miércoles, 10 de agosto de 2011

DE CADA 100 INDIGENAS 2 LLEGAN A LA EDUCACION SUPERIOR: EXPERTOS

El sistema les ha hado una enseñanza de segunda y más empobrecida: Etelvina Sandoval


Los datos reflejan el fracaso del gobierno en los programas destinados a una de las poblaciones más vulnerables, en razón de que 76 de cada 100 subsisten en condiciones de pobreza, señalan

En el Día Internacional de los Pueblos Indígenas se dijo que México es una de las naciones con mayor diversidad étnica y lingüística. La imagen muestra a mujeres yaquis de la comunidad de Vicam, Sonora

Periódico La Jornada
Aunque México es una de las naciones del mundo con mayor diversidad étnica y lingüística –casi 16 millones de personas se autodefinen indígenas–, el sistema educativo es expresión de la profunda desigualdad y exclusión, ya que sólo dos de cada 100 integrantes de los pueblos indios llegan a la educación superior.

El rezago y la falta de una oportunidad para acceder a la escuela viene de atrás: apenas 10 de cada 100 indígenas estudió primaria, siete de cada 100 tiene secundaria, y cinco de cada 100, bachillerato, de acuerdo con datos de la Subsecretaría de Educación Superior.

Para especialistas del ramo, lo anterior refleja el “fracaso” del gobierno en los programas destinados a una de las poblaciones más vulnerables del país, en razón de que 76 de cada 100 indígenas subsisten en condiciones de pobreza.

Al celebrarse ayer el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, la profesora-investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), Etelvina Sandoval, destaca que a la situación de marginación y precariedad se suma que el sistema educativo siempre ha dado a esta población “una educación de segunda”, con una enseñanza de menor calidad y más empobrecida, cuando la lógica tendría que ser al revés: dar una muy buena enseñanza a quienes más lo necesitan.

La menor presencia de integrantes de estas comunidades se registra en el nivel superior. La subsecretaria del ramo estima que hoy día existen alrededor de 60 mil estudiantes de los pueblos originarios en dicho nivel educativo, lo que representa 2 por ciento de la matrícula total, que asciende a más de 3 millones de estudiantes. Es decir, agrega, el peso de las comunidades indias en la población total es de casi 15 por ciento, pero la matrícula de educación superior apenas llega a 2 por ciento.

La realidad, dice por su parte la profesora-investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Claudia Santizo, es que “el sistema no les ha proporcionado una opción educativa adecuada”.

La situación “dramática” de falta de acceso a la educación se remonta al inicio de la enseñanza básica, donde ya hay muchas dificultades para darles clases y que los niños aprendan en su lengua materna, expresa.

En el país hay 15.7 millones de integrantes de los pueblos indios, de los cuales 9.1 millones no hablan lengua indígena y 6.6 millones mantienen vivas 68 lenguas con más de 364 variantes.

El problema, continúa Santizo, es que no para todos hay herramientas en su lengua. “¿Entonces, con qué material didáctico les das educación, primero, en su lengua materna, para luego transitar al español? Si integras a un niño que solamente habla su lengua materna a un grupo de primaria normal se desincentiva, porque no entiende. La otra cuestión es que se requieren maestros de las mismas comunidades, porque de acuerdo con experiencias de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) los educadores comunitarios primero empiezan con entusiasmo, pero luego ven a la comunidad como un lugar temporal”.

A lo anterior se añade la problemática de estos mentores, subraya, por su parte, Etelvina Sandoval, quien recuerda que se trata de maestros que provienen de un reclutamiento de jóvenes que recientemente terminaron secundaria o bachillerato y que al ingresar a la docencia tienen que tomar cursos en la UPN para obtener una plaza o permanecer como educadores. Es decir, son maestros que se forman en la práctica, sin apoyos, sin un salario digno y sin ninguna seguridad laboral, lo cual nos remonta “a la época posrevolucionaria, cuando había maestros de primera, de segunda y tercera”.

Por su parte, la SEP admite que la calidad educativa que reciben los integrantes de los pueblos originarios en el nivel básico y medio superior tiene escasa pertinencia cultural y lingüística, lo cual “los pone en situación de desventaja para garantizar su ingreso y permanencia en instituciones de educación superior”.

Además, los costos de oportunidad y de traslado, de sostenimiento o de estancia que implican el ingreso y permanencia de los jóvenes indígenas en el nivel profesional difícilmente pueden ser cubiertos por la familia, dada su vulnerabilidad económica.

Reflejo de lo anterior es que 98 de cada 100 localidades con importante presencia indígena enfrentan contextos de alta o muy alta marginación, donde la tasa de mortalidad infantil es 60 por ciento mayor a la del resto de la población mexicana.

Con una tasa de analfabetismo de los indígenas tres veces más alta que la media nacional, Claudia Santizo explica que al no existir opciones educativas en sus pueblos, pues puede haber una primaria bilingüe, pero no secundaria, provoca que los alumnos emigren en busca de una oportunidad, pero al ingresar a la fuerza de trabajo, “hasta ahí llegó su educación”.

En los hechos, sintetiza Etelvina Sandoval, ocurre “una exclusión por inclusión, porque están excluidos de tener en las posibilidades de la educación una verdadera alternativa”.



DESFALCAN AL ITSON CON 46 MDP

Scotia Inverlat afectó el fondo para jubilados con que cuenta el Instituto Tecnológico de Sonora


Por Víctor Fuentes
AGENCIA REFORMA
CD. DE MÉXICO.- La Casa de Bolsa Scotia Inverlat provocó pérdidas millonarias al fondo de jubilaciones del Instituto Tecnológico de Sonora (ITSON), de acuerdo con una demanda judicial presentada por este organismo que podría ser atraída para su revisión final por la Suprema Corte de Justicia.

El pasado 29 de abril, un tribunal federal condenó a Scotia a pagar 46.5 millones de pesos más intereses al ITSON, órgano descentralizado del Gobierno estatal, que perdió esa cantidad cuando ejecutivos de la casa de bolsa compraron certificados bursátiles emitidos por Controladora Comercial Mexicana.
La operación fue realizada sin autorización expresa del ITSON en octubre de 2008, justo cuando Comerci entró en la peor crisis de su historia por deudas en instrumentos derivados, que la pusieron al borde de la quiebra.

El fideicomiso del ITSON, creado en 1996 para financiar las jubilaciones de sus trabajadores, tenía patrimonio de 131 millones de pesos, pero luego de la operación Comerci, disminuyó a 85 millones de pesos.

“Para que se hubiere generado una compra en directo para la adquisición de valores como los de Comerci, de renta variable, en los términos del Contrato de Intermediación Bursátil 656865-6 de naturaleza no discrecional, se requería forzosamente instrucción previa”, alegó el ITSON en su demanda mercantil contra Scotia.
También sostuvo que por lo menos desde junio de 2007, Scotia hizo inversiones en renta variable sin informar al ITSON, por lo que en el fideicomiso sólo depositó los intereses menores correspondientes a operaciones de reporto con renta fija, y se quedó con la diferencia.
El Tercer Tribunal Unitario en Materias Civil y Administrativa condenó a Scotia por la operación de Comerci, pero no por el presunto “jineteo” de intereses obtenidos con las inversiones en renta variable.

Ahora, el ITSON ha solicitado a la Suprema Corte de Justicia que atraiga los amparos directos promovidos por ambas partes como última instancia, para que los ministros fijen criterios en la materia.

La semana pasada, la CNBV anunció una multa de 10.3 millones de pesos contra Scotia, tras haber detectado anomalías como “no contar, en ciertos casos, con los sistemas o mecanismos que permitieran contar con el respaldo de las instrucciones giradas por sus clientes”.