viernes, 10 de junio de 2011

ESTE ES EL INICIO DE LA RESISTENCIA CIVIL:SICILIA

De la Redacción
El Diario
A su arribo a Ciudad Juárez, el escritor Javier Sicilia dijo esperar que desde esta frontera, a la que nombró “epicentro del dolor” en México, surja un movimiento nacional de resistencia civil capaz de transformar las instituciones que no funcionan en la República.

“Es el momento de hacer un cambio, desde aquí queremos crear una resistencia civil para empezar a transformar las instituciones que no funcionan; se debe corregir el rumbo político del país; es el momento, no podemos soportar más, éste es el momento de hacer el cambio”, dijo el escritor en breve entrevista antes de su participación en el evento de recepción organizado en el fraccionamiento Villas de Salvárcar.

Este es el inicio de la resistencia civil, reiteró después de que, desde el templete, instó a no permitir más complicidades y corrupción en las instancias de gobierno.

Sicilia, poeta y periodista que luego del homicidio de uno de sus hijos encabezó un movimiento nacional contra la violencia, llegó ayer alrededor de las 8 de la noche a Juárez, punto final de su recorrido por el país.

Arribó primero a la glorieta del kilómetro 20, donde lo esperaban unas 500 personas, entre ellas Luz María Dávila, madre de dos menores asesinados en Villas de Salvárcar en enero de 2010, y quien le dio la bienvenida.

Ahí mismo, y en medio de la marabunta formada por los reporteros, el escritor respondió brevemente preguntas de los medios. “Ya estamos aquí. Llegamos al epicentro del dolor de este país, al símbolo de la ciudad más violenta, al símbolo de lo que se puede convertir México si no cambiamos la situación de la violencia”, dijo.

“Hay mucho dolor, pero también mucha dignidad. Juárez tiene más dignidad que todo lo que carga de dolor; está lleno de dignidad, está firme, están decididos”, agregó el autor en ese punto.

Fue ahí donde, después de algunos minutos de tensión por el tumulto formado por los periodistas, que Sicilia pudo finalmente encontrarse con Luz María Dávila, a quien después de un abrazo le dijo estar muy contento de haber llegado a Juárez.

Poco antes de las 9 de la noche, el autor y la caravana que lo acompaña –formada por una docena de autobuses de transporte foráneo– se dirigieron a la nueva unidad deportiva de Villas de Salvárcar, donde se organizó el encuentro entre el autor y varias víctimas.

La primera en tomar ahí el micrófono fue Olga Esparza –madre de Mónica Yanet Alaniz, una jovencita desaparecida desde abril de 2009– quien después de darle la bienvenida dijo esperar que nadie viva lo que se está viviendo en Ciudad Juárez.

“Ya basta de injusticia; basta de muertes de gente inocente”, clamó Esparza desde el micrófono. Olga Reyes, hermana de la activista del Valle de Juárez asesinada, Josefina Reyes, fue otra de quienes tomaron la palabra. “Tengo un chingo de miedo, toda mi familia creció y se levantó y ahora están todos asesinados en el Valle de Juárez”, dijo.

“Soy de la familia Reyes Salazar y saben el camino que hemos seguido; son muchos kilómetros los que tenemos que recorrer. A mi familia ya me la mataron, pero hay que seguir adelante por esas víctimas. Sigamos unidos para sacar este país adelante. Eso necesitamos”, agregó Reyes.

Luego habló el sacerdote Óscar Enríquez, del Centro de Derechos Humanos Paso del Norte. “Las organizaciones de Juárez, junto a familias tocadas por una guerra que no queremos, expresamos ¡ya basta ¡No más sangre ¡ni una más, ni uno más”

El párroco agregó que el pacto que se prevé firmar hoy desde esta frontera debe ser una estrategia que dirija su fuerza a la justicia y a la reparación de daños a miles de víctimas.

“Que sea ciudadano, entre mujeres, hombres, trabajadores, campesinos y sociedad entera, que sea emplazamiento que se haga en Juárez sin la presencia de autoridades, y que la militarización del país sea una demanda sin margen de negociación”, agregó Enríquez.

El evento continuó ayer en Villas de Salvárcar hasta pasadas las 12 de la noche.

Julián Lebarón, residente del municipio de Galeana y hermano de Benjamín Lebarón–que fue asesinado luego de encabezar un movimiento contra el plagio de su hermano menor- dijo también ante el micrófono que en ningún punto del recorrido había habido una recepción tan emotiva como en Ciudad Juárez.

“Desde hace seis días tenemos la mirada en Juárez, y aquí estamos para repudiar la violencia. ¿Cómo se grita en Juárez?”, preguntó Lebarón a los asistentes, que al unísono le respondieron: “¡justicia-justicia”

Sicilia habló casi hasta el final, y por menos de cinco minutos. “Quiero decirles a las autoridades de todos los niveles que no vamos a permitir más complicidades y más corrupción. Se preguntarán cómo, pues vamos a empezar a construir la paz en medio de esta violencia y de esta clase política que no hace su trabajo y también en medio de la indiferencia de los ciudadanos”, dijo ante más de mil asistentes al encuentro en el fraccionamiento.

“No queremos oídos sordos ni más injusticias; no más hijos e hijas sin padre, madre o con hermanos asesinados o desaparecidos. Estamos aquí en Juárez para empezar nuestro trabajo”, agregó el autor.

La jornada de la marcha por la paz con justicia y dignidad continúa hoy en el Instituto de Ciencias Sociales y Administración –ubicado en el extremo norte de la ciudad- de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, donde se realizarán las jornadas de diálogo de las cuales los organizadores -la Asamblea Juarense por la Paz- prevén surja un documento que rija el “Pacto nacional ciudadano”.

Posteriormente, a las 7 de la noche, los participantes se reunirán en el Monumento a Benito Juárez para la firma de dicho acuerdo.