y el anuncio de que procurará, si llega a la Presidencia, la inversión
privada en el sector salud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario